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SILOGISMOS

*  Diputados de oposición exigen a Ricardo Baptista, transparente el manejo de los recursos pues los morenistas no saben diferenciar entre actividades partidistas de las legislativas

Por Antonio Ortigoza Vázquez

Tras abrir un compás de espera luego de que el rector Adolfo Pontigo Loyola acudiera a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)  a entregar, según su comunicado, 51 cajas de documentos referentes a sus manejos contables,  con el fin de demostrar a las autoridades su plena inocencia sobre la presunción de lavado de dinero por 150 millones de dólares, el asunto y destino del Grupo Universidad –que no de la Máxima Casa de Estudios– está en manos del Fiscal Antilavado, Santiago Nieto Castillo.

Las autoridades de la UAEH difundieron con antelación que el desbloqueo de 72 de sus cuentas de las 230 intervenidas, era un buen síntoma para su causa, tratando de justificar algo que seguramente le preguntó el fiscal a Pontigo: ¿Por qué 230 cuentas?

Hasta dónde sabemos, ninguna universidad pública, a excepción de la UAEH, tiene unos manejos financieros tan irregulares y sospechosos; menos todavía, se sabe de triangulación de fondos públicos a bancos suizos y del extranjero.

Aquí lo dijimos en pasadas entregas: en este asunto de sospechas judiciales y enredos financieros no deben castigarse los salarios ni prestaciones del personal docente y administrativo de la universidad hidalguense. Por esa razón, seguramente se desbloquearon algunas cuentas pero no porque se presuma una absoluta inocencia del rector y de su jefe superior, el presidente del Patronato Universitario, Gerardo Sosa Castelán.

El cúmulo de documentos llevados ante la UIF parece parte de un montaje mediático que busca hacer creer a los medios sobre la “abundancia” de pruebas que bien podrían ser archivos muertos o estados del pago de nóminas sin valor alguno.

Los rectores del país saben bien que algo extraño pasó con las finanzas de la UAEH y esa misma interrogante se plantearon los agentes en el extranjero que detectaron el manejo irregular de las cuentas de esta casa de estudios.

Ahora será cuestión de esperar para conocer cuál será el veredicto que emita el Fiscal Antilavado y qué tanto valor probatorio le dará al contenido de las 51 cajas depositadas por el rector Pontigo en sus oficinas.

LA DUDOSA IMPARCIALIDAD Y AUSTERIDAD DE BAPTISTA

El líder del Congreso Local, Ricardo Baptista, no da pie con bola en eso de la equidad institucional y de la austeridad republicada, tan de moda en la Cuarta Transformación y entre los miembros de Morena.

Sucede que para colocar en el Recinto Parlamentario dos frases alusivas a los 150 años de la erección del Estado de Hidalgo y del primer Congreso del Estado, decidió gastar 24 veces más dinero que lo usado para casos similares en legislaturas pasadas. Y mientras las “letras de oro” de ocasiones anteriores no rebasaron los cinco mil pesos, ahora costarán 69 mil 330 pesos.

Pero sus contradicciones no paran ahí. Bueno fuera.

Sucede que en su twitter la diputada Maria Luisa Pérez Perusquía, pidió de manera institucional poner a disposición de todos los diputados y no solo de los de Morena, a la infraestructura y recursos del área de Comunicación Social, porque al parecer los legisladores morenistas, empezando por su líder parlamentario, no saben diferencias entre las actividades partidistas de las legislativas; es decir, ambas las están financiando con recursos del Congreso a través de Comunicación Social.

Es recomendable que los diputados de oposición vayan pidiendo una auditoria pormenorizada tanto del área de Comunicación Social como del resto de las que integran la actual legislatura. Porque una cosa es dárselas de honesto y otra practicar realmente la honestidad.