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* Seguramente desesperado porque su sindicato no termina de consolidarse por las mentiras que dice, de tener la exclusividad del TFCA para afiliar a los trabajadores del IMSS-Bienestar, pese a ser desmentido en tal sentido por el titular de ese organismo, Plácido Morales; Ricardo Cruz, decidió invitar como su aliado al ex líder de la Sección 12 del SUTGCDMX. El problema es que Carreón Garcés, dista de ser un líder que se ajuste a la transparencia establecida en la nueva Reforma Laboral pues todavía tiene cuentas pendientes con la ley por venta de plazas y miles de comisiones sindicales
Por Guiuseppe Gatopardo
Especial para Expediente Ultra
Parece imposible que el ex líder de la Sección Doce del SUTGCDMX, Héctor Carreón Garcés, pueda desprenderse de los genes de la “piratería” que le han acompañado durante toda su vida y por los cuales en el año 2000, fue a parar a un Reclusorio de la CDMX, acusado de violar derechos de autor al copiar películas de manera ilegal y venderlas en hospitales como el Rubén Leñero, donde ingresó a trabajar como chofer de ambulancia y camillero.
Ahora repudiado por las bases de la Sección 12 e inhabilitado como trabajador en activo de la Secretaría de Salud del Gobierno capitalino, por la determinación de un juez, busca ejercer la “piratería sindical” con sus ex compañeros, haciéndola de “chalán” del líder del Sindicato Mexicano de Salud (SIMESA), Ricardo Cruz Cotero, con quien Carreón comparte la propensión a la mitomanía.
En las redes sociales ya circula un video de la alianza de Carreón con Cruz Cotero; éste último, sigue vendiendo la peregrina idea a los trabajadores del sector salud, de tener la “exclusividad” para afiliar en el país a los trabajadores del IMSS-Bienestar, pese a haber sido ya desmentido en tal disparate por el propio presidente del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), Plácido Morales.
Pero esto a Carreón no le importa y aparece en la imagen feliz y sonriente tras recibir un distintivo que lo acredita como nuevo miembro de SIMESA, a pesar de ya no ser un trabajador activo en la rama médica. El ahora fiel escudero de Ricardo Cruz acaba de subir a las redes un podcast donde a los trabajadores del Belisario Domínguez les comenta “tener el gusto de decirles” que SIMESA es el sindicato que los va a representar ante el IMSS-Bienestar.
Y blofea en su misiva: “demostraré en los hechos lo que demostré ocho años, siendo Secretario General de la 12; los que hablan mal de mí son de puro ardor, de puro coraje, dice el “Batichiflado”, quien eso sí, condiciona su apoyo a todos y todas “siempre y cuando sean mis amigos”.
Ahora que el ex líder confirmó su naturaleza saltimbanqui, traicionando abiertamente al Único, es bueno que si se aparece por la Doce, los trabajadores le pidan un corte de caja de todas las fechorías cometidas en sus dos periodos y de las cuales por supuesto que nada dice en sus incontables falacias subidas a sus redes.
¿Ardor, coraje? Diríase que los trabajadores de la Doce lo que tienen en una justificada indignación contra un personaje que se la pasó fanfarroneando sus excesos y riquezas malhabidas ante unas bases a la que vendió todo, lo mismo plazas que comisiones o préstamos.
Si Carreón está por emprender una nueva fase de su naturaleza “pirata”, debe empezar por explicar a sus ex compañeros cómo es que mientras los miles de sus ex agremiados deben hacer denodados esfuerzos por ahorrar para llevarse a sus familias de vacaciones, al menos a Acapulco, en las redes sociales su hija Esli Ingrid Carreón Villanueva –comisionada en la Sección 13–, se ha dado el lujo de viajar por los diversos puntos del mundo como lo mostraron en su momento fotos a bordo de una góndola nada menos que en los canales de Venecia. Uno de sus tantos periplos.
Algunos medios publicaron también en su momento, fotografías de la chica a bordo de un helicóptero que a decir de sus antes aliados de Carreón, su hija se daba el capricho de volar con su novio a Valle de Bravo. Cada hora de vuelo en una aeronave de esa naturaleza ronda los dos mil dólares; es decir, unos 40 mil pesos.
El medio calculó que de la CDMX al bello destino turístico del Estado de México, se hacen por lo menos una hora de ida y otra de vuelta por lo que los caprichos de fin de semana de la hija del nada honesto líder, costaban unos 80 mil pesos.
Quitarle un pelo a un gato para un líder corrupto que ganaba millones al mes, robando y extorsionando a sus agremiados que cínicamente dice haber defendido. Las publicaciones en redes sociales donde se plasmaron las excentricidades del ex líder y su familia, son abundantes y ahí siguen vigentes para quién dude de la torcida personalidad de Carreón.
Muchas explicaciones como ésta les debe este personaje a los trabajadores de la Doce, a los que, por cierto, nunca les rindió cuentas de las cuotas sindicales.
Calculadora en manos, los agremiados de la Doce pueden encontrar por sí mismos respuestas a la escandalosa y súbita riqueza del extravagante, violento y abusivo ex dirigente, pues cuando tras la derrota de la candidata del PRD en el 2018, Alejandra Barrales y la llegada de la Doctora Claudia Sheinbaum, los nuevos funcionarios se llevaron una mayúscula sorpresa al detectar la presencia de más de mil comisiones sindicales, que a razón de 6 mil pesos mensuales, daban un gran total de seis millones de pesos.
Pero seguramente que la calculadora seguirá aumentando ceros en las cuantiosas e ilegales ganancias que en su momento se embolsó Carreón cuando vendía las plazas de médicos en 120 mil pesos y las de galenos especialistas en 150 mil.
¿Qué le deben entonces las bases de la Doce a este redomado pillo?, ¿con qué cara dice que los va a defender si fue a su esposa, hijos, padre, incondicionales y demás familiares a los que metió de aviadores en las nóminas del GCDMX, con altos sueldos y comisionados? A los trabajadores les jugó chueco porque su liderazgo fue sencillamente un negocio personal.
Pruebas documentales hay. Y de sobra. Como también más de un centenar de denuncias presentadas ante las autoridades capitalinas, por gente a la que defraudó y no cumplió con la entrega de plazas y comisiones. Estos delitos no han prescrito y Carreón no los ha subsanado ante la justicia.
Pero no solo son los trabajadores a los que debe rendir cuentas, también la ciudadanía debería de juzgarlo como un verdadero criminal porque dejar a los hospitales y centros de salud de la CDMX sin mil médicos, paramédicos y enfermeras que no asistían a laborar porque Carreón les vendía sus comisiones, eso es un acto de la peor bajeza.
¿Cuántas vidas no se perdieron por la ambición de este sujeto y los funcionarios corruptos como el ex titular de Personal, Miguel Ángel Vázquez y el ex Secretario de Gobierno, Héctor Serrano?
Dudamos que Ricardo Cruz Cotero no sepa la clase de aliado que acaba de sumar a su sindicato de chocolate, pero por si no lo sabe sería bueno que investigue antes de que Carreón terminé por darle el tiro de gracia al SIMESA, que ya de sí nació torcido y difícilmente aparece como el arquetipo que exige la nueva Reforma Laboral.
Y lo decimos porque uno de los pilares contenido en el nuevo ordenamiento legal establece como insalvable requisito a la transparencia. Ahora que Carreón dice que se sumará a SIMESA, sería indispensable que rinda su declaración patrimonial a los escasos agremiados de la naciente organización y les explique por qué siendo un dirigente sindical se dedicó a traficar hasta con contratos de medicamentos y uniformes con funcionarios timoratos como el entonces titular de la SEDESA, Armando Ahued.
¿Será acaso que Cotero pretende reeditar en SIMESA esta galopante corrupción? Si es así, no cabe duda que en Carreón tendrá un asesor de primera y de afiladas uñas largas.
En todo el país, los escasos afiliados al SIMESA han comenzado a desencantarse por la falta de genuina democracia y represión ejercida por Ricardo Cruz y su reducido grupo de operadores, pero sobre todo por la sarta de mentiras y engaños con que su dirigente busca engatusar a los trabajadores para que se afilien a su organización.
Cotero, en tal sentido, puede jactarse de haber hecho una buena adquisición sumando a sus filas a Héctor Carreón. El problema es que los trabajadores de la Doce lo conocen hasta en la sopa y se antoja difícil, casi imposible, que les vuelva a ver la cara; además, otro punto en su contra es que los actuales funcionarios saben la clase de ficha que es el ex líder y eso lejos de abonar negociaciones con el famélico SIMESA, puede terminar colapsándolo en la CDMX.
Hay dúos que resultan muy éxitosos como el de Hanna-Barbera, y hasta divertidos como Tin Tán y su Carnal Marcelo, Viruta y Capulina, pero Cotero y Carreón no son nada chistosos… ¡son patéticos¡
Amigo trabajador, esta historia de “piratas”, mitómanos y bandidos continuará. Nos leemos en nuestra próxima ESQUINA DEL MOVIMIENTO…