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Por Francisco Rodríguez/@pacorodriguez
Allá por los tiempos en los que el “caudillo” jura haberse matriculado formalmente en mi alma mater, la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, no sólo era obligatorio desayunar unas enchiladas campechanas en su famosa cafetería, sino cuando menos haberse asomado a la lectura de la obra de moda: Para leer al pato Donald, de Ariel Dorfman (argentino-chileno) y Armand Mattelart (belga).
Este macizo estudio sobre la inocencia política, económica, social y cultural de las clases gobernantes latinoamericanas era básico, y lo sigue siendo. Enrique González Pedrero, el icónico director de esa institución, era un obsesivo lector de la obra, que recomendaba en sus clases como de carácter obligatorio.
En uno de sus recordados pasajes, el estudio revelaba cómo el tío Rico Mac Pato resolvía sus angustias bañándose en sus depósitos de oro, mientras sus sobrinos Donald, y lo de éste, Hugo, Paco y Luis resolvían el constante acecho de los Chicos Malos sobre la fortuna del acaudalado tío. La perspicacia de los sobrinos era la solución, pero el Tío nunca se enteraba.
No todo se puede resolver nadando “de muertito” sobre las arcas nacionales
Aztecland, ese imaginario reino de la fantasía, que resultó siendo en realidad nuestro país, era simplemente, emblemático. Y así por el estilo todos los demás en el área hegemonía de los Estados Unidos. Si el “caudillo” lo hubiera leído, o al menos hubiese conocido sus forros, sabría que el camino seguido al frente del país iba a ser un rotundo fracaso.
El tío Rico Mac Pato, tomado de las historietas de Walt Disney, era uno de los personajes clave para entender la ironía histórica, la comedia bufa en la que desde entonces estamos sepultados. Los moditos de Aztecland campean y deciden sobre los intestinos de la población, desesperada, saqueada y absolutamente indignada.
El actual “caudillo”, ingenuo y manipulado, sigue pensando que todo se puede resolver nadando “de muertito” sobre las arcas presupuestales de la Nación. Los remedios para resolver aparentemente los problemas sociales y políticos son ahora los que se utilizan para dizque hacerle al gobernante y para creer que primero son los pobres.
Colaboradores incapaces, pero leales a todas esas ocurrencias macabras
Para un aparato administrativo de la riqueza nacional, cada vez más exigua, cada día más quebrada y sin salida, sin idea de cómo se genera un empleo, cómo se procura justicia efectiva, cómo se hace un proyecto ejecutivo de obra, cómo se persigue el desarrollo, cómo se gobierna un país necesitado de todos sus habitantes, es ya casi una tragedia.
El arma secreta del hombrecillo de Tepetitán está entre esos muchachos atrevidos e ignorantes que creen que todo se resuelve canalizando recursos improductivos hacia las áreas donde habitan las clientelas electorales del régimen, o aquellas que ellos creen que lo son y que votarán sumisas por la misma medicina que se les inocula hasta el cansancio.
El arma secreta son los paniaguados que manejan a su arbitrio los presupuestos públicos que se derrochan alegremente en la aplaudida decisión del “caudillo” de lograr la permanencia en el poder, a base del engaño nacional. Son los operadores de la nada. Los colaboradores incapaces, pero leales, fieles a todas esas ocurrencias macabras, que no tardan en pasar factura.
Ricardo Peralta, uno de los Chicos Malos, y el cobro de moches en Gobernación
¡Cuántos pesares, cuántos problemas se hubieran evitado si el “caudillo”, desde sus años mozos, hubiera leído la obra de Dorfman y Mattelart! Al menos, sabría que la estrategia adoptada para manipular al pueblo es la menos recomendada. Jamás hubiera cometido el desatino de dejar el manejo de la política completa a los Chicos Malos que manejan los fallidos y demagógicos programas sociales. Por ahí nunca ha sido.
La última decisión para apuntalar esa área administrativa de Palacio, ubicada a unos cuantos metros del Titular de esa casa de la risa, es la designación inoportuna e improductiva de sumar al equipo de derrochadores presupuestales al bribón Ricardo Peralta, tronado hace unos días como inservible subsecretario de Gobernación.
El incapaz Peralta, que no funcionó ni como adorno del florero de Gobernación, es el mismo que estableció desde sus oficinas particulares en Lomas de Chapultepec, paralelas al domicilio oficial de Bucareli, el sistema de cobro del derecho de piso a los casinos, bingos y ruletas del territorio mexicano.
El procedimiento era sencillo: él, a través de un tal Calvo, jefe de juegos y sorteos, la única que funcionaba en esa dependencia oscura, daba los permisos o concedía la autorización para blindar sus maniobras. Después, los concesionarios debían presentarse a las oficinas adjuntas de Las Lomas, para depositar los moches. Un juego de niños malos y descerebrados. Simple y a veces letal.
Y ahora Peralta tiene la encomienda de ganar las elecciones intermedias
Para leer al Pato Donald sigue siendo la biblia desconocida desde donde se manejan todos los decálogos del engaño. Está presente en todos los desatinos, en todos los errores garrafales del aparato. El “caudillo” nombró a Peralta para darle a Gabriel García los instrumentos e ideas indispensables para ganar las elecciones intermedias.
Las maniobras del tal Peralta se han convertido en el factótum electoral del régimen modito Tepetitán. Lo indispensable para conservar la mayoría en la Cámara de Diputados, el factor secreto para asegurar que el “caudillo” brinque la vara de la remoción y asegure la reelección ansiada en este país, en Aztecland.
Empero, esta historieta no puede tener un final feliz. Hay un dato duro que brilla por su ausencia: Peralta, el ducho para las maniobras del dinero mal habido, el estratega de la compra de conciencias, está en mal sitio, en el momento equivocado. Nunca en su azarosa vida ha manejado una elección. No sabe ni con qué se come ese platillo.
El “caudillo” es repudiado en cualquiera de los Estados que visita
Otra vez, las recetas ñoñas de un aparato perdido en el espacio. En política no se gana repartiendo dinero. Tiene que haber una estrategia electoral, que no está por ningún lado. Los recientes sucesos en Veracruz, el noble pueblo institucional al sistema, demostraron que el “caudillo” es despedido con cajas destempladas dondequiera que se presenta.
Abucheado, el supuesto Jefe de las Instituciones Nacionales, acompañado por el nefasto y afectado Cuitláhuac García, supuesto gobernador de esa inmensa tierra, sintió otra vez el repudio de la población jarocha. Los procederes de Mac Pato no engañan a quienes tienen más de dos dedos de frente.
Y así está pasando desde hace mucho tiempo en todos los lugares que visita en sus giras inopinadas. El coro de indignados es insoportable para quien piensa que todavía trae en su alforja aquéllos treinta millones de votos que tanto ha presumido. Ya no existen.
La 4T, desnuda. Sufre los improperios de una población empobrecida
La confianza de las clases medias le fue retirada, lo mismo que la de los votantes del sector agropecuario que se han zafado a base de tanto recorte, abandono y hasta burla a sus actividades de primer orden en cualquier país. La creencia de los pobres ha naufragado en vista de que las decisiones adoptadas sólo generan hambre, demasiada hambre y desesperación.
Y el aparato electoral no existe. Morena no tiene estructuras mínimas ni suficientes para defender el voto. La estratega que las prestó para la elección presidencial ha sido convertida en adversaria. Su organización fue bateada sin miramientos. El régimen anda desnudo, sufriendo sólo los improperios y las maledicencias de la población. Así no se puede.
Sin partido, sin estructuras, con candidatos manchados con el barniz del “caudillo”, sin idea de Estado, sin un solo resultado de gobierno, sin fuentes de empleo, sin obras, sin cara, el tío Rico Mac Pato todavía cree que es suficiente su personita para seguir convenciendo al pueblo que es un iluminado providencial. Le espera una lección de sensatez.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: No hay pan, pero se anuncia con fanfarrias la próxima llegada del circo. En 2021, en pleno año electoral, el gobierno federal celebrará el “Año de la Independencia y la Grandeza de México” para conmemorar 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán, 500 años de la memoria histórica de Tenochtitlán y 200 años de la consumación de la Independencia. En su “mañanera” desde Palacio Nacional, el Presidente Andrés Manuel López Obrador comentó que en estos festejos de 2021 participarán varias entidades del país, además de que se invitarán a diversos Gobiernos del mundo para recordar la grandeza histórica de México y habrá una ceremonia de perdón a comunidades indígenas. Y, para no variar, será el director general del IMSS, Zoé Robledo, quien organice 12 eventos 12. El IMSS se cae a pedazos y el responsable de siquiera disimularlo se ha convertido en el encargado de las ferias, saraos y pachangas de la 4T.
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