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Elvira Hernández Carballido
Y firmaron…
Aquí están, las mismas manos que sueñan con levantarse como símbolo de un triunfo electoral, las mismas miradas espectaculares que hoy nos siguen por toda la ciudad, las mismas voces que prometen una sociedad hidalguense mejor, las mismas corazonadas que se envuelven en sus campañas y en sus anhelos por tener un lugar de decisión en la vida política de Hidalgo. Ellas y ellos, los mismos que desean una diputación, una presidencia municipal o una gubernatura, ellos y ellas, hoy formaron una agenda de género.
El pequeño salón resultó insuficiente para albergar distintas ideologías, colores y discursos. Frente a nosotras, representantes del “Conversatorio de Mujeres” desfilaban siglas y sonrisas, cielos políticos e infiernos discursivos, buena fe y subjetividades expertas, descubríamos a quienes hicieron eco a nuestro llamado, cada candidata y cada candidato presentían y tenían la certeza de la importancia de firmar esta agenda de género.
En este tiempo de cólera, amores y elecciones, las mujeres organizadas del estado de Hidalgo, además que desde hace tres años nos reunimos para conversar, queremos que quienes aspiran a gobernarnos anoten en sus días de campaña, subrayen en sus horas de discursos y precisen en sus actividades proselitistas que el género no puede estar ausente de sus propuestas y acciones. Queremos que tengan una agenda donde las mujeres y los hombres estemos presentes por igual. Pedimos una agenda donde la condición femenina no se desdibuje. Exigimos equidad de género. Les pedimos una agenda donde el género no sea una palabra sino un verdadero compromiso.
Y uno por uno va firmando. Una por una traza con seguridad su firma. El logotipo del Partido Acción Nacional, late en los corazones azules de sus representantes. Quienes tienen candidatura independiente matizan su tono de autonomía. Las voces que dan ritmo a Movimiento Ciudadano se agitan con seguridad por el lugar. Morena apuesta por una juventud ingenuamente madura. El Partido del Trabajo cree en su propia fuerza. Encuentro Social apuesta por evitar desencuentros. El Verde Ecologista mantiene sus esperanzas. La ausencia del Partido Revolucionario Institucional es notable pero no logra desteñir el compromiso política que se ha firmado.
Carmen Rincón, una de las representantes más significativas del “Conversatorio”, da la bienvenida y evoca sus 25 años de lucha constante por una sociedad equitativa. Recuerda que justa al cumplir ese tiempo de compromisos y retos empezó a preguntarse lo que se ha logrado y lo que falta, dónde están las mujeres hidalguenses, por qué luchan, si se reconocen entre ellas, si se miran entre ellas para reconocer su condición femenina, para cuestionarla y para transformarla. Fue así como propuso la creación de un espacio para conversar y en ese espacio se sumaron muchas voces, ecos que durante tres años denuncian y reflexionan, pero sobre todo proponen para transformar, y una de esas propuestas ha sido esta agenda de género, una agenda que se fortalece con las firmas de cada uno de los candidatos y cada una de las candidatas presentes.
Sandra Mendoza, otro símbolo del feminismo de Hidalgo, lee con pausa provocadora cada punto, que quede muy claro cada punto de la agenda, que no quede duda a lo que se van a comprometer, que cada firma sea por auténtico compromiso. Advierte y reitera, reitera y advierte, no se trata de una carta de buenos deseos ni de un listado eterno de peticiones. No, se trata de una agenda muy puntual, centrada en una de las problemáticas que más preocupan: la violencia de género.
Así, a las candidaturas a la gubernatura de Hidalgo les expone los cuatro puntos, entre los que destaca la petición de “oficializar e institucionalizar la Ruta crítica para la atención de la violencia hacia las mujeres de Hidalgo y establecer un expediente único para todos los procesos de la ruta, con base en lo establecido en la Ley General de Acceso a las Mujeres a una vida Libre de Violencia y el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres…”
En el texto sobre la agenda de género para las candidaturas al Ayuntamiento de Pachuca se solicita de manera general “crear la Unidad Especializada de la Policía Municipal para la Atención de la Violencia Familiar y de Género en el Municipio de Pachuca.”
En tanto que para las candidaturas a las diputaciones locales se ha solicitado “armonizar en la Ley Orgánica de la Administración Pública y Ley de Acceso a las Mujeres a una vida Libre de Violencia para el Estado de Hidalgo las funciones de la Secretaría de Gobierno, de acuerdo con la nueva sectorización del Instituto Hidalguense de las Mujeres, modificando las funciones de la Secretaría de desarrollo Social relativas a la prevención, atención, sanción y erradicación de la violencia hacia las mujeres”. Así como aprobar recursos presupuestales etiquetados en el presupuesto anual de egresos, estatal y municipal, que permitan fortalecer las principales instituciones de entrada a la Ruta así como de las que proporcionan atención a la violencia hacia las mujeres, y en el caso del Centro de Justicia para Mujeres, permita su funcionamiento las 24 horas del día, los 365 días del año. Además de armonizar el Código Penal de Hidalgo con modificaciones en torno a prevenir y sancionar la violencia de género.
Y mientras la voz del Conversatorio resonaba por cada rincón del lugar, cada candidata escucha atenta, cada candidato parece memorizar cada frase. Comprenden y se solidarizan. Se aproximan al tema y ya no lo ignoran. Firman sin titubeos. Firman porque la perspectiva de género los rodea, porque el feminismo los mira de frente, porque el movimiento de mujeres avanza con la fuerza de la lluvia que cae en ese momento, con la inspiración del aire que agita las ventanas, con la certeza de que quienes estamos al frente seguimos pendientes, necias, confiadas, aguerridas, esperanzadas.
Y en sus breves discursos de dos minutos se reitera el compromiso, se confirman alianzas, se comprende la importancia del momento. Surgen chispazos que ignoran que fue una cuestión de género la que nos ha reunido. Aparecen destellos de sororidad honesta. Recomendaciones para también buscar y profundizar en la prevención. Firmas que los comprometen con nosotras, las mujeres que conversan y que buscan a las otras para aliarnos, para luchar juntas, para no dejar de estar pendientes, para no dejar de exigir respeto a nuestros derechos humanos, porque las mujeres somos humanas.
Esto es apenas el inicio, advierte Sandra Mendoza, nosotras los invitamos porque los estamos observando para no sea la única vez que se comprometen, esta firma los compromete si ganan ese puesto político, esa firma los compromete si creen en una agenda de género, esta firma los identifica como personas sensibles para quien la violencia de género es algo más que una palabra bajo su firma.
Y firmaron…
Ahora a seguir de cerca su compromiso para que esta agenda de género sea toda una realidad durante su campaña y durante su periodo de gubernatura, presidencia municipal o curul de diputado/diputada.