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POR LA REDACCIÓN DE MEXICO_SOCIAL
Tras el anuncio de la farmacéutica Moderna sobre el 94% de efectividad de se vacuna contra el COVID-19, así como los anuncios que se han hecho previamente por Pfizer y otras empresas sobre sus acelerados y positivos avances, los organismos internacionales llaman al mundo a dar un paso hacia adelante y pensar en otros aspectos, como su distribución, almacenamiento y número de dosis.
Para lograr que la entrega de la vacuna sea equitativa y global, es necesario que los sistemas de salud puedan transportarla y almacenarla, lo cual al día de hoy resulta una labor de alta complejidad, dadas las condiciones de los sistemas sanitarios alrededor del mundo.
Actualmente hay 10 vacunas en la fase 3 de ensayos clínicos, de las cuales existen dos casos en los que su transportación y almacenamiento alcanzaría una gran complejidad. Se trata de dos vacunas que usan material genético del virus que requiere un almacenamiento a -70 ºC.
El organismo informó que hasta el momento no hay ningún sistema de salud del mundo que esté preparado para cubrir dichas necesidades de almacenamiento y transporte debido a la cadena de frío que requiere para su traslado.
“Ningún sistema de salud en el Caribe, en América del Sur, en los Estados Unidos, en Europa están listos para manejar estas vacunas (…) Si los países van a utilizar esas vacunas tendrán que prepararse. Las otras ocho vacunas que están en fase 3 sí se pueden manejar en las cadenas de frío que encontramos hoy en cualquier país”.
Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud señaló al respecto que el organismo está en pláticas con instituciones financieras para fortalecer las cadenas de frío de los países.
Puntualizó que si algún país decide utilizar esa vacuna, necesitará conseguir nuevos almacenes para transportarla a esa baja temperatura, pero que, una vez llegando a las salas de vacunación, es posible almacenarla a temperaturas de entre 2ºC y 8ºC durante un periodo de hasta cinco días.
“Este es un desafío para todo el mundo ya que por primera vez vamos a tener vacunas con estas características disponibles”, destacó.
Las dosis serán limitadas
Aunque la a Organización Mundial de la Salud ha declarado que se encuentra “feliz” y “alentada” tras los resultados preliminares de las vacunas contra el COVID-19 de Moderna y Pfizer, ha pedido a la comunidad internacional esperar hasta conocer los datos finales y seguir de cerca qué efectos adversos pudieran presentarse en los pacientes una vez concluidos los ensayos clínicos.
Soumiya Suaminathan, científica jefa de la OMS, ha dicho que al menos se debe dar un seguimiento de dos meses a los pacientes que han recibido la vacuna para evaluar los posibles efectos secundarios, además de que existen todavía muchas interrogantes sobre cuánto durará la protección que proveen.
“El panorama es bastante prometedor y tener a dos candidatas con más del 90% de efectividad es muy esperanzador, pero hay muchos desafíos en la implementación todavía”, señaló Mariangela Simao, experta en vacunas y tratamientos, en la conferencia bisemanal de la OMS.
Suaminathan explicó también que en la primera mitad de 2021 las dosis serán muy limitadas y que muchas de las compañías ya han hecho pactos bilaterales con algunos países, por lo que muchas de las dosis ya están prometidas para naciones específicas.
“Nuestro objetivo es que podamos tener suficiente en nuestro mecanismo para los más vulnerables, como los trabajadores de salud que están siendo desproporcionalmente afectados por la pandemia. Queremos que estén protegidos sin importar de qué país vengan. Esto requiere solidaridad global”, expresó.