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* Luego del fracasado linchamiento mediático y político contra el Secretario de Gobierno, por el tema de los dos adolescentes desaparecidos, surgen en la autoría material de los bloqueos, organizaciones de derechos humanos ligadas a la “Sosa Nostra”, que desde hace años se han convertido en instrumentos al servicio de la mafia universitaria para golpear a sus enemigos políticos; al paso de los días ha quedado en claro que las protestas nunca fueron alentadas ni apoyadas por los familiares, demostrando el perverso trasfondo de las manipuladas versiones difundidas en algunos medios, pidiendo la destitución del funcionario
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
A una semana de que aparecieran los dos menores reportados como desaparecidos el miércoles 4 de junio y que fueran presentados sanos y salvos por las autoridades del Estado el sábado 7, la manipulada guerra mediática y política enfilada contra el Secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, ha terminado por desinflarse de manera automática dejando exhibidos y colgados de la brocha a aquellos grupos y personajes que, como refirió en su momento el funcionario, “buscaron sacar raja” de la situación.
Como quedó constancia, apenas trascendió la noticia y las autoridades comenzaban las indagatorias mediante el análisis de las Cámaras del C5, organismos identificados por sus nexos con el mafioso Grupo Universidad controlado por el clan de los Sosa Castelán, como la Red Por la Inclusión Hidalgo, y otros membres más que se han colgado de una apócrifa defensa de los derechos humanos, salieron a pedir la cabeza del funcionario, acusándolo entre otras barbaridades de revictimizar a la menor, por haber informado a los medios sobre las evidencias recopiladas en imágenes del C5, que no mostraban evidencias de violencia alguna, pues la alumna de 12 años, se hizo acompañar también de otro menor de edad.
Pensando que el tema daría suficiente tela de dónde cortar para enfilar sus ataques contra el gobierno local, estos grupos se dieron a la tarea de azuzar a la población para realizar bloques en la autopista México-Pachuca, causando severos congestionamientos a miles de personas, pero el asunto es que desde el inicio su estratagema no contó con el apoyo de las familias de los “desaparecidos”, porque como lo explicó a los medios el Secretario de Gobierno, la madre de la menor vio personalmente las imágenes de las cámaras de seguridad, y se deslindó por completo de los promotores del bloqueo.
Olivares Reyna dejó bien claro desde un principio que la prioridad era localizar a los menores, por lo que teniendo las contundentes pruebas de que la alumna de secundaria no había sido violentada ni forzada, no había razón alguna para afectar a terceros con protestas y bloqueos que ni siquiera fueron solicitados y menos apoyados por los padres.
Pero para estos cuestionables ombudsman, lo que menos les interesaba era que los menores aparecieran sino que, por el contrario, la localización se alargara para tener la excusa con que enfilar sus ataques políticos contra el citado funcionario y la administración de Julio Menchaca que se ha negado a acceder a los chantajes de la llamada Sosa Nostra, como ocurrió en pasados gobiernos priístas que fueron doblegados por esta mafia que ha secuestrado por más de tres décadas a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
El Grupo Universidad ha encontrado en el patrocinio de estas “hechizas” organizaciones de derechos humanos, un instrumento para golpear a sus enemigos políticos, pero no se han guardado de cuidar las formas para ocultar el rastro de sus componendas. Por ejemplo, el Sistema Universitario de Medios Autónomos de la UAEH, obtuvo hace un par de años un reconocimiento por parte de las asociaciones que conforman la Red por la Inclusión de Hidalgo. Sí, las mismas que firmaron el comunicado atacando al Secretario de Gobierno. ¡Vaya casualidad¡
Tomemos la punta del hilo y comencemos a desmadejar el fallido entuerto, para lo cual debemos traer al contexto el nombre de Elsa Ángeles Vera, ligada directamente con la citada Red por la Inclusión de Hidalgo, y parte directa de la Sosa Nostra desde su cargo como Defensora Universitaria de la UAEH. En franca contradicción a la postura asumida por su porril membrete contras el gobierno del Estado, Ángeles Vera no ha defendido a la comunidad universitaria, sobre todo mujeres, de abusos y acosos sexuales, como tampoco al estudiantado en general, por violentos actos con que han sido reprimidos por las autoridades universitarias, violando además su derecho a la libre de expresión.
Los operadores de la faramalla que de manera inmoral buscaron colgarse de la desaparición de los adolescentes que aparecieron en la ciudad de Puebla, dejaron bien claras sus huellas políticas que ponen en tela de juicio su supuesta imparcialidad como defensoras de los derechos humanos. Por ejemplo, entre las organizaciones que suscribieron la petición enfilada a golpear la imagen del Secretario de Gobierno, están la Asociación Nacional Síndrome Treacher Collins Liam A.C, que preside Jennifer Escorcia, ex candidata a diputada local por Tepeapulco por la alianza PRI, PAN, PRD, que perdió la elección y se le ubica ahora cercana al Grupo Universidad. También entre las firmantes se ubica a Claudia Rivera, de la Fundación la Fuente del Renacer A.C, y quien fuera Regidora del PRI en Pachuca.
Insistimos en que para los artífices de la montada “conspiración”, las Cámaras del C5 y la coordinación entre la Procuraduría del Estado y la Fiscalía Puebla, para dar en solo un par de días con el paradero de los menores, les echó abajo el teatrito, porque en su escrito ya señalaban en tono flamígero: “Las desapariciones de niñas y adolescentes deben tratarse como parte de un sistema de desigualdades y omisiones institucionales y no como falta individuales o familiares”.
Y hablando también de supuestas revictimizaciones – situación que nunca asumieron los familiares–, trataron de amarrarse el dedo antes de la cortada con el asunto de su montaje para cerrar las vías de comunicación que afectó a miles de ciudadanos. Expusieron: “Se garantice la seguridad y el respeto a los derechos humanos…” … “sin recurrir al uso de la fuerza pública”.
Párrafos antes, el organismo golpeador del Grupo Universidad, responsabilizaba a Olivares Reyna de “su nulo conocimiento sobre derechos humanos y perspectiva de género”. Y aquí cabe preguntarle a Elsa Ángeles si en tal sentido ella se siente capacitada en tales temas, porque a lo largo de los años, los hechos demuestran lo contrario.
Veamos algunos de los tantos vergonzosos episodios solapados por la titular de la Defensoría Universitaria, como también su omisión y parcialidad en otros:
En marzo del 2020, alumnas de la Escuela Superior de Tizayuca, (EST), perteneciente a la UAEH, denunciaron a través de un “tendedero”, actos de acoso por parte de maestros y directivos del plantel. El tema comenzó a extenderse mostrando que los abusos también se registraban en otros planteles como el Instituto de Ciencias Económico Administrativas (ICEA), donde el Secretario Académico, Leandro Olguín, desechó las denuncias de acoso, lo que provocó la ira de las violentadas alumnas, pero también de sus compañeros.
Ante tales abusos, ni las autoridades de la Rectoría de la UAEH ni la Defensoría Universitaria, movieron un dedo para defender los derechos humanos con perspectiva de género” a favor de las afectadas, como lo hoy lo demanda la Red Por la Inclusión Hidalgo y sus afines.
Pero vayamos al 18 de junio del 2021, cuando diferentes organizaciones por los derechos de la mujer en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) tomaron las calles con el grito multitudinario: “¡Basta con el hostigamiento y acoso en la universidad!” y la exigencia de que se investigaran más de 20 casos denunciados “y ninguno atendido”.
El entonces rector, Adolfo Pontigo, le echó gasolina al fuego cuando cínicamente dijo: “La violencia como respuesta a la violencia no hace justicia a las víctimas. El reclamo difícilmente puede escucharse si se acompaña del perjuicio a quienes también queremos un México justo, seguro y próspero”
América, una estudiante y activista del “Colectivo Estudiantil Feminista”, dijo a los medios: “Es evidente el incesante acoso y hostigamiento sexual por parte de los profesores hacia las alumnas y personal femenino de administración; pero por desgracia, hemos recibido denuncias por parte de profesoras las que nos han pedido anonimato por miedo a perder el empleo”.
Expuso además: “Creo que estamos en una posición vulnerable ante personas que justamente aprovechan su posición de poder para seguir violentándonos; entonces, creo que quien calla, encubre”.
La valiente estudiante, enfatizó: “Si no somos nosotras quienes tomemos las riendas en esta situación, para poder obtener el mínimo respeto y un ambiente sano en un lugar donde se supone deberíamos tan solo venir a estudiar, nadie lo hará por lo que nos toca exigir”.
Y en efecto, nadie hizo nada por parte de las corrompidas, machistas y misóginas autoridades universitarias, brillando por su ausencia la activista, supuesta feminista y defensora de los derechos humanos, Elsa Ángeles Vera, como tampoco alzó la voz cuando la mafia universitaria desoyó una recomendación emitida por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), cuya titular, Ana Karen Parra, fue amenazada e intimidada por los capos de la Sosa Nostra, molestos al ser reconvenidos por haber agredido con sus grupos porriles a estudiantes del instituto de Artes, en septiembre del 2023, por el solo hecho de ejercer su libertad de expresión.
En un hecho histórico, el 30 de agosto del 2024, las delegaciones en todo el país de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos (FMOPDH), externaron su apoyo y solidaridad a Ana Karen Parra, contra lo que calificaron un atentado contra la independencia y autonomía de la defensora de los derechos humanos de Hidalgo. Lejos de rectificar sus bravuconadas impropias de la Máxima Casa de Estudios del Estado, el Rector Octavio Castillo, como la titular de la Defensoría Universitaria, acataron dócilmente las órdenes de sus jefes.
Por si tales omisiones no bastaran, a la operadora de las politizadas organizaciones de derechos humanos –las cuales, como ya mencionamos, se otorgan reconocimientos entre ellas mismas–, no le asiste mucha calidad moral para hablar del tema, pues los hidalguenses deben recordar cuando del 2018, fue enviada por sus jefes a tratar de rescatar de los separos a la entonces Secretaria de Finanzas de la UAEH, Gabriela Mejía Valencia, quien tras un incidente de tránsito buscó evadir su responsabilidad, echando mano al acostumbrado estilo de movilizar porros para enfrentar a la policía, tratando de evitar su arresto.
Como el objetivo fracasó, Elsa Ángeles Vera, entonces vocera del Sindicato de la UAEH, se hizo pasar como “visitadora” de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para ingresar junto con otra mujer de nombre, Leila Chávez Arteaga. Para su desgracia, se presentaron en los separos los verdaderos visitadores del organismo por lo que Elsa y su acompañante fueron detenidas por usurpación de funciones y la titular de Finanzas, por faltas graves a la autoridad.
Para desgracia de la “Sosa Nostra”, la eficaz colaboración entre las autoridades hidalguenses y de Puebla, para dar con el paradero de los adolescentes que pretendieron ser utilizados para golpear al gobierno del Estado, les canceló su show mediático antes de la primera llamada, a Ángeles Vera y sus aliados, quedando en evidencia ante la sociedad como instrumentos para golpear políticamente, pero no para asumir la verdadera defensa de los derechos humanos y menos con equidad de género.
Y si no, que se lo pregunten a las decenas de estudiantes acosadas y agredidas en la UAEH, y a los alumnos golpeados salvajemente por ejercer su libre expresión.
