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* Algunos aspectos como buscar una atención regionalizada para atender las necesidades en todos los municipios de la entidad, muestra que las propuestas y demandas de los ciudadanos, planteadas durante la campaña del hoy gobernador Julio Menchaca, no quedaron en el aire al formar parte de la nueva estrategia oficial para impulsar el desarrollo económico y combatir la marginación, a través de 290 líneas de acción
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Tras darse a conocer el Plan Estatal de Desarrollo, la congruencia y el sentido común van de la mano para definir una estrategia gubernamental que como refirió el gobernador Julio Menchaca Salazar, es producto del sentir y las necesidades del pueblo hidalguense y no de improvisadas políticas públicas salidas de las acostumbradas ocurrencias de los “sabios” de escritorio.
“Hidalgo es un estado diverso y con muchas necesidades, por ello hemos diseñado un Plan Estatal de Desarrollo regionalizado, capaz de dar soluciones a las preocupaciones más sentidas de la población hidalguense”, puntualizó el Ejecutivo Estatal y, en efecto, cada región debe ser atendidas de manera distinta pues ninguna es igual a otro en cuanto a sus carencias y problemáticas sociales, así como en sus potenciales de desarrollo económico.
Es alentador comprobar que desde su campaña como candidato, Julio Menchaca supo construir la suma de propuestas y opiniones que ahora se materializan en los cuatro acuerdos generales, tres transversales y nada menos que 290 líneas de acción, bajo el postulado de alentar un “Gobierno cercano, justo honesto”, producto de los “Diálogos Ciudadanos para la Transformación de Hidalgo”.
¿Cuántos recursos públicos no se dilapidaron en el pasado por descabelladas acciones de gobierno, puestas en marcha sin planeación alguna pero, sobre todo, sin tomar en cuenta a los habitantes de las diversas regiones del Estado?
Hay que decirlo como es: las acciones y los programas de gobierno se ejecutaban en razón de la viabilidad de redituables negocios amparados en el interés de inescrupulosos funcionarios y corruptos empresarios de igual catadura, pasando por alto todo sentido social.
La historia oficial en Hidalgo ahora da un giro de 180 grados porque además con el acuerdo “Bienestar del pueblo”, se busca erradicar la pobreza y marginación en la mitad de la población del Estado, al poner el servicio público en atención prioritaria a los rezagos sociales.
En el círculo virtuoso que ahora se plantea desde el gobierno estatal, se plantea que el Desarrollo Económico en las diversas regiones, busque ante todo la generación de empleos bien remunerados, impulsando proyectos tanto en el agro como en las pequeñas y medianas empresas.
Todo esto sin descuidar el respeto a la ecología y la prioridad de dotar agua a sectores sociales que carecen de ella, bajo la premisa de crear una conciencia sobre el uso racional y responsable de este recurso del que dependen todos los hidalguenses en su vida diaria.
Por medio de la transparencia y rendición de cuentas, se pretende dar cumplimiento a otro de los reclamos de diversos sectores que como el empresarial y de servicios, conocieron de la turbia aduana de los moches para acceder a brindar servicios y ofertas sus productos a las diversas dependencias.
Otro de los asuntos de primer orden es el relacionado con el combate a la inseguridad, para lo cual el gobierno de Julio Menchaca ha puesto en marcha programas de capacitación y profesionalización entre los diversos cuerpos policiales y de seguridad, a fin de estar más cercanos a la ciudadanía mediante cursos con enfoque de género y derechos humanos.
A la fecha, como ha informado Santiago Nieto Castillo, encargado de despacho de la PGJEJH, en vías de transición a convertirse en Fiscalía, se ha capacitado ya al 72 por ciento de los cuerpos policiales de las 84 municipios, lo que habla del cambio de fondo que se está operando en las áreas responsables de dar seguridad y tranquilidad a las familias hidalguenses.
La exposición del Plan Estatal de Desarrollo deja en claro que Julio Menchaca está convencido de que solo unidos y de la mano gobierno y sociedad, se podrá salir adelante en las tareas por venir, lo que ya anuncia el ocaso de los funcionarios que todo lo decidían desde los escritorios, para salir ahora a atender las demandas y reclamos en todas y cada una de las regiones de Hidalgo.
En la memoria colectiva, los planes, proyectos y promesas de gobiernos que entran y salen, no han dejado mayor huella, salvo cuando alguna o algunas obras resultan noticia en el momento en que se descubren como fiasco: Puentes caídos, carreteras que desaparece la lluvia, hospitales o dispensarios inconclusos, cuerpo policíaco con los mismos o peores vicios. La tarea de gobierno concebida como responsabilidad superior está por darse a conocer.
El gobernador Julio Menchaca ha seleccionado un equipo de trabajo de gran calidad. Los hidalguenses podemos confiar en que los hechos ratifiquen un gobierno de empuje, como el que se observa en sus comienzos.
