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Redacción
Más de 3 mil 300 adolescentes de entre 12 y 15 años, estudiantes de nivel secundaria, presenciaron el monólogo “Podrías Ser Tú”, que fue llevado al municipio de Tizayuca mediante una acción conjunta entre la Presidencia Municipal a través del Instituto Tizayuquense de la Juventud y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Hidalgo.
Esta representación que corre a cargo de Francisco Venancio Orta Islas, quien interpreta al personaje de Ricardo Castillo de Aragón, se presentó los días 04 y 05 de julio del año en curso, en la escuela secundaria general No. 6 de Haciendas de Tizayuca y Maestro Justo Sierra en ambos turnos y en el Centro Educativo Independiente Tizayocan.
Sobre esta actividad, el presidente municipal de Tizayuca, Juan Núñez Perea, manifestó que “esta acción permite prevenir, mediante la concientización en los jóvenes algunas conductas de riesgo que pueden afectar su desarrollo personal, familiar y social, para llevarlos a buscar un ambiente de armonía en las familias y en la sociedad”.
Explicó que este monólogo se tratan temas como: alcoholismo, drogadicción, sexualidad, embarazos en adolescentes, violencia intrafamiliar en sus distintos tipos, divorcio, rebeldía, y algunos otros como el aborto que pueden afectar la vida de un adolescente.
Por su parte, el director del Instituto Tizayuquense de la Juventud, Daniel Jiménez Quesada, mencionó que la respuesta de los jóvenes fue favorable, porque pudieron externar sus emociones y sentimientos a través del llanto principalmente, lo que le dio a su área la posibilidad de detectar a través de un grupo de psicólogos aquellos casos que requieren de atención, los cuales serán canalizados para su tratamiento y con ello apoyarlos a resolver cualquier situación de riesgo que presenten en su vida personal o familiar.
Durante las dos horas que dura las representación, los asistentes vivieron momentos de risa, tristeza, enojo y otros sentimientos que fueron generados por el relato en el que Ricardo Castillo de Aragón narra cómo fue su vida desde los ocho años, cuando empezó a vivir situaciones de violencia intrafamiliar que le dejaron marcas no físicas para toda su vida, mismas que fueron ocasionadas por el consumo de alcohol y la falta de comunicación con sus padres y maestros y que generaron en él conductas antisociales que lo condujeron al consumo de drogas y a la falta de responsabilidad que propició que orillara a su novia a abortar y que en su conjunto todas estas experiencias dan un claro ejemplo de cómo muchas vidas se destruyen debido a estos males sociales.
