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Joaquín Herrera
Fotos especiales
A Andrés Manuel López Obrador le fallan las cuentas para “exhibir” a Peña y de paso, al parecer “chamaqueó al diario español, El País, su eco frecuente, que reproduce el spot del tabasqueño en TV, hace meses:
El recién estrenado avión presidencial mexicano, es un Boeing 787-8, que costó 218,7 millones de dólares, a pagar en doce años, no 7 mil 500 millones de pesos, como dice el tabasqueño en un mensaje que data de mucho antes de que el dólar estuviera a 19 pesos y centavos. Cuando el billete verde se cotice a un poco más del doble de hoy, sería verídica esa cifra del tabasqueño.
“El avión más nuevo y moderno para un presidente en el mundo ya no será el ‘Air Force One’ de Obama, sino el ‘Morelos’ de Enrique Peña Nieto” publicó El País”, el 18 de enero.
Agrega que la aeronave costó de 218,7 millones de dólares, a pagar en 15 años. Recuerda que este avión ha sido polémico incluso antes de existir y que fue adquisición del entonces presidente Felipe Calderón, para reemplazar el ‘Benito Juárez’.
Por cierto, el jet en cuestión, sustituye al Boeing 757, que data de 1988, antigüedad similar al actual Air Force One, de Obama, que data de 1987.
Ambos fueron adquiridos para más de 200 pasajeros, pero acondicionados y todo, solo admiten a 80 viajeros. Según Los Pinos, Peña principalmente destina esos espacios a periodistas y a su gabinete.
De cumplir la “amenaza” de AMLO que de ganar las elecciones de 2018, vendería este avión, seguro ignora que romper un contrato tendría una penalidad tal, que le haría perder el 42,7% del valor original del avión.
Por cierto, fue vendido “en oferta” a menor precio del comercial, según constructores que eso explicaron a Peña, que pensó en venderlo, mucho antes de que AMLO anunciara ese propósito.
El Boeing 787-8 será llamado José María Morelos y Pavón, solo podrá transportar a 80 viajeros. La presidencia de México asegura que en la mayoría de los traslados el 60% de los ocupantes son periodistas acreditados para cubrir los pasos del mandatario.
Ciertamente el nuevo avión presidencial tiene una autonomía –o que puede puede viajar- cerca de 20 horas o 14.500 kilómetros, algo como el 50 o 60 % más tiempo y distancia que el veterano jet de 28 o 29 años de edad que desechó Peña.
Lo cambió, no él, sino su antecesor, tras accidentes diversos en que perdieron la visa dos secretarios de gobernación en dos sucesivos sexenios e infinidad de políticos en “avionazos” relativamente recientes y presionado por todos los partidos que pidieron reposicionar la flota aérea de Los Pinos.
El Morelos ¿mejor que el Air Force One?
“El ‘Morelos’ se convertirá en el avión presidencial más potente del mundo. Hasta ahora lo ha sido el ‘Air Force One’, la aeronave oficial del presidente de Estados Unidos, un Boeing 747 Airliner que fue estrenado en 1987 por Ronald Reagan y que puede recorrer hasta 13.000 kilómetros sin repostar.
El Air Force One, tiene Cuatro motores (turbinas) General Electric CF6-80C2B1 y tiene capacidad para recargar combustible en vuelo.
El avión estadounidense-que incluso ha sido sueño de Hollywood; en la cinta Air Force One, de 1997 Harrison Ford interpreta al presidente-está por ser reemplazado, tras 28 años de servicio.
Este je no es un avión común; es una fortaleza de 330 toneladas: Después del 11 de septiembre del 2001 el Air Force One es el centro de gobierno de Estados Unidos mientras el presidente esté dentro de la aeronave en cualquier parte del mundo.
Este gigante es el único VC-25A (747) del mundo que lleva a 4 tripulantes (Piloto, Co-Piloto, Jefe de Mando y Jefe de Radares).
Imagen del poder
No es uno. Es una flota: Los aviones que sirven como Air Force One se diferencian de los comunes Boeing 747 tanto en tamaño (13 metros más largos que el Morelos), así como en medidas de seguridad.
Aunque el Air Force One –imagen del poder de EU- tiene dos pisos, al igual que un Boeing 747 regular, su interior está reconfigurado para permitir un piso más, para las tareas presidenciales: 370 m² de espacio interior, incluyen múltiples modificaciones. La zona inferior de los aviones sirve principalmente como espacio de carga, llevando el equipaje y las provisiones de comida. Puede contener comida hasta para 2,000 personas cuando está completamente cargado, algunas de ellas almacenadas en congeladores. Las comidas son preparadas en dos cocinas, que están equipadas para alimentar 100 personas a la vez.
A bordo del Air Force One existen instalaciones médicas, incluyendo una mesa de operaciones funcional, suministros médicos de emergencia, y una farmacia bien provista de sangre del tipo del Presidente. En cada vuelo hay un médico a bordo. Cuartos separados para los invitados, personal superior, personal del Servicio Secreto, y medios de comunicación; la suite del presidente incluye un vestidor privado, gimnasio, baño, duchas, y una oficina privada, que no tiene el Morelos, como explicó Peña a niños que visitaron el avión que estrenó.
85 teléfonos y 19 televisores
El Air Force One es la Casa Blanca en vuelo: tiene fotocopiadoras, impresoras, procesadores de texto, Internet Banda Ancha, Redes Móviles, sistemas de telecomunicación (incluyendo 85 teléfonos y 19 televisores), además de teléfonos negros para comunicaciones confidenciales.
El Air Force está dotado para funcionar como cuartel militar. Desde a bordo el Presidente de EU puede iniciar o parar un incidente nuclear.
La electrónica a bordo está conectada con aproximadamente 383 km de cable, el doble que un 747 regular. Todos los cables están cubiertos por un fuerte escudo que los protege de un eventual ataque electromagnético, como sería el caso de un ataque nuclear. Los aviones además poseen contramedidas electrónicas (ECMs) para interferir los radares enemigos y bengalas para evitar los misiles que buscan fuentes de calor.
Incluye esta fortaleza aérea un sin fin de instalaciones clasificadas por razones de seguridad.
El Air Force One y la crisis 11-S
Durante los atentados del 11-S a las torres gemelas en Nueva York el presidente George W. Bush se refugió en el Air Force One: estuvo casi todo el día en el aire para evitar ser localizado y que pudiesen atentar contra él.
Finalmente se decidió que el Air Force One aterrizaría en el Fuerte Andrews, desde donde el presidente se dirigió a la nación por televisión, ambos aviones se mantuvieron encendidos hasta que el presidente volvió al aire sin rumbo conocido y con el espacio aéreo de los Estados Unidos de América exclusivamente para el Air Force One.
Así, es probable que si se enterara AMLO, tendría que pensarlo dos veces para ofrecer un jet “más poderoso” que el Air Force One (como lo define El País, seguro que sin mala fe) si llega a Presidente. El tabasqueño podría enfrentar cargos por fraude, aparte de hacer el ridículo y ese sí sería un complot serio para su fama.
