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*La 4T de Andrés Manuel López Obrador no le significará a la Marina-Armada de México avances y continuidad como las que venía presentando en el sexenio de Enrique Peña Nieto, en el que fluyeron los recursos para construcción naval y para investigación y desarrollo de manera sostenida y ascendente.

Por Jorge Medellin

En construcción naval la Marina comenzó el sexenio (2013) con una asignación de 1, 261 millones 544 mil 429 pesos y cerró con 3 mil 072 millones 603 mil 348 pesos. Una parte del total de esos recursos se fue utilizando para financiar la construcción de la Patrulla Oceánica de Largo Alcance (POLA) ARM Reformador-101, que costó cerca de 11 mil millones de pesos.En cuanto a investigación y desarrollo, la Armada inició con una asignación de 323 millones 046 mil 402 pesos, para finalizar el sexenio con solo 186 millones 445 mil 064 pesos, esto es 136 millones, 601 mil 338 pesos menos.

Hay que recordar que la Marina había planeado con Peña Nieto llevar lo más lejos posible el proyecto de la POLA para que no se quedara en una o dos naves construidas. El Informe de Rendición de Cuentas SEMAR 2012-2018, señala al final que “Actualmente se plantea un proyecto de adicionar 8 Patrullas Oceánicas de Largo Alcance a la flota naval, capaces de ejercer mayor presencia marítima, desplegarse de manera rápida y por mayor tiempo más allá de nuestra zona económica exclusiva (ZEE).

“Dicho proyecto está considerado a 20 años, con lo cual, además se tendrá la capacidad de interoperar con otras armadas en operaciones y ejercicios navales nacionales y multinacionales, operaciones de búsqueda y rescate en profundidad, así como participación en operaciones de mantenimiento de paz”.

Al final, ni ocho POLAs ni cuatro, porque los recortes presupuestales que comenzaron a abrumar al gobierno de Peña hicieron que las expectativas navales sobre la construcción de ocho buques como el ARM Reformador 101 se redujeran a cuatro naves (dos para la Fuerza Naval del Pacífico y dos para la Fuerza Naval del Golfo). Después, ni eso. Una POLA y ya. Tal vez otra para el final del sexenio de López Obrador.

El almirante José Antonio Sierra Rodríguez, Director General de Construcciones Navales de la Semar, reiteró en marzo de este, en entrevista con Defesa Aerea & Naval de Brasil, que la Marina mexicana necesita más buques como la POLA, que ya cuenta con una sólida base de ingenieros y especialistas en construcción naval listas para el reto de dos, tres o cuatro naves como el ARM Reformador -101, pero que el tema central radica en el aspecto económico.

Sierra reiteró lo asentado en el informe de rendición de cuentas la marina al final del sexenio peñista: la Marina necesita ocho POLAs, cuatro para cada litoral en los próximos 20 años.

Hacer más, con mucho menos

El receso económico gestado desde la mitad del sexenio de Enrique Peña Nieto marcó a las fuerzas armadas, que pese a todo vivieron en ese gobierno sus mejores años de asignación presupuestal, acumulando más de 525 mil millones de pesos en conjunto.

Con todo y la crisis en puerta, ni Sedena ni Marina juntas rebasaron el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en gasto armamentista. Aun así, en el Ejército y Fuerza Aérea los recursos fluyeron para tratar de revertir atrasos históricos en materia de armamento, equipo y desarrollo tecnológico.

Para el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) las asignaciones se centraron en la compra de aviones y helicópteros para modernizar una flota de “346 aeronaves, de las cuales 204 se encuentran operativas y 142 están fuera de servicio”, indicaba en 2013 el Programa Sectorial de Defensa Nacional (PSDN) en el que se adelantaba la urgencia para adquirir 91 aviones y 81 helicópteros. Con ese material de vuelo se tendría una flota operativa para los próximos 20 o 30 años, según la Sedena.

En la Marina el programa difundido no alcanzó semejante detalle, pero sí tenía objetivos muy ambiciosos y definidos, como el del impulso a la construcción naval a través de proyectos históricos. El de la construcción de la primera fragata avanzada y equipada con armamento de última generación para su tipo fue el más importante del sexenio peñista.

El proyecto para construir una flota de ocho Patrullas Oceánicas de Largo Alcance (POLA) junto con la naviera holandesa Damen Shipyards, acaparó el interés y los esfuerzos de la Armada de México. Además, se proyectó ampliar el número de patrullas interceptoras y de patrullas costeras para eficientar la vigilancia territorial y mejorar el combate a la delincuencia.

Hubo otros proyectos y metas a cumplir en construcción naval con Peña en Los Pinos y con el almirante Vidal Francisco Soberón en la Semar. El informe Anuario de la Defensa Latinoamericana 2019 editado por la revista y portal especializado Defensa.com de España, describe la situación de la Marina-Armada de México durante 2018 y sus perspectivas de desarrollo en el corto plazo.

El balance de los Principales programas de modernización naval en curso muestra 14 puntos, de los cuales 10 se referían a proyectos de construcción naval. Estas eran las metas a lograr y así quedaron al final del sexenio:

Construcción de una primera POLA (Patrulla Oceánica de Largo Alcance) para iniciar el remplazo de las fragatas Allende y Bravo, que ya se dieron de baja, en colaboración con Damen y basada en la fragata Sigma 10514. Los trabajos de construcción se iniciaron en agosto de 2017 y el buque será abanderado el 23 de noviembre del 2018, previo al inicio de sus pruebas en el mar, que se extenderán durante todo 2019, culminando con la certificación del navío y de su tripulación por parte de la US Navy, previo a su incorporación en operaciones con la Armada, en 2020. 

Construcción de 4 patrulleras oceánicas basadas en la Clase Oaxaca con diferentes mejoras, habiéndose entregado la primera (PO 165 Chiapas) en 2016 y la segunda (PO 166 Hidalgo) a finales de 2017. La tercera (PO 167 Jalisco) fue botada en mayo 2018 y será abanderada el 23 de noviembre 2018, esperándose que para dicha estarán finalizados los trabajos en la cuarta (PO 168 Estado de México).

Construcción de hasta 20 patrulleras costeras de la Clase Tenochtitlan hasta 2018. Debido a recortes presupuestarios, sólo 8 se completaron.

Construcción de 16 patrulleras interceptoras de la Clase Polaris II hasta 2018. A la fecha solo se han construido 2 y se ha cancelado el resto del proyecto, debido a un cambio en las necesidades operacionales de la Armada de México.

*Construcción de 2 buques de apoyo logístico insular, sin concretar por falta de presupuesto.

*Construcción de 2 buques de apoyo logístico costero, sin concretar por falta de presupuesto.

*Construcción de 4 remolcadores de altura, sin concretar por falta de presupuesto.

*Construcción de 2 buques tanques auxiliares, sin concretar por falta de presupuesto.

*Construcción de 4 embarcaciones hidrográficas, sin concretar por falta de presupuesto.

*Construcción de 6 buques de transporte de personal, sin concretar por falta de presupuesto.

En este contexto, el reporte de Defensa.com señalaba otros proyectos que sí fueron concluidos en la administración del almirante Soberón:

Han sido entregados los 10 helicópteros embarcados Airbus Helicopters AS565 MBe Panther, destinados a remplazar los Bö-105CBS-5, ya retirados.

Han sido entregados los 4 aviones de patrulla marítima Beechcraft Super King Air 350ER, para remplazar a los C212-200MP, ya dados de baja.

Fueron entregados los 13 Beechcraft T-6C+ de apoyo táctico e intercepción, remplazando a los últimos Valmet L-90TP Redigo aún en servicio.

Se adquirió y entrego un Cessna 208EX para labores de enlace y transporte de personal y material en apoyo al Centro de Mantenimiento de Aeronaves del Golfo, en Veracruz.

En 2020, el Ejército y la Fuerza Aérea Mexicanos ejercerán recursos por 94 mil 028 millones, 694 mil 246 pesos y 33 mil 567 millones, 785 mil 694 pesos.

Con esos recursos el ejército de tierra y aire deberá consolidar 41 Programas y Proyectos de Inversión (PPIs) en tanto que la Marina sacará adelante 45 PPIs.

Ambas dependencias solicitaron presupuestos para ir cumpliendo con los proyectos más relevantes de sus estrategias de defensa y seguridad interior en una agenda muy reducida.

En el caso de la Marina-Armada de México, ¿Cómo lo logrará? ¿Navegando contra la corriente de la austeridad y el achicamiento del gasto público?

Jorge Medellín / @JorgeMedellin95 / EstadoMayor.Mx

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