Inicio Hidalgo EL PLAN RANCHERO DE LA DIPUTADA MARTÍNEZ: BOICOTEAR PRESUPUESTO DE 24 MILLONES

EL PLAN RANCHERO DE LA DIPUTADA MARTÍNEZ: BOICOTEAR PRESUPUESTO DE 24 MILLONES

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*La Sosa Nostra declara la guerra a la secretaría de cultura

Por Antonio Ortigoza Vázquez

Gerardo Sosa Castelán, según evidencias, tiene pretensiones de alzarse con el título de Patrón de las Artes en el estado de Hidalgo y para el caso, utilizó a la diputada Corina Martínez García, de la bancada de Morena en el Congreso local para torpedear al secretario de Cultura, José Olaf Hernández Sánchez, declarar suspendida la comparecencia en la comisión del ramo e impedir la presentación oficial del programa de trabajo para 2020, primer paso para solicitar 24 millones de pesos de presupuesto.

Todo ocurrió en una muy jaloneada sesión donde la diputada Martínez García, se ganó en redes sociales el título de Lady Butacas, por la forma por demás majadera en que exigió a los ciudadanos presentes, levantarse de sus asientos para que se acomodaran “sus invitados” (eufemismo por la porra de la Sosa Nostra) y fue particularmente grosera con la prestigiada actriz de origen indígena Xóchitl Martínez, protagonista del documental “Cómo huelen las flores”.

El plan original era suspender los trabajos de la Comisión y para el caso, la diputada Martínez García, la que fuera, tiempo atrás,  directora de Promoción Cultural de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH),  echó mano de tácticas distractoras, como hacerse la ofendida “como mujer” por la respuesta del secretario Hernández Sánchez acerca de imputaciones de nepotismo, que calificó de “mentirosas  y tendenciosas”, aunque posteriormente aceptó que “sería muy difícil iniciar una demanda por violencia de género”.

La prepotencia de la flamante diputada

Las baterías emplazadas contra el secretario de Cultura tomaron forma con tres diputados de Morena, pero que responden a las órdenes directas del jefe nato de la Sosa Nostra, Gerardo Sosa Castelán, encabezados por doña Corina Martínez, y comenzaron por acusar al funcionario de “nepotismo”, pero éste replicó puntualmente con el dato duro de que un estrecho colaborador de la diputada, Juan Carlos Hidalgo Baza, cobra tanto en la nómina del Congreso local como en la secretaría de Cultura, como asesor y jefe de Departamento, respectivamente.

Curiosamente, doña Corina no hizo uso de su derecho de réplica en ese momento y dio la palabra a la diputada panista Claudia Lilla Luna Islas, y cuando ésta concluyó su exposición, en su calidad de presidenta de la Comisión, declaró suspendida la comparecencia por “no haber condiciones para continuar”, y el secretario se quedó con su programa de trabajo para el año 2020 en la mano, junto con la solicitud de 24 millones de presupuesto.

Pero los diputados de Morena aprovecharon para vociferar contra el secretario de Cultura del que exigieron “su inmediata renuncia” y exigieron “pagos retenidos” a muchos artistas.

Acerca del asunto, el secretario Hernández Sánchez aclaró que “se ha estudiado cada caso y sucede que algunos creadores tienen problemas  con la acreditación de su personalidad jurídica y registro de contribuyentes”, que hay 40 casos en que un artista “debe dar facturas por otros dos o tres”, pero que es un problema tratado inclusive en foros nacionales.

SOSA CASTELÁN, UN ZAFIO “INTERESADO EN LA CULTURA”

Hace varios años que Gerardo Sosa Castelán comenzó, para sorpresa de muchos en Hidalgo, a interesarse en “la cultura y las artes”. Y la persona de Corina Martínez García es clave en ese asunto y por cierto, ha resultado altamente beneficiada de manera personal.

Comenzó por presentar artistas plásticos a Sosa Castelán y para formalizar el asunto, se hizo nombrar directora de “Fomento a la Lectura” (cargo entonces inexistente) y después, de Promoción Cultural de la UAEH.

Corina comenzó, primero, por vender a Sosa piezas de su autoría y después se convirtió en funcionaria “doble ancho”: como dealer y al mismo tiempo, la encargada de autorizar la compra de piezas.

Además, introdujo a una fotógrafa de “bajos vuelos”, Lorena Campbell, la que vendió la idea, en 2011, de un Festival Internacional de la Imagen (FINI), cosa que ha generado comentarios burlescos entre en el medio de la fotografía artística en la CDMX y otras partes del país, por la baja calidad de los trabajos presentados.

Una evidencia de lo anterior, es la distancia que ha marcado con la UAEH una institución respetable y prestigiada, como  es la Fototeca de Pachuca.

Todo lo expuesto evidencia el interés que mantiene Sosa Castelán en bombardear la Secretaría de Cultura, presionar para la renuncia del titular, José Olaf Hernández Sánchez, pero resulta que otros han demostrado su ignorancia absoluta en lo concerniente a cultura y artes, como se pudo observar en este “episodio vergonzoso” realizado por alguien que se ufana haber sido pieza clave, en la cuestión de cultura, de la UAEH.

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