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*No se trata de ser aguafiestas, respecto a la optimista aseveración presidencial -sustentada en informes científicos- de que “ya se ve la luz al final del túnel”, pero la verdad es que el control del COVID no está cerca.
Por Samuel Cantón Zetina
De lo que se estaría cerca, en todo caso, es del pico de contagios. De lo peor del brote.
Ahí llegaríamos a los números máximos de casos y de muertos.
A partir de ahí, empezarán a bajar lentamente.
Lo anterior significará que los sistemas de salud dejaron el colapso, los que llegaron a él, y que volvieron a estar condiciones de recibir a nuevos pacientes, ésta vez ya no por docenas y cientos diarios.
Vendrán luego varias etapas de retorno a las actividades productivas esenciales, y de levantamiento paulatino del aislamiento de la población.
Será apenas la primera parte de la pandemia.
La segunda tiene que ver con la existencia de una gigantesca franja de población asintomática, potencialmente transmisora del virus, cuyo paradero, y a qué porcentaje asciende, se desconoce.
Es el otro enemigo. Invisible pero real, y de repente, mortal.
Tendría que preguntarse usted por qué todos los países que cumplieron la fase inicial alargan meses sus restricciones e imponen obligatorio el uso de cubreboca en el transporte público y en los lugares de mayor concentración de gente, si ya no hubiera peligro.
Los contagios proseguirán por meses, o hasta que haya vacuna, con la enorme ventaja de que los hospitales no estarán a tope y sí mucho mejor preparados.
Y sin dejar de lamentar la pérdida de cientos de vidas, el aplanado de curva azteca resulta sobresaliente desde la experiencia de las naciones más afectadas.
Que el coronavirus llegara con retraso de dos semanas, explicó el presidente, dio a México tiempo para levantar la infraestructura requerida.
Si en esta y la siguiente semana, previstas para tocar pico, damos el brinco a 35 mil casos, y los occisos se elevan a 3 mil 500 -vamos con alta letalidad, en Tabasco (Villahermosa) incluso más que la media nacional- seguiremos librándola bastante bien.
De prolongarse el alcance del pico, los costos en vidas, desde luego, se incrementarán.
Virus para rato.
