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De la redacción
CD de México, 20 de octubre/2015 (agencia acento) Andrés Manuel López Obrador sigue ganando….enemigos. Uno tras otro, se ha peleado con los gobernadores de izquierda, sus potenciales aliados para el 2018:
Esta tarde abjuró de “El Mesías Tropical”, Arturo Núñez, gobernador de Tabasco, la cuna de “El Peje”.
El mandatario estatal reprochó que en el país, dijo, “hemos tenido partidos caudillescos, desde Calles, Talamantes, Anaya, Camacho, Dante y AMLO”. Obvio, en alusión al fundador, líder real y moral, Morena, que aquí quedó en último sitio de entre media docena de fuerza que compitieron en las elecciones de junio reciente.
En tanto, el Jefe de Gobierno, (el cargo más elevado que ha logrado el PRD, desde 1997 y por tanto, jefe moral en turno de la izquierda) Miguel Ángel Mancera, se ha desmarcado de su otrora aliado y amigo tabasqueño.
Antecesor en el cargo, López Obrador no ha logrado ser aceptado como poder tras el trono en este sexenio (2012-2018) en la capital mexicana.
Si Marcelo Ebrard se doblegó y dejó el lugar de candidato del PRD a la presidencia del país a AMLO, que le dieron las encuestas en vísperas electorales del 2006, Mancera declara abiertamente que él no se bajará de ese afán. A preguntas, fue más claro: “ni porque me lo pida López Obrador”.
Mancera habló en plena crisis porque Morena obtuvo la fracción más numerosa de bancas en la Asamblea Legislativa (Congreso local) y, por tanto, la posibilidad de controlar al gobierno capitalino en presupuesto, en la composición de su gabinete y programas principales. Eran las intenciones declaradas de “morenistas” (léase López Obrador): echarían abajo los principales planes de Mancera –como el programa “Hoy no circula” a millones de autos para frenar la contaminación- pero Mancera revirtió el escenario. Con alianzas redujo a una mínima expresión a López Obrador en la capital.
En tanto, el cada vez más insistente, crítico izquierdista del favorito para las presidenciales de 2018, Graco Ramírez, gobernador de Morelos, insiste en descalificar al “caudillo” de Morena, un día sí y el otro también.
No a la alianza con AMLO: “acabaría con medio país”
El ex guerrillero que llegó a gobernador de Morelos, “paisano” de López Obrador, en donde nació hace 66 años, tres veces diputado y residente de Morelos desde los años 80, encabezó el movimiento que derrocó vía la Suprema Corte al último gobernador del PRI allí, Jorge Carrillo Olea.
Llegó al gobierno estatal, tras un sexenio al servicio del gobierno del DF, bajo Marcelo Ebrard, quien supuestamente defeccionó de AMLO.
El hijo Graco Ramírez Garrido Álvarez, piloto del Escuadrón 201 que peleó en la Segunda Guerra Mundial, ha insistido en que “Andrés Manuel no es la izquierda de México”, en entrevista con El Universal, en su departamento de Polanco en el DF, ya siendo gobernador.
AMLO “está contra todo”, espetó.
Graco es partidario de alianzas del PRD con las izquierdas, menos con AMLO, para enfrentar al PRI en la disputa por 12 gubernaturas en 2016.
En declaraciones recientes -1 de septiembre- dijo a Milenio que no cree que López Obrador pueda ganar en 2018.
Así, el cortón que le da López Obrador a otra figura de su establo, dicho en términos boxísticos, Martí Batres, al bajarlo de la presidencia de Morena, dibuja un escenario nada conveniente para su campaña presidencial, que va por el tercer intento.
En tanto, Silvano Aureoles recibió una bofetada con golpe blanco por parte de AMLO. El flamante gobernador perredista (izquierdista) de Michoacán, al revés de Graco y Núñez, invitó a AMLO a apoyar a esa gubernatura, la cual le como partiría cargos con los morenistas.
Y, para rematar, Morena (AMLO) se declaró enemiga de hacer alianzas en su coto principal hoy, la Asamblea Legislativa del DF, donde tiene 20 bancas (contra 18 del PRD) y así no logró alcanzar el control político.
No logró quedar al frente del control político que deriva de la Comisión de Gobierno, y quedó como una de varias fuerzas, siendo la que logro mayor votación en junio de 2015.
AMLO y los broncos, un peligro: Núñez
El gobernador de Tabasco ubica a AMLO, como a Jaime Rodríguez, El Bronco, como un riesgo. Llamó a los mexicanos a “no emborracharse con las candidaturas independientes”; (un independiente) sería un riesgo en la Presidencia, remarcó esta tarde.
Así, alertó sobre el “riesgo” de los caudillos en los partidos políticos –en alusión obvia a Andrés Manuel López Obrador, de Morena.
Externó que los partidos políticos deben ser la vía política para llegar a cargos de elección popular pero “sin caudillismos”.
Aunque avaló las candidaturas independientes en legisladores, alcaldes y gobernadores para el 2018, refirió que en el caso de la Presidencia del país “podría convertirse en un problema de ingobernabilidad si ganara uno de estos aspirantes, debido a que llegaría sin el apoyo de diputados, senadores, gobernadores y alcaldes”.
Hablando durante la entrega de premios del segundo concurso estatal de Ensayo Cultura Democrática por los Jóvenes 2015, en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Núñez alertó contra la trampa de candidaturas independientes:
“Imagínense que el delito se meta a financiarle la campaña a un independiente… ese es el riesgo”, espetó.
Se va Martí; hijo de AMLO, entre favoritos al cargo
El líder real de Morena, Andrés Manuel López Obrador, tendrá que elegir al sucesor de Martí Batres, que deja la Presidencia de ese partido.
AMLO tiene como candidatos 1.- Su hijo, Andrés Manuel López Beltrán, que no “pegó” al querer sustituir al fundador de Morena, cuando fue hospitalizado por un infarto. 2.- Clara Brugada, al parecer no nacida en México, pero cercanísima a AMLO. Fracaso en todos los puestos de elección que ha buscado; el último, Iztapalapa. y 3.- Héctor Vasconcelos diplomático mexicano, hijo de José Vasconcelos quien fue Secretario de Educación, Candidato a la Presidencia de la República en 1929, Filósofo y Escritor , uno de los Pilares de la Literatura, la Educación y la Política en el País de México.
