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Por Samuel Cantón Zetina / @SamuelCanton
El daño está hecho.
Y ni la Guardia Nacional lo puede reparar tan rápido.
Luego de la ejecución de turistas alemanes en un restaurante del centro de Tulum, no hace ni 15 días, ahora fue la incursión de un comando armado con metralletas en una playa de Puerto Morelos, lo que provocó terror entre visitantes.
En los dos casos, la autoridad afirma que se trató de enfrentamiento entre grupos criminales por el control de la venta de drogas en la plaza.
Narcomenudeo, pues.
Más de 5 años de hacerse “de la vista gorda” con el tráfico de estupefacientes y la expansión de los cárteles en el estado, de complacencia y complicidad con ellos, hacen imposible que las autoridades federales recuperen rápido los territorios dejados al garete por el gobierno de Carlos Joaquín González.
Por órdenes del presidente López Obrador, la Guardia acudió hace un par de semanas a “blindar” al turismo de la Riviera Maya.
Se infiere que por los descalabros que propinó a los delincuentes, contra los que antes no se actuaba, la reacción de los criminales ha sido violenta y directamente contra el turismo internacional.
¿O puede ser casualidad que tanto el ataque de Tulum como el de Puerto Morelos se produjera en lugares concurrido por extranjeros?
Las autoridades quintanarroenses no fueron capaces ni de garantizar la seguridad de los visitantes de fuera.
Joaquín González, que se promueve con la 4T para Turismo (gracias al hermano, ya fue segundón), da la impresión de ya querer tirar la toalla, por incompetente, para refugiarse en Masaryk.
El viernes 5, en su primera plana, uno de los dos diarios más importantes de España, El Mundo -el otro es El País-, publicó a propósito: “La guerra del narco desata el pánico en la Riviera Maya”.
Y ya se sabe que por ser muy cuantiosas las inversiones ibéricas en el sector turístico de la Riviera Maya, los españoles son los europeos que más viajan a sus playas.
Se puede uno imaginar la repercusión y el quebranto económico que habrá allí.
En el ataque de Tulum, el gobernador minimizó la ejecución y la alerta de Alemania por la muerte de varios de sus ciudadanos.
Y todavía dijo que “todos” -de una u otra manera- somos culpables de ello.
¡Grande el tipo!
Antes, El Salvador protestó por el asesinato de una paseante de ese país.
Ahora fue más espectacular la agresión, con ráfagas frente al hotel Azul Beach Resort, y el contiguo Hyatt Ziva, en la Bahía Petempich, y saldo de dos muertos y un estadounidense herido.
Como en una película, los sicarios huyeron en lancha.
De inmediato, la embajada de EEUU en México emitió en redes sociales un aviso a sus ciudadanos para tener en cuenta sus recomendaciones.
Con la muerte de alemanes en Tulum, la representación germana sugirió a sus connacionales que no salgan de sus hoteles.
No obstante, hay que imaginarse las horas de angustia e incertidumbre que vivieron -en el nuevo episodio sangriento- decenas de personas.
El gobernador, que a diario presume o presumía “avances” en seguridad pública, no se había pronunciado sobre el último tiroteo.
Por cierto: Carlos Joaquín presume también siempre, como resultado de su “exitoso” gobierno”, que se mantenga el auge del turismo en la Riviera Maya.
Miente, igualmente como de costumbre, porque el sector vive a pesar de su administración, y no gracias a él.
A decir del titular del Consejo de Promoción Turística del estado, Darío Flota, con todo y los hechos violentos, las reservaciones en hoteles no disminuyen, y no hay cancelaciones.
Que los destinos quintanarroenses avancen contra viento y marea, en todo caso, es mérito de la belleza de sus recursos naturales, y de la labor de los hoteleros.
Según el gobernador, los turistas continúan viniendo a jugarse la vida porque son afectos a las emociones fuertes.
Pero la violencia no es solamente contra extranjeros.
Cancún continúa ensangrentada: en el fraccionamiento Prado Norte, un hombre apareció decapitado y embolsado cerca de un parque donde días atrás ultimaron a un sujeto conocido como “El Güero”.
En ese lugar, en apenas una semana, 4 personas fueron ejecutadas.
Tiroteos, acribillamientos y ataques desde autos, motocicletas o a pie se han hecho normales en la Región 260.
Un joven más habría sido asesinado en septiembre.
Lo anterior, mientras una familia nicaragüense -tres adultos y una niña- permanece desaparecida en Quintana Roo desde el 16 de octubre.
El fin de semana, tres colombianos -un hombre y dos mujeres- fueron hallados torturados y maniatados, con vida, en una camioneta en la SM 77 de Cancún.
Al menos, detuvieron a tres.
El baño de sangre, que la Guardia Nacional no ha podido detener, llevó a la senadora Marybel Villegas a escribir en Facebook: “Es muy triste ver lo que está pasando en Cancún. El deterioro ya no se puede esconder en convenios de publicidad. Si las autoridades locales no pueden, que renuncien…”
Se refirió a que esos millonarios contratos de publicidad con los medios y periodistas locales impiden que la gente conozca toda la verdad.
Carlos Joaquín gasta más de $500 millones al año en publicidad, y Mara Lezama fue acusada -en un debate por la reelección- de dilapidar $450 millones en promocionarse políticamente.
Los dos andan en campaña: el primer por SECTUR, y la otra para sustituirlo.
Y en Chetumal, la protegida de Ricardo Monreal consideró que el fiasco de la supuesta estrategia del gobierno estatal “ha puesto en riesgo la integridad de ciudadanos y turistas, y generado una mala imagen en el exterior…”
Dijo que desde que llegó Carlos Joaquín González a la gubernatura, se notó el desorden, consecuencia de la designación de Alberto Capella Ibarra como secretario de Seguridad Pública, en pago de favores a quienes financiaron su campaña.
“El Mando Único fue un fracaso, y no ha habido tampoco trabajo de Inteligencia, de allí -conforme a estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública- los 495 asesinatos de los 9 primeros meses del año”, sostuvo Villegas Canché.
CARLOS JOAQUIN: DESCARO TOTAL
Él, que entregó Quintana Roo a MORENA -en junio del año entrante culminará la vergonzosa cesión-, se atrevió a criticar al dirigente nacional Marko Cortés por decir (en un audio filtrado el mismo Día de Muertos) que de las 6 gubernaturas que se disputarán en 2022, el PAN únicamente tiene posibilidades de triunfo en Aguascalientes.
Si el gobernador no hubiera rendido la plaza, ¿cómo podría andar buscando chamba con AMLO?
Carlos Joaquín y el presidente Obrador, por militar en organizaciones diferentes, son adversarios políticos para efectos partidistas y electorales.
Sin la entrega del poder al movimiento guinda, ¿dónde cabría que el virrey del Caribe implore “hueso” federal?
Ya se habla de que no le darán Turismo -está Miguel Torruco-, pero sí alguna embajada.
El enterrador del Clan Joaquín -de su presencia política- justifica la entrega con que es “demócrata”, y que fue respetuoso de los resultados electorales.
¡Desvergonzado!
La realidad es que traicionó a la “Alianza por México” que lo hizo gobernador, para tratar de evitar que la 4T lo llame a cuentas por su desaseada gestión -la terrible inseguridad es solo un botón de muestra-, y de paso, conseguir otro cargo que lo mantenga años en nómina.
CANDIDATURA: ADIÓS A LAS FORMAS
Se pelea rabiosamente, y ya sin guardar formas, la candidatura a gobernador de MORENA.
No hay más: la oposición no tendrá nada que hacer, y nada más enfocará sus baterías al pleito por los distritos.
Habrá encuestas para elegir al abanderado (hombre o mujer), pero tres de ellos: Mara Lezama y los senadores Marybel Villegas y José Luis Pech, en el cruce de preferencias con aspirantes de otros partidos, emergen victoriosos.
Lo anterior descarta a Luis Alegre y a Rafael Marín.
Sin embargo, se supone que los sondeos arrojarán al mejor posicionado.
Según anunció Mario Delgado en su reciente visita a Quintana Roo, las encuestas -cuyos resultados a detalle no los conocerá el pueblo- comenzarán este mes.
Falta que en México decidan en qué estados llevará MORENA candidata, y en cuales, candidato.
Tres y tres.
Sorpresivamente, Rogelio Jiménez Pons entró al torneo de cinismo en que se convirtió la sucesión en MORENA -el Instituto Electoral no registra ni gastos ni campañas anticipadas-, al montar FONATUR una presunta ofrenda de muertos que en realidad sirvió para que Mara Lezama y Luis Alegre se promocionaran.
No es muy claro para quien Rogelio el altar, porque aunque la ofrenda estuvo “destinada” al Tren Maya, la ex locutora llegó como invitada especial.
¿Juega Jiménez Pons al “destapador”?
¿Bajó línea en tren?
¿No debiera estar más preocupado por cumplir a Obrador y terminar a tiempo el ferrocarril?
Más extraño fue que Alegre, representante de AMLO ante el TM, no llegara al lugar, aunque sí colocó una calavera con su foto en gigante, mientras Mara se apareció pavoneándose, como Canelo en el MGM.
¿Será castigado Rogelio por usar recursos públicos en causas proselitistas?
Fiel a su costumbre de decir una cosa y hacer otra, Lezama declaró en el evento: “Hay que ser cautelosos en los tiempos” (de la nominación), y que llegado el momento -“creo no falta mucho”- dirá si va o no por la candidatura.
Allá los electores si -como dicen los colombianos- “le comen el cuento…”
Simultáneamente, la alcaldesa se da otra ayudadita con el Ya merito (ooootra vez) de los estudios de rehabilitación del bulevar Colosio.
“Espero en breve tener buenas noticias…”, señaló.
Gana tiempo.
Por su parte, la senadora Marybel Villegas continúa muy misteriosa en redes.
Hace campaña brutal contra Aguakán, empresa a la que ya observa “fuera de Cancún” con la consulta que ella misma logró, y para la que presumiblemente han votado a favor 50 mil almas.
Tiene sentido, porque se trata de la bandera más rentable que en lo electoral posee.
“Estamos cada vez más cerca de acabar con años de abusos y mal servicio. Aguakán se va a ir de Quintana Roo”, anotó en su cuenta de Facebook.
La autoridad electoral le quitó en 2009 la candidatura a diputada federal por actos anticipados de campaña.
Aunque lo más raro es que en las plataformas -al menos, la de Zuckerberg- se exhibió nostálgica, filosófica, y colocó una nota de despedida: “A veces, y aunque duela, lo más sano es decir adiós…”
Puede estarse divirtiendo, o engañar con la verdad y anticipar su salida de MORENA, si pierde las encuestas.
En días sabremos.
¡QUIETO, GUARDIÁN!
La tragedia de la familia Ocaña es la misma de cientos de mexicanos que a diario pierden violenta y abruptamente a un ser querido.
Pero cuando se trata de la posibilidad de que los verdugos sean policías, alcanza a toda la población.
México no tiene guardianes confiables ni eficientes, y de repente, ni siquiera son ajenos a sus desgracias.
Octavio Ocaña hubiera cumplido ayer 23 años.
Uniformados lo persiguieron por no detener el vehículo, haciéndolo chocar.
Según la autoridad, se mató con su propia arma por accidente.
La “esclava” de oro de “Benito” de la serie Vecinos desapareció (se le ve en el video donde agoniza).
Patrulleros son responsabilizados por la familia tanto del robo como de su muerte.
Montañas y montañas de dinero en plazas, sueldos, equipos, instalaciones y “capacitación” de los policías, y no tenemos seguridad.
Ellos no muestran respeto por la población, ni temor por las instituciones o por los castigos con que sus superiores los amenazan.
Apenas el 3 de este mes, el presidente Obrador ordenó poner a disposición del MP a los integrantes de la Guardia Nacional que en Chiapas dispararon contra migrantes.
Asesinos, violadores, secuestradores, ladrones, cómplices, escudados descaradamente tras el arma y la chapa.
Como jefe de la policía de la CDMX, Arturo Durazo tenía definida una línea de acción a la que se apegó religiosamente: ningún delito de policías contra la gente sería tolerado.
Creó al interior de la corporación una instancia que investigaba las denuncias populares, y sancionaba -de verdad- a los polis abusivos.
Hoy, el poder civil se conforma con los ínfimos resultados que los custodios dan a la ciudadanía, y encubre a los que se convierten en sus enemigos.
Olvidan que quienes pagan las quincenas de los burócratas son los mexicanos con sus impuestos.
José López Portillo echó en cara a la prensa que no le pagaba para que le pegara.
Tampoco los contribuyentes pagamos a los policías para que nos maten.
Y DE MAÑANA…
EN COAHUILA, la “influencer” Lore Garza rifó una camioneta, ¿y quién cree, lector, que se la sacó? ¡Su mamá! “No había manera que yo supiera qué números iban a salir…” (según la celebridad, el sorteo se hizo conforme a la Lotería Nacional) Ya andan felices las dos montadas en la troca. En redes circula también un segundo video de Octavio Ocaña. Anteriormente apareció inhalando cocaína. En el más reciente, disparando al aire -tomado- una pistola. Al parecer, los policías se quedaron con su celular, y filtraron los videos. Hasta nombre hay de quien supuestamente se apoderó del móvil: la ex poli Lesly Monroy. Y en la CDMX, el “standupero” Carlos Ballarta se procura fama atacando a Chespirito. En un texto increíblemente publicado por The Washington Post, dice que fue “lo peor” de la comedia mexicana, que Televisa lo utilizó como instrumento de manipulación de los jodidos, y que dos veces se presentó en el Estadio Nacional donde Pinochet “torturó estudiantes”. ¡Qué país!…