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BACA Y TITO, SALTIMBANQUIS TRAS SU CIRCO DE DOS PISTAS EN EL PRI

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*  Impregnados por un pasado de corrupción e incapacidad política, Ernesto Vázquez Baca y Tito Meléndez se registraron ya como aspirantes a una diputación federal y no cabe duda que ambos personajes no son el reflejo de un nuevo PRI sino la muestra de viejos grupos políticos que insisten en dinamitar una nueva imagen para su partido

Por Antonio Ortigoza Vázquez/@ortigoza2010

Ernesto Vázquez Baca y Alberto «Tito» Meléndez podrían estar en Morena, pero por alguna curiosa razón han permanecido en el PRI. El partido que tiene dos años en el poder está pletórico de personajes idénticos a estos dos «logreros» (antiguo epíteto para políticos pillos).

Ambos, por su lado, pican piedra en estos momentos para llegar a candidatos a diputados federales. Apuestan a la desmemoria o quizá, más bien, a que pueden convencer a los organismos del tricolor encargado de decidir candidaturas, que «su perfil» y sus «cualidades» son necesarias para la fracción parlamentaria priista en el Congreso de la Unión.

Moscas en el arado y de ahí no pasan.

El lunes cuatro de enero, Vázquez Baca publicó un pronunciamiento en este tenor: «Porque México e Hidalgo requieren de políticos profesionales, he decidido participar en el proceso de selección de diputados federales ¡Nos vemos pronto en su municipio! ¡Va por Actopan, va por Hidalgo, va por México!», solo que el pipiolo precandidato escribió que “¡Va por Actopan!”. olvidó que el PRI solo encabezará las candidaturas en tres municipios: Pachuca, Tepeapulco y Huejutla.

Pequeño dislate de Baca.

Por su parte, el tabasqueño Alberto «Tito» Meléndez Apodaca no es menos enjundioso. Su proclama surgió así: «Hoy, ante la Comisión Nacional de Postulación de candidatos del comité nacional del PRI, formalicé mi intención, como militante, de participar como precandidato en el proceso interno de selección a diputado federal por Pachuca».

En el caso de «Tito», en realidad, tiene poco que presumir: en 2006, fue candidato del tricolor y perdió frente al nominado por el PAN, Daniel Ludlow Kuri, con el agravante de que éste no era panista, sino que renunció al PRI cuando no fue postulado y cómo estarían las cosas que los votantes premiaron su defección y optaron por éste y no por Meléndez.

«Tito» hizo carrera en el tricolor y en 1999-2001 fue secretario privado del gobernador Ángel Núñez Soto. De ahí saltó a secretario de Desarrollo Económico y diputado local suplente.

En 2003-2006 fue alcalde de Pachuca. En 2017-2018 fue delegado federal de la Semarnat. Un trepador gris sin gran cosa que ofrecer, en caso que llegase a una Cámara de Diputados en septiembre de este año, que tendrá la misión histórica de reconducir la política del país y evitar el colapso total a que conduce la 4T.

En cuanto a Ernesto Vázquez Baca, un episodio bochornoso cuando era diputado local le describe de cuerpo entero. Le dio por hacer burla de la necesidad de satisfactores de primer orden de un grupo de mujeres de Actopan. Fueron 300 madres de familia las que bloquearon la carretera México-Laredo, en protesta porque nunca les fueron entregadas las despensas prometidas.

Estuvieron desde las dos de la mañana en el lugar donde se haría la entrega, pero hacia las nueve de la mañana, personeros del diputado les informaron que las prometidas despensas no serían entregadas y que se fuera a sus casas. Furiosas por el engaño, decidieron hacer el bloqueo en la carretera Pachuca – Actopan, lo que obligó a Vázquez Baca a dar la muy dura cara, sólo para decirles con toda desvergüenza que «yo no tengo la culpa, fue el proveedor quien no cumplió».

Sucedió lo típico de los políticos de su clase: Varios meses antes, Vázquez Baca diseñó un «programa» de ayuda donde registró a unas cuatro mil personas, con la promesa de entregar en una primera parte 400 despensas, lo que nunca ocurrió. Ante las protestas de las indignadas mujeres, aseguró que las despensas llegarán días después.

Pero Vázquez Baca ya tiene experiencia en este tipo de conflictos, porque los tuvo también cuando fue delegado de Liconsa y los productores de leche se inconformaron por los múltiples requisitos que ponía para recibir las entregas y exigieron modificar el convenio con la paraestatal, además de que denunciaron que la empresa del Estado tardaba más de dos meses para pagar el producto.

De esto parece que también sabe del asunto el ahora subsecretario de Segalmex y ex jefe de asesores de Paco Olvera, Oscar Navarro Gárate, ahora por curiosidades de la política, incrustado como alto funcionario de la 4T.

Pero un asunto que genera risas en el PRI hidalguense es ese «doctorado» que presume, conferido por una fantasmagórica organización que ostenta el pomposo título de «Claustro doctoral Iberoamericano», que lo conforman «160 instituciones académicas» y que le confirió el título de «doctor honoris causa».

Claro, de esos “honoris causa” que se venden al mejor postor para añadir títulos rimbombantes, pero marca patito, a muchos vanidosos, carentes de verdaderos méritos profesionales y académicos para una distinción de tal naturaleza.

Lo más chistoso es cómo explica el organismo supuestamente académico, el por qué otorga la distinción: «El doctorado honoris causa se da a personas eminentes. Deviene de la expresión latina cuya traducción es ‘por causa de honor’, designación que se otorga principalmente a personajes que se han destacado en asuntos profesionales, culturales, artísticos o sociales y que no son necesariamente licenciados en alguna carrera».

DE TOR

Tal parece que el mérito de Vázquez Baca consiste en traficar políticamente con el hambre de familias marginadas; pero también cuenta con la fama de ser un verdadero sácale punta, a tal grado, hay que recordarlo, que cuando fue delegado federal en Hidalgo, siempre confrontó al entonces gobernador Francisco Olvera Ruíz eran tan frecuentes sus desencuentros con Olvera, que este último tuvo que declarar—palabras menos, palabras más—“los delegados federales, no trabajan conmigo”.

De ése tamaño fue el deslinde.

Pues aquí tenemos dos botones de muestra de candidatos a las diputaciones federales, o mejor dicho, aspirantes. Todo quedará en manos del organismo que hará la selección respectiva.

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