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Conformado: Margarita Zavala se «autodestapa»; buscará presidencia en 2018. No luchará por la dirigencia del PAN, que Ricardo Anaya anunció él sí buscará.
Como expusimos en El Reportaje de hoy, en El Acento Periodístico del 12 de mayo, “La reelección no solo el poder aloca a los Presidentes”, quinta parte de la serie. Asimismo, la nota del 20 de mayo.
Y obvio, en el PAN, se lanza inmediatamente la aspiración del alfil de Gustavo Madero. Este se quedaría como coordinador de la bancada blanquiazul en San Lázaro.
La tarde de ayer divulgó Azteca Noticias la noticia de que la señora Zavala va por la sucesión de 2018. Es la primera vez que una primera dama se decide a competir abiertamente por la primera magistratura.
La ex primera dama publicó su decisión de buscar la Presidencia de la República en 2018 y advierte “no contenderé por la dirigencia (de AN). El partido tiene hombres y mujeres a la altura de este desafío y confío en que en el PAN podremos tomar la mejor decisión. Por estas razones he decidido que en los tiempo que señala la ley electoral, buscaré la Presidencia de la República”.
Su mensaje, se publicó en su cuenta de Twitter. La esposa del ex presidente Felipe Calderón precisa que dentro del PAN se necesita de un nuevo proyecto nacional debido a las actuales circunstancias del partido.
“Voy a recorrer el país, escuchar a la gente, hablar de nuestras posibilidades y de lo que queremos para el futuro. Estoy convencida que podemos darnos en la elección del 2018 un gobierno que dignifique la política para benefició de los ciudadanos”, afirmó.
Se confirma nuestra presunción –en El Reportaje de Hoy de que ella estaría en esa línea.
La ex primera dama publicó un video en su cuenta de twitter en donde se «destapa» como aspirante a la presidencia en 2018.
“He decidido que en los tiempos que señala la ley electoral, buscaré la Presidencia de la República“, menciona la esposa del ex Presidente Felipe Calderón, mencionada en varias ocasiones –durante y después del anterior sexenio. Jamás se había definido tan claramente.
Zavala dijo que buscará convencer a simpatizantes del PAN y de otros partidos. “Construiré, de la mano de los ciudadanos, un proyecto nacional que congregue a panistas, claro, pero también a quienes han votado por otras alternativas políticas y a quienes han dejado de creer en los partidos como un instrumento de nuestra democracia“, manifestó.
Margarita Zavala buscará recorrer el país para recoger ideas que puedan apoyar su candidatura dentro o fuera del PAN.
Y ahora resulta que a Jaime Rodríguez, El Bronco, lo quieren silenciar para siempre. No todos –se supone- están felices con él.
Jaime, sin embargo, se encabrita; ahora que le tocó la rifa del tigre, quiere domar al Nuevo León que aún no tiene en la jaula.
Eso sí, es obvio, no para de repetir a Vicente Fox, quien parece su inspiración, por lo que se ve. Ya habla de que la suya es un espejo de la primavera árabe a la mexicana.
Y así, Bronco como es, un político que se enmascara de independiente, como si fuera una generación espontánea, se salta las trancas de toda norma.
Es posible que estemos ante otro Fox, a la neolonesa; olvida que lo peor que ser un mal perdedor, es ser un mal ganador como lo fue Vicente y como podría ser Jaime.
Las ocurrencias de ‘El Bronco’
Apenas se enfriaban las computadoras que dieron en los conteos rápidos los números que ubicaban ganador a El Bronco; cuando se cimbraban medios de Europa que le siguen en todos los potreros a El Bronco, este ídolo exprés, soltaba a El País, de Madrid, una bomba mediática que de inmediato le compraron.
Igual que cuando Fox, ahora la noticia son pues las ocurrencias de un ídolo popular que necesitan los medios. “Hay un encabronamiento colectivo por los temas de corrupción”
A El País, El Bronco le dijo que él es el iniciador de la primavera mexicana, catalizador del despertar de la sociedad mexicana que tiene “un encabronamiento”
Y, claro, si algo resulta fácil en el mundo de las redes sociales, es que a un político, a un ídolo más que reciente, lo etiqueten. Pero autoetiquetarse, es parte de los excesos de los malos ganadores.
El Bronco, declaró más aún al rotativo madrileño que desaparecería el Mando Único en Nuevo León. Esto es, el eje de la política de seguridad en el estado.
Y, una de dos, o lo dice por ignorancia o por celos del promotor de ese mando único en Nuevo León: el gobernador saliente, Rodrigo Medina. Es quien derrotó.
Si algo le valía aprobación a este mandatario de salida este año, es el Mando Único, que comenzaron a clonar otros estados.
El Bronco da muestras de, innecesariamente pegar palos de ciego; triunfador como es, no necesita sino
-quizá- callarse a tener el mando.
Pegarle a su oponente en el suelo como está, es mala señal para su futuro inmediato: Rodrigo Medina representa lo peor de un partido al que partió Jaime.
Pero El Bronco no tiene por qué representar a lo peor de los peores políticos a los que derrota.
Derrotó al PRI de Medina; a la candidata de Medina, Ivonne Álvarez. Lo que le queda –o eso se espera en la población- es una conducta de altura. No la de un bravero de barrio.
Como el hábito no hace al monje, aunque sí lo representa, Jaime debe saber que no es suficiente ganar; es necesario aparecer como ganador y buen ganador, como todo parece en él.
Ser un mal perdedor, es lo común; no ser un buen ganador.
Es preocupante.
Pero ahora hay algo más temerario: la versión sobre que El Bronco estaría en la mira de posibles intentos de asesinarlo, según “Anonymus”. Hay intenciones de asesinar a Jaime, alertó, sin más.
Si, de por sí, preocupa la gran confusión que se ve en Jaime Rodríguez: quiere ser más bronco que gobernante.
Analistas como Raymundo Riva Palacio dicen que sus palabras despiertan temores a meses de sentarse en la silla del Ejecutivo estatal. Si “El Bronco” es tan cerril y rudimentario, las cosas no pintan bien para nadie.
Somos una democracia -sin demócratas, nos acusan- en donde llegamos a ver privilegiar las ocurrencias. Y, simpáticas y todo, pero al fin ocurrencias; estas no generan, no hacen gobernantes.
Sus ocurrencias en las redes sociales suelen potenciar hasta lo intrascendente. Pero en Jaime sedujeron a jóvenes. Según Parametría-El Financiero, dos tercios de sus votos, procedieron de gente entre los 18 y 25 años., apunta Riva Palacio.
Cuidado con desestimar lo que significa. No es Yo soy (la vacilada) “Yo soy 132”.
Fue pues un fenómeno extraño para su edad; las multitudes se identifican más con los de su generación.
En la entrevista con el rotativo madrileño el hombre del día decía que estaba muy molesto o decepcionado de las opciones tradicionales.
Pero no dijo que tardó 33 años en darse cuenta del partido en que militó con entrega, hasta que ya no le dieron oportunidad, como él quería; ser candidato al gobierno de Nuevo León; lo clásico en quienes dejan su partido de origen.
Ante “El País” Jaime fue poco “ciudadano” y más “político” y político bronco.
Redujo su maniqueísmo: “Hay un encabronamiento colectivo por los temas de corrupción”. “A nadie le gusta que los funcionarios se hagan ricos con tus impuestos”. “Sí hay un enojo desde la parte alta hasta la parte baja de la sociedad”. “No estaba pasando eso en México, pero este es un despertar”.
Pero El Bronco no explica en donde estuvo tantos años cuando México se torcía; ¿cuándo dio muestras Jaime de inconformidad con ese México?
Él estaba del lado de los malos gobernantes. Del PRI de a corrupción que -por añadidura- no le dio mejor trabajo a él, como por ejemplo, ser candidato y luego gobernador?- antes no renegó de su estatus.
Ahora habla por la población que esta “encabronada” no por él.
Riva Palacio dice –directo- que Jaime es un “producto refinado de la clase empresarial neoleonesa, que lo financió desde un principio, y que contrató a los desarrolladores de sus redes, quienes le trazaron la estrategia virtual con la que arrancó su campaña hace casi un año.
“El Bronco” –sigue- no es resultado de la espontaneidad del hartazgo popular, sino el producto de un experimento exitoso. Las redes sociales lo llevaron al primer plano de la seducción de aquellos insatisfechos, muchos de los cuales viven en el mundo virtual.
No habría sido posible la movilización electoral de no haberse trasladado la agitación virtual al mundo real, donde el periódico “El Norte” jugó el papel de articulador del descontento. Que no se equivoque.
Algunos dictadores en el mundo árabe fueron derrocados como consecuencia del descontento nacional que fracturó las elites y los ejércitos.
En Nuevo León no se derrocó a nadie
las elites apostaron por él. “El Bronco” ganó una elección porque no querían que ganara la candidata del gobernador Rodrigo Medina, agraviados por los actos de corrupción de su familia y detonaron la oposición estatal. Nuevo León no fue un despertar ciudadano, sino un castigo directo a Medina y lo que él representaba. Tampoco provocó un voto antiestatus quo; los electores repartieron los demás cargos de elección popular entre el PAN y el PRI.
“El Bronco” tiene que detenerse a pensar de dónde surgió y para dónde va. Se lo debe a sus electores, a los empresarios, a quienes les dio un cheque en blanco para que le nombraran a su gabinete económico y permitió que le colocaran a uno de los suyos, el respetado Fernando Elizondo, para que se haga cargo de los asuntos de gobierno.
“El Bronco” inició con la negación a lo que lo llevó al poder. Anunciar que va a eliminar el Mando Único es ir contra lo que la elite neoleonesa ayudó a construir, con financiamiento y apoyo. Va contra la esencia de la gobernabilidad que ellos, junto con Medina, construyeron con el exitoso modelo de seguridad.
Rodríguez tendrá que salir de su borrachera de triunfo y voltear a la realidad. Se lo debe a los electores que lo voltearon a ver por ser quien estaba justo en el lugar correcto en el momento preciso –gracias a que lo llevaron los empresarios al mundo real–, como la única opción de cambio. No puede defraudarlos a ellos. No puede, tampoco, defraudar a los mexicanos que ven en el concepto de candidato independiente, una ventana de oportunidad real para futuras elecciones.
O un sistema democrático y frivolidad foxista
Para Carlos Ramírez, la transición de facto en Nuevo León, ocurrida con el arribo de un ex priísta apoyado por empresarios a la gubernatura, definió el gran dilema:
Usar el cambio para la instauración de un sistema local democrático con nuevas reglas o el modelo Fox de la frivolidad personal agotada sólo en el voto.
El gran problema de El Bronco –recalca Carlos Ramírez- será la clase media que votó por él y que está harta del PRI y del enriquecimiento de los empresarios. Por tanto, El Bronco tendrá que decidir pronto si le apuesta a la reforma del poder o se quedará estancado sólo en el efecto mediático de su triunfo.
Y –contundente- espeta: la primera semana después de la victoria ha sido de su auto promoción mediática sin ninguna idea real de conocimiento del poder.
Operación atajen a Margarita, en el PAN
Ante la posibilidad de que Margarita Zavala se cuele al proceso de renovación en la dirigencia del alicaído Partido Acción Nacional, PAN, se aceleran los acelerados.
Buscan recomponer la directiva, a modo, antes que surjan ideas de multiplicar aspiraciones.
Gustavo Madero aprieta tuercas para asegurarse como el poder tras el CEN Azul. Esto, por la vía de Ricardo Anaya, su alfil en la Cámara de Diputados, al que sustituirá pronto.
Como efecto electoral adverso, el coordinador de la bancada azul en San Lázaro, Anaya pidió a Madero, adelantar la contienda interna.
En un video enviado a la militancia, difundido a través de su canal de YouTube este fin de semana, el hombre de las confianzas de don Gus reiteró su deseo de contender por la presidencia nacional de AN.
Dice que es tiempo de cerrar un ciclo con una crítica profunda, y con una actitud constructiva y de futuro.
«Sostengo que lo más conveniente es que se convoque, a la brevedad, a la renovación de nuestra dirigencia nacional. Yo le he mandado una carta al presidente Madero, pidiéndole que se emita la convocatoria, y le he expuesto las razones de mi solicitud», expuso.
Hace más de un año Madero fue rectificado como dirigente nacional de Acción Nacional tras la primera elección interna. El senador Ernesto Cordero no resultó ganador.
Durante dicho proceso, Ricardo Anaya desempeñó la labor de dirigente nacional, hasta que regresó Madero, de permiso.