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*Los organismos autónomos se ven cada vez más atacados por esta administración, pero hay aspectos de su trabajo que no nos cuentan
Por @PIPERTHREAD
Hay ganadores y perdedores con cada cambio ambiental. La pandemia definitivamente nos cambió la vida y nos hizo más dependientes a servicios como los envíos, el crédito, la telepresencia y más que nada del Internet.
Sin embargo, pocos consideran una de las implicaciones más complejas que trae consigo este tipo de trabajo, compras, estudios etc. y esto es: La autenticación de la identidad.
Cada vez más nuestra vida se ve envuelta en los ceros y unos de las bases de datos mundiales y es susceptible a caer en manos equivocadas.
Durante 2020 el uso de estas tecnologías se incrementó de una manera desmedida, pero los fraudes por robo de identidad no se incrementaron significativamente, esto en gran medida por el trabajo de la entidad que vigila la protección de datos personales: El INAI.
La ley de protección de datos personales es solo uno de los elementos que terminarían siendo bajas colaterales de la pugna que hace López con respecto a este organismo.
Dentro de sus mañaneras el ejecutivo ha descalificado a varias instituciones por ser “muy caras”, pero no cuenta toda la historia. Jamás comenta cuáles son sus funciones, sus resultados o partidas presupuestales, solo echa a andar el odio de la gente ante un tema que la mayoría desconoce.
De igual manera nadie puede saber cuál es su verdadera motivación.
No se sabe si está buscando dinero, si quiere evitar la transparencia de gobierno, busca robar datos personales o qué.
Lo cierto es que organismos como el INE, INAI, CNDH, etc. habían mejorado poco a poco la eficiencia de sus acciones al no tener que actuar como políticos, al no tener que rendirle cuenta a alguien más allá de su trabajo diario, pero eso se acabó en cuanto López metió a su gente o los desapareció y poco a poco él ha ido absorbiendo estos organismos siempre con motivos ocultos y mucho daño colateral.
El pretexto de la corrupción ha sido el que le ha traído más beneficios al opaco presidente, con ello canceló guarderías, comedores, hogares de mujeres, fideicomisos, capitales de inversión, obras, etc. Pero jamás mostró pruebas ni intentó resarcir los daños devengados de esta cancelación.
Aún considerando que estos organismos fueran “muy caros” o “muy corruptos” jamás redistribuyó su presupuesto para realizar la misma tarea, o limpió sus filas, ni recuperó los servicios que dejaron de ser proveídos.
Hasta ahora solo ha logrado que su discrecionalidad en el uso de recursos sea mayor y los servicios de gobierno sean cada vez más ineficientes o cargados para su lado. Aún hoy sus seguidores creen que atacar el INE es solo una necesidad motivada por venganza ante sus derrotas en 2006 y 2012, pero no entienden que destruir el organismo o llenarlo de gente incondicional es crear las condiciones de una dictadura.
Los organismos no están para darle servicio al presidente, ni para que disponga de ellos a su gusto, están precisamente para encauzar y ayudarnos a nosotros.
La policía está para nuestra orden.
El ejército para nuestra seguridad.
Las cámaras para nuestras leyes.
El INAI para proteger nuestros datos y que el gobierno nos rinda cuentas de sus tratos.
Hasta el presidente está a nuestro servicio.
Y si no lo entiende, puede empezar por reevaluar para qué está ahí.
El INAI tiene muchas otras responsabilidades que no están siendo observadas, dejaría toda nuestra información en manos de un gobierno inescrupuloso y convenenciero.
No se trata solo de ahorrar por ahorrar, se trata de ver lo que es mejor para la gente y darle más responsabilidades a un estado burocrático y negligente no es solución.
Es suicidio.