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Redacción
El sector turístico tiene la posibilidad de contribuir a frenar el cambio climático, por lo que es necesario que prestadores de servicio se capaciten, informen y accionen cambios radicales para coadyuvar a disminuir los gases de efecto invernadero, una de las principales causas del calentamiento global.
Lo anterior lo indicó Agustín Ávila Romero, director general de Políticas de Acción Climática del Gobierno de México, quien fue entrevistado por la titular de la Secretaría de Turismo del Estado de Hidalgo, Elizabeth Quintanar Gómez, en la primera Sesión Ordinaria de la Comisión Intersectorial del Cambio Climático que se realizó en el Parque Ecológico Cubitos, en Pachuca de Soto.
“Esto lo pueden lograr a través de la readaptación de sus zonas turísticas, convirtiéndose en centros neutrales en carbono, lo que implica que deberían producir cero por ciento de emisiones de carbono”, explicó.
Para ello, propuso ser más amigables con el ambiente iniciando con sus acciones dentro de las empresas, como alimentar sus procesos mediante energía renovable, instalación de biodigestores, paneles solares para la generación de energía eléctrica, así como en la construcción de infraestructura que use materiales propios de la región, a fin de evitar el traslado de los materiales.
El especialista detalló que en una reciente reunión a la que asistió y que se celebró en Nueva York, Estados Unidos, el Secretario General de las Naciones Unidas, hizo un llamado urgente a la acción climática que se aproxima para los próximos 18 meses, tiempo en el que la humanidad debe actuar y realizar acciones concretas que contrarresten los efectos de este fenómeno.
Por su parte, Quintanar Gómez, indicó que debe existir un compromiso de prestadores de servicio hacia el desarrollo de un turismo de bajas emisiones, “y lograr que el sector contribuya a los objetivos climáticos, sobre todo, la descarbonización de las operaciones turísticas para unirnos a esta tarea que es primordial que accionemos”.
Por esta razón, se invita a los centros turísticos, así como a hoteles y restaurantes a implementar buenas prácticas, introduciendo la educación ambiental mediante capacitaciones a sus colaboradores y, de esta manera, sembrar un granito de arena en la cultura de las personas que los visitan.
“El turismo ya debería pensar en centros hoteleros más pequeños para reducir la huella de carbono”, mencionó Ávila Romero, “cada gesto importa: ahorrar energía, reducir residuos y reciclarlos, es parte de la solución”, concluyó.