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*Como en 2012 con Benedicto XVI, ahora también entregó una carta al Sumo Pontífice
*Habrá peregrinación de presidenciables a Roma o estos esperarán la visita del 2016?
*El Sumo Pontífice ha sido imán para políticos aún antes de reanudar relaciones
Joaquín Herrera
Con información de agencias y blog creyente católico
CD de México, 14 de octubre de 2015 (agencia acento)
El favorito en las encuestas para llegar a Presidente de México en 2018, Andrés Manuel López Obrador, ahora parece sumar al Papa Francisco entre los atractivos para asegurar votación.
Repitió su estrategia de 2012, cuando entregó una carta a Benedicto XVI: «La insensatez y la codicia dieron lugar a la actual crisis de inseguridad y de violencia. Por esta causa, en los últimos 5 años, han perdido la vida alrededor de 60,000 mexicanos”, le expuso entonces, como ahora.
Su Santidad, Francisco, recibió al político tabasqueño con muestras de afecto. Eso sí, lo hizo coincidir en la antesala para el saludo con Lilian Adriana Tintori Parra. Ella es deportista, empresaria y activista venezolana, nada menos que esposa del preso político de la oposición al régimen de Nicolás Maduro, Leopoldo López. Este hombre fue arrestado por encabezar protestas callejeras como las que en su momento ha hecho AMLO en México.
La activista venezolana ha rogado por el apoyo papal para con este y otros presos políticos, sin resultados, ahora que Su Santidad promueve una reconciliación de Venezuela y Colombia, enfrentados por acciones de la narcoguerrilla.
El líder de Morena mexicano entregó al Papa Francisco una medalla de Fray Bartolomé de las Casas, encomendero de la Corona y fraile, enviado a la Nueva España a convertir al cristianismo a indígenas y evitar que fueran esclavizados, como regalo. Asimismo, le entregó una carta de peticiones personales en que le expone lo que cree la crisis que vive México en materia de derechos humanos.
El encuentro se dio tras la Audiencia General que suele celebrar el Sumo Pontífice en el Vaticano.
A través de Facebook, el líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) compartió fotos y el escrito que le dio al Sumo Pontífice. Esto podría atraer a El Bronco, Miguel Ángel Mancera y Margarita Zavala, precandidatos declarados por sí mismos, rumbo a las presidenciales de 2018 en México.
«En Audiencia General saludé el día de hoy al Papa Francisco. Le entregué un presente y una breve carta que comparto con ustedes», escribió.
En la carta, el tabasqueño le expresa su más sincero reconocimiento a su labor y celebró su decisión de visitar México el próximo año.
AMLO se adelantó unos meses para comunicarle inquietudes al Papa, a quien México espera llegaría en la segunda semana de febrero en 2016, en una visita de estado y pastoral, la quinta que un Pontífice cumpla con el segundo país con más población católica.
El Papa, imán electoral para políticos mexicanos
Tras de varios anuncios que se cancelaron, se sabe que el Papa Francisco visitará México en 2016, conforme a al portavoz del Vaticano, Federico Lombardi y que es un proyecto que se está perfilando y visitará a la Virgen de Guadalupe.
Las visitas papales han tenido los más diversos tintes y en todos los casos los políticos nacionales, han buscado sacarle raja.
Fue notorio el caso de la última visita papal de Benedicto XVI de 2012, bajo el segundo gobierno de Acción Nacional, encabezado por Felipe Calderón, cuando se avizoraba inevitable el regreso del PRI.
La última visita papal no incluyó a la capital (territorio gobernador por el izquierdista PRD). Casualmente, la agenda prefirió llegar al Bajío, otrora el granero del país del catolicismo; fue una zona que con fanatismo, condujo al gobierno comecuras de la pareja de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles –los peores criminales de su tiempo, que llegaron a la Presidencia, para buena parte de historiadores no oficiales- y provocó la Guerra Cristera. Esto, apenas al poco de terminar la etapa armada de la Revolución Mexicana que costó un millón de vidas.
La visita del Sumo Pontífice en 2012 se produjo a punto de despegar las campañas por la presidencia de la república. con Enrique Peña (PRI), Josefina Vázquez Mota (PAN), Andrés Manuel López Obrador (PRD) y Gabriel Quadri (Panal)..
Benedicto XVI marcó así su primera y única visita apostólica a México (23- 25 de marzo de 2012) en las ciudades de Guanajuato, León y Silao.
Benedicto y Calderón contra las armas
Fue notorio el tinte político: Benedicto XVI y el entonces presidente Felipe Calderón sostuvieron una reunión oficial, en la cual ambos mandatarios coincidieron en señalar que se debe lograr un tratado internacional para frenar el tráfico de armas.
Durante un encuentro con periodistas a bordo del avión papal camino hacia Guanajuato, Benedicto XVI instó a desenmascarar “la estafa” que representa el narcotráfico en México y llamó a hacer todo lo posible “contra ese mal destructivo” para la sociedad, pero ambos estadistas se cuidaron de no mencionar a EU como fuente de ese armamentismo en México y otros puntos del mundo.
Al final de su visita, el Papa dijo que “rezaré especialmente por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia”.
La política en la visita
El Nuncio Apostólico en México, Christophe Pierre, afirmó entonces que el Papa acudía a México sin un «programa político» ni a decir a los gobernantes qué hacer.
No se programó pues, un encuentro privado con el líder católico y los candidatos presidenciales aunque la arquidiócesis indicó que Benedicto XVI podría “decir una palabra hacia nuestra realidad política y social”.
López Obrador no superó la tentación y le envió una carta al Papa Benedicto XVI donde mencionó que la situación de violencia e inseguridad en México tenía causas económicas y políticas.
«La insensatez y la codicia dieron lugar a la actual crisis de inseguridad y de violencia. Por esta causa, en los últimos 5 años, han perdido la vida alrededor de 60,000 mexicanos», escribió AMLO.
Los cuatro, ante el Papa
Así las cosas, no fue posible separar lo del César y lo de Dios: los cuatro candidatos presidenciales, asistieron a la misa de Benedicto XVI en el Parque Bicentenario de Silao. Ni modo: López Obrador, Enrique Peña Nieto, Gabriel Quadri y Josefina Vázquez Mota estuvieron por primera vez tete a tete, de rodillas ante el Pontífice. Los 4 abanderados sólo volverían a encontrar para firmar un pacto de civilidad y en los debates presidenciales.
Entre los invitados VIP a la visita del Papa estuvieron, además de los candidatos presidenciales, los presidentes -de 2000-2006 y 2006-2012- Felipe Calderón y Vicente Fox.
Se colaron los líderes de los principales partidos políticos Gustavo Madero (PAN) Pedro Joaquín Coldwell (PRI), y Jesús Zambrano (PRD) los líderes del Senado y la Cámara de Diputados y secretarios de Estado.
Entre los invitados del sector empresarial, destacan Carlos Slim Helú, Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego y Lorenzo Servitje Sendra.
El evangelio: sobre Felipe y Andrés
El pasaje del Evangelio que se leyó en la misa del Papa en Guanajuato trató sobre Felipe y Andrés… Pero no sobre el presidente y el candidato de la izquierda, quienes asistieron a la ceremonia, sino a los personajes bíblicos Felipe, el de Betsaida de Galilea, y Andrés, discípulo de Juan El Bautista.
Francisco ¿con El Bronco, AMLO, Osorio o Mancera y Margarita?
Ahora que el Papa Francisco, estuvo en la antesala del Nobel de la Paz, por tender un puente de Cuba y EU y Colombia con Venezuela, México se pregunta si dejará sentir alguna preferencia política cuando el país está en etapa preelectoral de una sucesión tan competida y que Andrés Manuel empujó al activismo a ir ante el Papa, en pos de reflectores.
Con todo y que México es el segundo país de América Latina con mayor número de católicos, (algo como el 83.9 % de sus habitantes son fieles a Roma) pero el Pontífice relegó la visita ante, en la administración de Enrique Peña Nieto, quien lo visitó. El Santo Padre le prometió una visita que pospuso por media docena que antepuso su agenda.
Parece una visión muuuy distante de la del Papa Juan Pablo II sobre México: lo visitó cinco veces.
-Enero de 1979: ¿Cómo olvidar aquel Enero del 79? Cuando México recibía por primera vez la visita de un Papa. Juan Pablo II llegó a nuestro país el 26 de Enero de 1979, visitó el D.F., Oaxaca, la Angelópolis (Puebla) y los estados de Jalisco y Nuevo León.
Maravillaron al Pontífice millones y Juan Pablo II fue llamado el Papa Mexicano.
-Mayo de 1990: A 11 años Juan Pablo II volvió a México. Esto a pesar de que en 1981 sufrió un atentado en la Plaza de San Pedro pero tras una dura recuperación, hizo el esfuerzo y visitó la Ciudad de México, Veracruz, Aguascalientes, San Juan de los Lagos, Durango, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Tabasco y Zacatecas.
La muchedumbre en cada etapa fue histórica. Millones de pares de manos nunca dejaron de convertirse en palmas como en Domingo de Ramos, con gente que durmió días antes en la senda del Papa aquí.
-Agosto de 1993: Juan Pablo II regresaba a México por tercera ocasión, esta vez en una visita más corta a Yucatán. La calurosa recepción fue como sólo México lo sabía hacer.
-Enero de 1999: al final del siglo el Papa Juan Pablo II otra vez se entregaba a “su” pueblo. «Estaré con ustedes hasta el fin de los días» y recalcó sentirse mexicano.
Visitó nuevamente el Cerro del Tepeyac –sede del templo a la Virgen de Guadalupe- y proclamó el 12 de Diciembre como fiesta del continente americano, y elevó a la guadalupana, como «reina de toda América».
-Julio y Agosto 2002: ¿La despedida? Notablemente cansado el Papa Juan Pablo II volvió a México para ahora elevar a los altares –canonizado- a Juan Diego «primer indígena de las Américas».
Es posible que el sucesor de San Pedro haya presentido su declive y se despedía de la Guadalupana: El Papa se mostró exangüe al arrodillarse ante la Virgen de Guadalupe.
Para observadores fue uno de los momentos más emotivos en sus 5 visitas con toda su humildad orando allí.
Fue ocasión del mundo indígena: Ocasión en que el Papa beatificó a dos mártires mexicanos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles y con cariño permitió se le hiciera un rito prehispánico, se fundía con las raíces de nuestro país.
Juan Pablo II terminó de ganarse a México cuando, desde el balcón basilical dijo su voz ronca y cansada «Me voy pero no me ausento, pues aunque me voy de corazón, me quedo»
«México lindo que Dios te bendiga…»
Así ¿cómo entender que no viniera antes el Papa Francisco y que ahora ya se despejó la duda?
La cita es en febrero de 2016, a semanas de arrancar la antesala de las presidenciales de 2018.