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A 11 MESES DE COMICIOS, AMIEVA ADVIERTE DE «UNA PLAGA EN LA SIEMBRA ELECTORAL»

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FOTO: LA RAZÓN

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*Encuestas y la trampa de la popularidad

Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010

ESPECIAL EXPEDIENTE ULTRA

Faltan 11 meses para las elecciones de gobernador en Hidalgo, donde se hacen fuertes apuestas «por la alternancia»; una muy adelantada encuesta de «Massive Caller» entre aspirantes por Morena pone a la cabeza al cantante Francisco Xavier Berganza, en tanto que el ex jefe de Gobierno de CDMX, José Ramón Amieva, advierte de «no echar una plaga en la siembra electoral».

Una vez pasados los comicios del seis de junio y un tanto aplacados los ánimos —con los respectivos asegunes—, en Hidalgo hay un sordo movimiento de grupos e individuos que buscan colocarse, ya sea como precandidatos o en los respectivos elencos de aspirantes al reparto del queso. Y en esto último revive la que fuera clásica proclama: «¡Yo soy soldado, donde me pongan sirvo!»

Las aguas se removieron y las primeras oleadas que sacudieron los cenáculos pachuqueños estuvieron a cargo de la firma encuestadora, con un sondeo que plantea algunas interrogantes en su, digamos, metodología, ya no digamos la enorme distancia en tiempo para que comiencen los procesos de preselección, nominación, campañas y comicios.

Muchas cosas pueden suceder —y perdón por el lugar común— de aquí a junio de 2022. Las experiencias (la mayoría no muy buenas) del proceso recién concluido para diputados, bien pueden generar algunos cambios sustantivos en los métodos de selección de candidatos, porque lo sucedido este año se parece mucho a una virtual carnicería política.

La primera encuesta de «Massive Caller» generó cierta estupefacción en el ambiente político, al colocar a Francisco Xavier Berganza con 24.5 por ciento de preferencias; al senador Julio Menchaca con 13.2; Cuauhtémoc Ochoa con 11.5 y Ricardo Baptista, 9.3.

En el PRI los números tal vez no resultaron muy sorprendentes, con la Secretaria General del comité nacional, Carolina Viggiano, con  27.5; Israel Félix, alcalde de Mineral de Reforma, con 24.2 y Nuvia Mayorga con 16.9.

En el caso del PAN, Asael Hernández Cerón con 25.7 y Cornelio García, 5.7.

Llama la atención que no haya sido incluida Xóchitl Gálvez, sin duda una de las grandes figuras panistas a nivel nacional, no obstante que la gran parlamentaria al parecer ha mostrado poco o nulo interés en disputar la gubernatura, al menos en esta ocasión.

AMIEVA Y «LA PLAGA POLÍTICO-ELECTORAL»

Con la experiencia y el prestigio que le abona el hecho de haber gobernado la capital del país y sus nueve millones de habitantes, José Ramón Amieva —actualmente alcalde de Mixquiahuala—, en una entrevista para la agencia «Quadratin» dejó prendida la mecha de la especulación en torno, no tanto del proceso de selección de candidatos, sino el clima político espeso en que se podría desarrollar, y dijo: «En Hidalgo existen las condiciones para la alternancia, siempre y cuando a esta siembra no se le eche una plaga».

Algo ha visto y oído el alcalde, quien al mismo tiempo, se propuso a sí mismo como colaborador «Pro Bono» (gratis, pues) de su partido —Morena— en este tono: «Si es necesario ir con los compañeros con los que tengamos simpatía por un proyecto o persona, vamos a estar ahí con la gorrita, con la bandera y apoyando como todo mundo».

EL PELIGRO CON LA FARÁNDULA: EL CASO GUATEMALA

Ronald Reagan fue quizá el ejemplo mundial —o casi— que movió el cotarro. Al final de una carrera cinematográfica no del todo brillante, de pronto se lanzó para gobernador de California por el Partido Republicano, dejando sembrado en el camino nada menos que a Richard Nixon, poco antes perdedor en la disputa de la presidencia ante John Kennedy en unas elecciones de resultado dudoso.

En 1976 el gobierno de Jimmy Carter era un desastre en cuanto a la política exterior y la economía doméstica. El Ayatola Jomeini había ordenado tomar la embajada yanqui en Teherán por unos estudiantes fanáticos y en la Casa Blanca no se oía lo duro sino lo tupido.

Con un discurso duro, Reagan no sólo negoció exitosamente el desalojo, sino que emprendió, a nivel interno, una política económica que se significó, históricamente, por el resurgimiento del «neoliberalismo» y en materia exterior, por la dureza combinada con el buen tino.

Quedó para la historia el discurso donde ante un estupefacto Gorbachov, le casi ordenó: «Mister President: Tear down this wall». (Señor Presidente: Derribe este muro»).

En diferentes partes del mundo comenzaron a surgir candidaturas de comediantes de todo tipo y a toda clase de puestos. En Italia llegó al parlamento una desnudista mejor conocida como  «La cicciolina» (nada difícil de traducir) y en Estados Unidos, el fisiculturista y actor Arnold Schwarzenegger llegó a gobernador de California y además reelecto. Un famoso luchador también fue gobernador de Minnesota.

En México era tradición en el PRI postular a diputados a actores famosos, como Ignacio López Tarso, Julio Alemán, Silvia Pinal (varias veces) y la muy querida compositora Consuelito Velázquez. En Morena siguieron la costumbre y en esta legislatura federal fue escandalosa la presencia del bailarín desnudista Sergio Mayer (célebre también por hipérgamo).

Después de todo, casi sin participación legislativa apreciable o todo lo contrario, no hubo daño reportable.

Pero el asunto comenzó a subir de tono con el futbolista semianalfabeto Cuauhtémoc Blanco (famoso también como agresor de reporteros), quien primero llegó a alcalde de Cuernavaca (por medio de un «contrato» sui géneris con el partido postulante) y después a gobernador, con fuerte apoyo del ahora presidente López Obrador. (Con su pan se lo están comiendo los morelenses).

Un caso para considerar muy en serio es el sucedido en Guatemala. El presidente Otto Pérez Molina hizo una visita de Estado a México y a su regreso le esperaba una celda nada cómoda. El escándalo de corrupción de este mandatario abonó el terreno para la llegada al poder de un… comediante. El muy popular comediante de TV Jimmy Morales Cabrera condujo su programa «Moralejas» junto con su hermano Sammy, durante 15 años y aprovechó su popularidad para lanzarse de candidato presidencial.

Ganó por amplio margen en segunda vuelta. No era ningún ignaro, en realidad. Después de graduarse de contador, se inscribió en economía y comunicación en la Universidad de San Carlos de la ciudad de Guatemala. Antes de tomar posesión, hubo un escándalo con una ministra designada, por un asunto de corrupción. Siguieron varios escándalos y en 2017 uno de sus hermanos y un hijo fueron detenidos por corrupción y blanqueo de capitales.

Pero en 2016 gozaba de 86 por ciento de aprobación y en 2017 «cayó» a 66 por ciento.

En julio de 2018 el ex canciller Edgar González denunció al presidente por un caso de abuso sexual en agravio de una empleada del gobierno. El MP investigó y dio con otros 10 casos más, pero no pudo hacer comparecer a las víctimas, amenazadas. Igual sucedió con la denuncia, en 2015, de Claudia Josefa Chávez, por agresión sexual, lesiones y amenazas.

Sucede pues que en políticos surgidos de la farándula, en no pocos casos, la popularidad les cobija en tanto que su actuación como gobernantes genera caos, confusión, desprestigio y graves consecuencias económicas sociales, a un estado o a un país entero, como Guatemala.

Como para que en Hidalgo se haga una profunda reflexión al respecto.

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