Inicio Columnas CANCILLER DE NERVIOS

CANCILLER DE NERVIOS

858
0

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 7 segundos

Por Samuel Cantón Zetina / @SamuelCanton

¿Está nervioso el canciller? ¿Teme que le hagan una jugarreta en MORENA? ¿Posee alguna información que no puede compartir pero que lo hace sospechar del método de selección? ¿Acaso el regreso de El Gran Elector?

La cuestión está en que lleva un tiempo pidiendo al dirigente Mario Delgado “reglas claras”.

Como respuesta ha tenido el anuncio de que en julio (dos meses más) saldrá la convocatoria.

Ahí deberán estar las reglas claras.

Hace unos días, Marcelo Ebrard insistió en el tema: “Él (Delgado) habla de evitar rupturas y conflictos. Tiene razón. Cuando no hay reglas claras, hay ausencia de reglas. Y es entonces la ley de la selva…”

Tal vez el principal planteamiento específico que hace el canciller es que los aspirantes se separen ya de los cargos públicos. Sin embargo, ésos tiempos los marca el INE.

Es muy probable que la inquietud del titular de la Cancillería se deba a su convencimiento de que por trayectoria política se merece la nominación.

Lleva más de 20 años trabajando en puestos relevantes con AMLO, aunque dos veces ha competido contra él: la primera, en 2000, para Jefe de Gobierno de la Ciudad de México (Ebrard fue aspirante del Partido del Centro Democrático que fundó su mentor Manuel Camacho Solís, y que tuvo una existencia efímera).

Otra vez, en 2012, se enfrentaron en encuestas internas para elegir al candidato presidencial.

Abajo en las preferencias de sus copartidarios, el canciller decidió no continuar.

De ganar, AMLO lo iba a hacer secretario de Gobernación, pero perdió contra Peña Nieto.

En la CDMX, 12 años atrás, López Obrador hizo a Ebrard asesor, secretario de Seguridad Pública -lo destituyó Vicente Fox a raíz del linchamiento de tres policias federales en Tláhuac- y de Desarrollo Social, de donde brincó a la Jefatura de Gobierno con el apoyo del tabasqueño.

Ya en 2018 lo nombró canciller.

En estas más de dos décadas, no ha quedado duda de que el paisano respeta su valía política.

¿Le toca?…

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here