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Por Ignacio León Montesinos
Una vez instalados en sus despachos, los nuevos delegados de Morena en el Distrito Federal pasaran de las sospechas a los hechos consumados.
Desde que en junio pasado los electores dieron un giro total a la composición política de la capital del país, arrebatando el control absoluto al PRD, las versiones sobre la extrema corrupción y la quiebra que heredarían en sus demarcaciones, cobraron fuerza.
Quizá ni el delegado electo por Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, se imaginó la Caja de Pandora que se abría a su paso, cuando inició una serie de consultas a la ciudadanía en la explanada delegacional.
Cientos de denuncias se fueron apilando como muestra de la forma gangsteril con que ejerció su administración el ex delegado y candidato perdedor a la Asamblea Legislativa, Alejandro Fernández, el desbocado “potrillo” que confundió su cargo con un pasaporte diplomático a la Dolce Vita.
“Entres” millonarios no únicamente por cobros a vendedores de la vía pública sino por abiertas extorsiones a los dueños de bares y restaurantes fueron parte del catálogo de negocios turbios que dejaban a los altos funcionarios, que no a las arcas públicas, millonarios ingresos mensuales.
Ser funcionario de la Cuauhtémoc era la llave de acceso a la riqueza fácil y una vida holgada, en contrasentido con los resultados entregados a la población que antes sus ojos vio un cúmulo de obras inconclusas y otras más, ni siquiera iniciadas.
Hace un par de meses, el equipo del nuevo delegado denunció ante la procuraduría capitalina la destrucción y quema de documentos oficiales, sin que hasta la fecha algún funcionario aparezca como responsable, ni en Cuauhtémoc ni en ninguna de las demarcaciones donde el PRD ya no será gobierno.
Hay natural y justificada expectación de la ciudadanía por saber qué ocurrirá una vez que se dé el cambio de estafeta y los nuevos delegados tanto de MORENA como de otros partidos como el PAN y el PRI, encuentren sus administraciones patas arriba y seguramente sin un peso en caja.
Si como ya se vio, las autoridades competentes se han cruzado de brazos en eso de iniciar las averiguaciones previas correspondientes, cabe preguntarse si esta complicidad proseguirá una vez que se tengan evidencias de millonarios desfalcos, aún cuando muchas de las pruebas se hayan destruido en la apresurada huída.
Ya ubicados y en funciones los nuevos delegados y sus equipos de trabajo tendrán en sus manos el configurar las acusaciones formales en contra de sus antecesores; claro, eso sí encuentran documentos probatorios que, por ejemplo permitan conocer a ciencia cierta los inventarios de mobiliarios y otros equipos de oficina y unidades que deben estar registrados, tal y como lo establecen los reglamentos de la administración pública del GDF.
En este rejuego de intereses turbios y promesas de campaña por combatir la corrupción, los titulares de las demarcaciones ganadas por la oposición, no tienen de otra: o denuncian los cochupos y malversaciones o quedarán mal parados ante una ciudadanía que les otorgó su voto de confianza.
De seguir su curso este derrotero, quien tendrá una sobrecarga de trabajo en el ámbito de sus responsabilidades será el Contralor del gobierno capitalino, Eduardo Rovelo Pico, pues durante su gestión apenas y ha dado algunos “coscorrones” a funcionarios que han hecho negocios chuecos con la adquisición de llantas y otros delitos menores que han ameritado únicamente su suspensión e inhabilitación del cargo. De la veintena de servidores públicos sancionados, unos cinco o seis son de regular importancia como el Oficial Mayor, Edgar Armando González Rojas y el ex Secretario de Obras y Servicios, Alfredo Hernández.
Quienes piensan que Rovelo asumirá un papel de simulador, engañando a los nuevos delegados y a la opinión pública con la aplicación de unos cuantos “coscorrones” más para apaciguar las aguas, sin llegar a aplicar castigos acordes al tamaño de los probables delitos, equivocan la ligereza de sus cálculos políticos.
Si el contralor se vuelve ojo de hormiga estará causando un daño irreversible a la imagen de honestidad del Jefe de Gobierno que por sus aspiraciones presidenciales, deben empezar a tirar por la boda el lastre que puede anclarlo a las viejas inercias de la corrupción perredista.
Si por el contrario, Miguel Ángel Mancera aplica la ley y deja que una buena cantidad de cínicos pillos parece con sus huesos en la cárcel, obtendrá el reconocimiento de la sociedad y de los propios delegados de oposición. Insistir en jugar con las reglas de la sinrazón puede traerle serios perjuicios pues será imposible tapar no uno sino cientos de agujeros dejados por infinidad de funcionarios que se despacharon con la cuchara grande, confiados
en que gente afín a su partido gobernaría por tres años más.
¿Qué tendrán que decir a su favor quienes se dedicaron a destruir documentos oficiales?
Y si bien los ciudadanos que votaron por un cambio de timón en muchas delegaciones políticas esperan que los nuevos delegados metan en cintura y castiguen a los corruptos, también esperan resultados, por lo que los titulares de las demarcaciones tendrán un asunto más delicado que el combate a la corrupción: el elegir a la gente adecuada para hacer funcionar gobiernos con una nueva mentalidad y estilo de trabajo. Veremos en el corto plaza hasta dónde esta nueva filosofía de ejercer la función pública puede enfrentarse a los eternos compromisos contraídos en campaña o los consabidos acomodos en los cargos de primer de los amigos, recomendados o parientes.
¿Serán los nuevos gobiernos delegaciones una copia al carbón de los vicios fomentados en las administraciones perredistas? Muy pronto lo sabremos, como también veremos la posición que adoptará al respecto la Secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, en el delicado asunto de cuidarle las espaldas a su Jefe Mancera.
SALIDA DE EMERGENCIA.- Ante el fuerte rumor que se expande en los círculos políticos de Valle de Chalco Solidaridad, en el sentido de que Luís Enrique Martínez Ventura, ex candidato a presidente municipal de los partidos, Revolucionario Institucional y Verde Ecologista, presume ha comprado con 20 millones de pesos a Magistrados del Tribunal Electoral, Estado de México, para que echen abajo el triunfo electoral de Ramón Montalvo Hernández, quien resultó ganador en las elecciones del pasado siete de junio, para gobernar este municipio, el repudio de los habitantes se torna un reclamo generalizado y enérgico llamamiento a las autoridades electorales a nivel local y federal, para que impidan este atropello a la voluntad de miles de electores.
Este susurro político que vienen divulgado personas incondicionales del priista Luís Enrique Martínez Ventura, identificado como cacique del PRI, en Valle de Chalco, ha despertado la justificada furia de líderes sociales como Marcelino Guzmán León, destacado luchador social y fundador en el municipio Valle de Chalco de la Organización “Cirilo Sánchez”, quien comentó a este espacio de Mexiquense que de prestarse los Magistrados del Tribunal Electoral Estado de México a echar abajo la votación del electorado que el siete de junio, que mediante el sufragio eligió a Ramón Montalvo como presidente municipal, se desatará un conflicto social en contra de la pretendida arbitrariedad.
Entre otras acciones, el dirigente no descarta la ejecución de tumultuarias acciones de protesta, contra el TEEM y quienes a través de la corrupción se presten a ser compinches de caciquillos que ven mermado su poder, y quienes como verdaderos delincuentes a costa de lo sea, pretenden conservar el poder, “burlando la voluntad electoral de un pueblo”, asentó Guzmán León, acompañado, de representantes diversos de asociaciones sociales, quienes acotaron: “no toleraremos que por una operación gansteril de 20 millones de pesos se pitorreen de la voluntad de nuestro pueblo
Si el fallo de los magistrados del Tribunal Electoral del Estado de México resulta a favor del priísta, las sospechas pasaran al terreno de los hechos confirmados. Algo realmente preocupante para nuestra agraviada democracia. Un conflicto social toca a las puertas del municipio de Valle de Chalco Solidaridad, ojalá que los magistrados sepan lo que están haciendo.
Además, y por añadidura, de comprobarse un acto de corrupción de tales dimensiones, el que puede salir seriamente raspado es el propio Gobernador Eruviel Ávila Villegas, quien hasta hoy ha mantenido una posición de respeto a la oposición, sobre todo en materia de asuntos electorales.
Amén de algunos incidentes menores y el encarcelamiento de un presunto diputado federal, las cosas en el EdoMéx han transitado por caminos de tranquilidad luego de los comicios de junio pasado. Por eso, habrá que estar muy pendientes de lo que ocurra en Valle de Chalco, donde la danza de los millones puede poner contra la pared a los integrantes del TEEM.
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