Inicio Columnas EL PLAN “B” DE MARCELO EBRARD: DIVIDIR A MORENA Y MUDAR SU...

EL PLAN “B” DE MARCELO EBRARD: DIVIDIR A MORENA Y MUDAR SU CANDIDATURA A MOVIMIENTO CIUDADANO

2657
0
El soberbio Ebrard dice abanderar el futuro del país

Tiempo de lectura aprox: 5 minutos, 26 segundos

*  La parafernalia montada por el ex canciller, acusando acarreos nunca vistos a favor de la ex Jefa de Gobierno, financiados con recursos de dependencias como la Secretaría de Bienestar, gobernadores y alcaldes de su partido, muestra la derrota anticipada que le espera en la encuesta de Morena, y busca victimizarse, a sabiendas de que las encuestas nunca le han sido favorables; a Ebrard no le importa dinamitar la unidad de su partido porque está por confirmarse el acuerdo con Dante Delgado, para ser el candidato de Movimiento Ciudadano

Cuando Engorda el Quijote

Por Amado Uslar Arrué

Especial de Expediente Ultra

La descalificación anticipada a la encuesta de Morena, emponzoñada con las acusaciones directas por los “acarreos nunca vistos” a favor de Claudia Sheinbaum, de los que Marcelo Ebrard responsabilizó de manera directa a funcionarios federales, gobernadores y alcaldes, ha colocado al ex canciller a las puertas del plan “B” que siempre tuvo como ruta de escape en caso de no despuntar en el ánimo de la ciudadanía, pero sobre todo de los militantes y simpatizantes de su partido.

El show mediático armado por sus asesores de imagen en la reciente conferencia de prensa, necesitaba exhibirlo ante el país como el próximo “mártir” de la antidemocracia en Morena, victimizándolo para hacer rentable su imagen a otro partido político.

Lo que fue un insistente rumor ahora parece, se materializará en las próximas semanas cuando el ex canciller sea aceptado con los brazos abiertos por su amigo, Dante Delgado, como candidato de Movimiento Ciudadano, aunque no debe descartarse un fraternal y sorpresivo recibimiento en la Alianza Opositora, como su plan “C”, dependiendo que Xóchitl Gálvez decida abrirle cancha.

Se antoja difícil que tras los obuses lanzados, Marcelo pueda ver a la cara a sus “amigos” a los que descalificó de “manera soberbia y prepotente” diciendo que la contienda es solo entre él y Claudia; pero tampoco estará en condiciones de pedir disculpas a funcionarios que sin mencionar nombres, acusó de cometer graves delitos electores, de manera particular a la Secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel, responsable, a su decir, de organizar brigadas y programas sociales a favor de la ex Jefa de Gobierno.

Ariadna Montiel señalada por el ex canciller de apoyar a Sheinbaum

En su andanada, Marcelo acusó y difamó sin pruebas a la que fuera su ex Directora de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), durante su encargo como Jefe de Gobierno, invitando a la ciudadanía a iniciar una batida en su contra para hacerla extensiva a alcaldes y gobernadores, reportando estos actos de corrupción a un número de whatsaap.

Diputados afines a su causa aseguraron que denunciarán con pruebas ante la Fiscalía General de la República (FGR) y ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), estos desvíos de recursos públicos con fines electorales.

Marcelo se extralimitó al presumir su “autoridad moral” para hablar de temas de ética y honestidad políticas. Hasta la fecha, los habitantes de la ciudad de México que gobernó hace dos sexenios, siguen sin conocer los secretos de la Caja Negra donde se esconden los manejos irregulares tanto financieros como técnicos de la Línea 12 del Metro que derivaron en la tragedia por todos conocida y que sus amigos e incondicionales de la prensa fifí, han tratado de endilgar a su principal contendiente, Claudia Sheinbaum.

Felipe Calderón lo exhibió en su libro como un traidor a la clase trabajadora

Al acabársele el tiempo al frente del gobierno del entonces DF y convencido de que esta obra lo catapultaría en su carrera presidencial, no dudo en cambiar el trazo subterráneo original para sacarlo de manera elevada por tierra. El propio Felipe Calderón le inyectó apoyos federales para tal fin. La línea Dorada nació condenada al fracaso por ser un instrumento político de Ebrard, al que no le importó traicionar a un sindicato de izquierda como el SME para alcanzar sus fines.

En su libro: Decisiones Difíciles, el ex presidente panista da los pormenores de cómo se estructuró en el 2009, el cierre de Luz y Fuerza del Centro y la expulsión a punta de pistola de más de 40 mil electricistas. Operativo hecho con el mayor sigilo y secrecía del que solo estaban enterados unos cuantos funcionarios, con el ahora preso en Estados Unidos, Genaro García Luna a la cabeza, y los gobernadores del centro del país, entre ellos el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.

Al correr el lápiz, Calderón narra su preocupación porque el supuesto político de izquierda mostrara resistencia al brutal desalojo que se preparaba contra la clase trabajadora, pero para su sorpresa, Ebrard mostró su más amplia colaboración. Un sindicato de izquierda no valía su ambición por ser presidente. A la fecha, que se tenga conocimiento, el ex canciller no ha desmentido al panista.

¿Es realmente Marcelo el político honesto, de convicciones y manos limpias que pregona? Entonces, ¿por qué salió huyendo a Paris, Francia, donde vivió un glamoroso exilio? ¿Por qué no se quedó a demostrar su inocencia? Habla de juegos sucios y perversidades, pero a su persona se atribuye el filtrar información oficial que detonó el escándalo de la Casa Blanca del ex Presidente, Enrique Peña Nieto, a quien vio como su principal contendiente a la Presidencia.

Al lanzar su declaratoria de guerra a destacados miembros de su aún partido, no titubeando en abrir fuego, el ex canciller se ha colocado la soga al cuello, porque ahora millones de ciudadanos se pondrán cómodos con sus palomitas en mano, a ver qué sucede con el segundo capítulo que el “aguerrido” Marcelo les quedó a deber.

Su gusto por los medios críticos a su partido y a la izquierda

El que acusa tiene la obligación de probar y la sociedad está en su derecho de saber los nombres y pruebas de los apoyos oficiales que, según esta corcholata, han beneficiado a su principal contrincante. No hacerlo será como patear un avispero y echarse a correr. Y eso no habla bien del político que dice “representar el futuro”.  

Si Ebrard llegó a pensar que el presidente Andrés Manuel López Obrador le debía el haber aceptado su derrota en las encuestas para definir candidato presidencial en el 2012, por el PRD, para cederle la candidatura, no debe olvidar que fue precisamente AMLO quien lo apoyó para que fuera él y no Jesús Ortega el candidato al gobierno capitalino en el 2006. Por ese lado, la cuenta está saldada.

El ex canciller dice ser un político que respeta las reglas del juego y se ha dicho apoyador de la 4T y reconocer los avances en el gobierno del Presidente, pero lo que se ve no se niega y no ha hecho ni una ni otra cosa: en las reglas establecidas a las corcholatas participantes en la cercana encuesta, se dejó bien en claro que los aspirantes deberían evitar a “los medios reaccionarios, conservadores, adversarios de la Cuarta Transformación y partidarios del viejo régimen”.

Pero al lasallista, su tendencia fifí terminó ganándole, mostrando sin rubor alguno su cercanía con los medios conservadores que por consiga de los viejos intereses creados, se han pasado denostando a la 4T. Marcelo se sintió como pez en el agua en entrevistas con Joaquín López Dóriga y Ciro Gómez Leyva, por mencionar dos casos. Pero infinidad de columnistas lo han ensalzado y defendido a capa y espada, pues saben que, de ganar la presidencia, con Marcelo sus viejos privilegios estarán de vuelta y la verdadera izquierda será segregada. Con él, el país estará vacunado contra el “virus comunista” que tanto pregonan. La cabra neoliberal, tiró al monte.

Con Ciro Gómez Leyva, denostador cotidiano de la 4T

En su conferencia, opinó que la visión de Claudia “es que ya llegamos y hay que detenernos”, y aseguró que la 4T tiene avances significativos “pero debemos ir a otro nivel”. Y se adjudicó el ser la opción más viable cuando planteó: “¿queremos el futuro o queremos quedarnos dónde estamos?”

La interpretación es clara y sencilla para el canciller: el presidente ha hecho cosas significativas pero seguir por su ruta para consolidar la 4T, es detener al país. O, en otras palabras: Claudia es Andrés Manuel y representa quedarnos donde estamos, pero él representa un avance al futuro. Tal posicionamiento demuestra que, en el fondo, el ex canciller nunca ha estado convencido del proyecto de nación del presidente. Así de sencillo.

Y muy respetable que esa sea su percepción, pero ¿por qué no manifestó su desacuerdo en todos los años que se desempeñó como canciller? ¿Era necesario convencerse que sencillamente su figura no cuajó entre la militancia de Morena donde muchos de los grupos internos no ven al lasallista como un hombre de izquierda?

En el fondo, Marcelo sabe que ninguna de las encuestadoras, pagadas o no, serias o hechizas, le son favorables. En su anunció ante los medios, exhibió unas cifras donde supera a la ex Jefa de Gobierno, pero nunca dio la fuente. Estamos a nueve días (27 de agosto) de que concluyan los actos proselitistas de los aspirantes a Coordinar los Comités de Defensa de la 4T de Morena, y a diez de que inicie el levantamiento de la encuesta (28 al 3 de septiembre), y se antoja imposible que las tendencias se reviertan.

Sus propios datos

Marcelo lo sabe, por eso decidió ir preparando el terreno de su plan “B” o “C”, siendo necesario venderse como el demócrata y político de intachable calidad moral, al que su partido desdeñó lanzándolo a los brazos de Movimiento Ciudadano u otra opción política que lo acoja y valore.

El inconveniente es que se le pasó la dosis de protagonismo lanzando acusaciones como volantes de feria y ahora deberá responder por sus temerarios actos o quedar como un vergonzante golpista de la unidad en Morena y talachero político de la derecha conservadora. Marcelo se quitó por fin la careta de izquierdista y nos muestra al natural su verdadero rostro de lasallista de derecha.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here