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* Los agremiados de Desarrollo Urbano, Ecología y Obras Públicas, tienen ante sí a dos aspirantes: Héctor Castelán, que ha estado al lado de las bases peleando sus derechos y dando resultados; y, Marco Antonio Flores, señalado en Xochimilco de venta de plazas y dígitos, que pretende sumar a su planilla a acosadores y pillos que se robaron uniformes de trabajadores en la pandemia del Covid-19
Por Giuseppe Gatopardo
Especial para Expediente Ultra
Dos proyectos diametralmente opuestos se enfrentarán en las urnas el próximo 13 de octubre por la dirigencia de la Sección Nueve “Desarrollo Urbano, Ecología y Obras Públicas”, del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la CDMX (SUTGCDMX); uno, encabezado en la Planilla Amarilla por Héctor Castelán Moreno, que representa una gestión con resultados y atención a los trabajadores, y otro con Marco Antonio Flores Castro, ex delegado de esa sección en Xochimilco, por la Planilla Roja, que busca tomarles el pelo a sus compañeros que, al menos en su alcaldía, lo conocen de sobra por sus oficios de vendedor de plazas y dígitos sindicales.
Castelán Moreno ha sido un dirigente que ha estado al lado de sus compañeros cuando de hacer valer sus derechos y alzar la voz se ha tratado, razón por la cual se ha ganado el reconocimiento tanto de su comité como de sus bases, algo que difícilmente puede argumentar a su favor Flores Castro quien ya buscó la Secretaría General de la Nueve en el 2001, pero no logró que votarán a su favor ni los agremiados de su natal Xochimilco.
Durante su gestión como delegado sindical en esa alcaldía, mostró su inocultable ambición y se dedicó ofrecer plazas en venta, lo mismo que dígitos; el asunto fue tan evidente y los acosos de todo tipo contra sus compañeros y compañeras tan intensos que de 63 agremiados ahora solo hay 29. Fueron las crecientes y constantes quejas en su contra las que orillaron a darlo de baja en su cargo de representación.
Nos dicen trabajadores que Flores Castro siempre ha sido un representante sindical de medio pelo, acostumbrado a rodearse de gente inescrupulosa a la que le crecen muy largas las uñas y de muy malas mañas, a la que ahora busca sumar a su planilla.
Citamos dos casos conocidos por toda la base trabajadora: Martín Saldaña, sujeto que en plena pandemia del Covid-19, lea usted, se robó cien mudas de ropa de los trabajadores operativos de Iztapalapa. A este pillo, los directamente afectados pidieron, con justa razón, su cabeza, pues además de prepotente y altanero siempre andaba hasta las chanclas, pidiendo dinero por trámites que debían ser gratuitos y además, eran su obligación.
Otra “finísima” persona que se ha jalado a su “proyecto” sindical, es Juan Jara, conocido acosador de mujeres quien escenificó un hecho bochornoso y grave nada menos que en un mitin realizado en pleno Zócalo Capitalino, donde tocó sus partes íntimas a una mujer embarazada; al verse descubierto el sujeto echó a correr dejando en el sitio a seis compañeros del comité de la Nueve que terminaron siendo acusados por la agredida, al solicitar la presencia de dos policías.
Sin deberla ni temerla, los miembros del comité seccional, fueron señalados por la mujer como “acompañantes” del violentador. Tan ruin acción tuvo un costó de varios miles de pesos para evitar que pagaran justos por pecadores, evitándose así que los trabajadores fueran detenidos por algo que no hicieron.
Por supuesto, Juan Jara fue separado del Comité, pero ahora y a sabiendas de cómo se las gasta este acosador y violentador de mujeres, Marco Antonio Flores Castro, pretende que regrese a un cargo sindical. Ya sabrán las trabajadoras de la Nueve lo que les espera si votan por la Planilla Roja, donde se contempla el retorno de verdaderas “fichas”, como este enfermizo sujeto.
Dicen que sobre advertencia no hay engaño y para los agremiados de la Nueve no les será nada difícil comparar a ambos candidatos y darse cuenta que los hechos y logros alcanzados son las mejores cartas de recomendación para Héctor Castelán; situación diametralmente opuesta en el caso del candidato de la Roja a quien, por cierto, no se le pararon ni las moscas durante el evento que organizó con motivo del Día del Padre, con el fin de arrancar su campaña.
Y por algo será, pues quienes lo conocen bien, saben que ni locos votarían por él y menos por las “finísimas” personas de las que se rodea.
Estimados lectores, nos vemos y leemos en la próxima ESQUINA DEL MOVIMIENTO…
