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RICARDO CRESPO Y CUAUHTÉMOC OCHOA, LA OSCURA ALIANZA DE LOS EX PRIÍSTAS, TRAS SUS ESPECTACULARES

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*  Apostando a que la sociedad hidalguense sufra de Alzheimer, el ex líder local del PRI, ahora diputado por Morena, y el electo senador, tratan de promocionar sus imágenes a través de costosos espectaculares en diversos puntos y avenidas de la Bella Airosa colgándose, en el caso de Crespo, de la imagen de la Dra. Claudia Sheinbaum, política feminista que es todo lo contrario a la actitud machista y misógina que ha demostrado el ex dirigente tricolor tanto en la UAEH como en su vida personal, donde ha dejado muestras de ser un violentador y consumado acosador sexual; ahora junto con Ochoa buscan aparecer como los salvadores de Morena en Hidalgo, yéndose por la libre y seguramente tramando una perversa y corrupta alianza

Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010

La sociedad pachuqueña que los conoce a la perfección, no puede menos que tachar de burla y vergonzoso derroche, los espectaculares que dos tipos con malos antecedentes han colocado en diversos puntos y avenidas de la Bella Airosa.

Ellos son: Ricardo Crespo Arroyo, ex dirigente estatal del PRI, y hasta hace un par de años con nexos políticos con el ex gobernador Paco Olvera; el otro es Cuauhtémoc Ochoa, ex cacique político del Verde en Hidalgo, reconvertido a morenista siendo diputado federal por este partido y ahora, por azares de la política, senador.

El primero, mandó a hacer un fotomontaje donde aparece a un lado de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, con los colores y el logo de Morena, con el título: ¡GRACIAS¡

El segundo se muestra en distintos momentos de la pasada campaña electoral con la leyenda: 716 mil 69 votos: ¡gracias¡

Hasta donde sabemos, ambos personajes ni siquiera se tomaron la molestia de preguntar o pedir autorización a los dirigentes de su partido en el Estado para, en el caso de Crespo, colgarse de la imagen de la Doctora, Sheinbaum, una política feminista y de izquierda que encarna todo lo contrario a las agresiones contra las mujeres que ha cometido en diversas ocasiones el ahora diputado por Morena.

En el 2020 cuando Crespo Arroyo decidió darle la espalda al PRI y lanzarse como candidato independiente a la alcaldía de Pachuca por el fugaz movimiento de disidencia tricolor conocido como “Grupo Joya”, fue señalado por sus alumnas de Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), como un consumado acosador y violentador sexual, pero con el cargo de líder priísta consiguió hacer sus fechorías, gozando de impunidad oficial.

El colmo de sus agresiones machistas y misóginas fue el llegar al extremo de agredir a sus ex esposa en su domicilio; no pocas ocasiones los vecinos atestiguaron cómo el energúmeno insultaba a la madre de sus hijas; su actitud no pasó desapercibida por el juez familiar que ventiló su caso y ordenó en consecuencia al agresor no acercarse a su ex cónyuge ni a sus menores hijas.

Muchos ciudadanos y ex alumnas universitarias coinciden en que se necesita ser muy cínico para que con tales antecedentes tener el descaro de colgarse de la imagen de la presidenta electa que como Jefa de Gobierno en al CDMX, precisamente impulsó leyes para castigar a los sujetos violentadores como Ricardo Crespo.

Él como Cuauhtémoc Ochoa, resultaron beneficiados no de sus buenas campañas o imágenes positivas ante la sociedad para llegar al Congreso de la Unión, sino de la ola de popularidad y buena aceptación de la hoy presidenta electa y del gobierno con indudables resultados sociales del Presidente López Obrador.

El ex cacique del Verde realmente raya en la ridiculez al colocarse como el hacer de milagros electorales, cuando sabe perfectamente que su popularidad entre las bases morenistas es de menos cero. No fueron pocas las muestras de rechazo que tantos simpatizantes como militantes del partido guinda le manifestaron durante la reciente campaña, por los diversos municipios hidalguenses. En Cholula, Puebla, su tiradero a cielo abierto ha generado un grave conflicto social con comunidades de esa región, mostrando que lejos de ser un hombre comprometido con la ecología es un verdadero pillo que ha empleado los cargos públicos y de representación para hacerse millonario y darle el lujo de comprar fastuosas propiedades como el departamento que adquirió en la zona de Polanco, valuado en 50 millones de pesos.

No parece casual que Ochoa y Crespo haya decidido ir de la mano en la reciente promoción pública de su imagen. La pregunta es: ¿Qué traman este par de politicastros para irse por la libre aún antes de tomar posesión de sus cargos?

Seguramente, muy pronto sabremos que se traen entre manos, pero no deben andarse con cuidado y no olvidar que Morena no es el PRI y así como desaforaron hace años a Cipriano Charrez como diputado morenista, en San Lázaro, por la muerte de un humilde taxista, así Crespo y Ochoa pueden correr la misma suerte si comienzan a hacer negocios anticipados. Sus antecedentes son bastantes malos como para intentar colgarse del segundo piso de la 4T, sin pagar las consecuencias.

Tiempo al tiempo…

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