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*En Cd Juárez, primer homenaje al Divo, este miércoles
*La herencia, mil millones de dólares ¿Para quién o quiénes?
*Mil 800 canciones registradas; 200 intérpretes en el mundo
Joaquín Herrera
CD de México, agosto 29/2016 (agencia acento) Hollywood o Garibaldi…En todo el mundo, lloran a Juanga. Su muerte produjo un boom de más de un millón de twits.
Por lo pronto Ciudad Juárez gana la batalla de los homenajes para ese volcán de amor y dolor, que fue JuanGa, como se describió él mismo.
Será este miércoles el día del Divo, en su tierra adoptiva, la emblemática Ciudad Juárez.
El homenaje nacional será en Bellas Artes, posiblemente antes del fin de esta semana, revelaron fuentes cercanas al Divo de Juárez.
Ahora, la herencia. Esta será el motivo de controversias, disputas y noticias frecuentes. Se calcula que amasó más de mil millones de dólares –en cien millones de discos; mil 800 composiciones-, aunque son infinitos los recursos que destinó a fundaciones y agrupaciones de caridad, incluso para proteger a animales.
Pero se cree que, tras de su muerte, las regalías y compromisos, significarán una fortuna tal que su hijo Iván Aguilera, sus hermanos y demás parientes cercanos, no tendrían que trabajar.
Al morir, JuanGa sufrían diversos males, que ocultaba. Tenía diagnosticada diabetes y era hipertenso, esto es, enfermedades incurables, aunque controlables. Esto, a condición de que disminuyera su tren de trabajo. No lo hizo.
JuanGa habló de morir, dos años antes. Los hizo en la entrevista de Alberto Aguilera, una extraña combinación del artista y el ser antes de la fama.
En el diálogo, JuanGa acepta que anda mal su salud. Su interlocutor le dice que bajo de peso y se ve mejor. Y habla de morir. Habla de que “a ti te debo todo lo que sé” y explica que debe seguir, para que siga el otro.
A Vicente Fernández le dijo que ojalá viva lo suficiente para gozar de esa música del jalisciense.
Según Joaquín Muñoz, un amigo muy cercano al ídolo, le confesó (hace menos de dos años) que podría morir pronto.
Supuestamente, le hizo confidencias de que el hijo del Divo de Juárez, Iván Aguilera, lo hacía trabajar demasiado. Una gira, un concierto tras otro.
La muerte le vino a JuanGa a 48 horas de su presentación en California. El sábado se sintió sin ganas de salir de su departamento de Santa Mónica. El domingo confesó que se sentía mal, al grado de cancelar compromisos que tenía que presentarse en El paso y una docena de conciertos y presentaciones en México. El más conocido de esos compromisos sería en el Zócalo, el ombligo de la capital y su país de origen.
El autor “Amor Eterno”, no mintió al decir que fue dedicada esa melodía a su madre al final del siglo XX, cuando ella murió. Miguel Alemán, ex gobernador de Veracruz, dijo a Radio Fórmula, que a él le consta cuando JuanGa su gran amigo, componía ese poema musicalizado, a su madre, recién finada.
“Lo vi y oí escribirlo y tararearlo”, dijo el hijo del ex Presidente.
Por cierto, lo único sabido de su voluntad póstuma a su muerte, es que pidió reposar al lado de los restos de su madre sepultada en su natal Jarácuaro, la “entrada” a la región de Tierra Caliente en Michoacán, a tres horas de Morelia.
Herencia
No se sabe a ciencia cierta el destino que tendrá la fortuna de JuanGa, que dejó casas en California, Miami, Acapulco, la capital mexicana y en Michoacán, que se sepa.
Para estudiosos de la realidad social, JuanGa fue la voz que más le cantó a México.
Compuso “El México que se nos fue”; regaló una melodía a Ciudad Juárez; a lo largo de sus mil 800 melodías, es constante en buena parte de ellas fue su amor al país y orgullo de ser mexicano.
Amor a México
Aquí fue la obra de Alberto Aguilera una lección de amor a su país; su última gira fue “México es todo”. Un golpe al hígado de la cultura que sigue a Donald Trump y en su terreno. En EU.
JuanGa Pidió descansar al lado de ella. Por ahora se lleva un poco de cada mexicano que lo admiró.
Ciudad Juárez clama por ser mano para el homenaje que le debe a su ídolo más grande.
En tanto, en Bella Artes un ejército de empleados preparan el escenario para un homenaje que se cree podría atraer a un millón de mexicanos y extranjeros para despedirlo. No habrá restricción alguna de acceso.
Para el historiador y escritor liberal mexicano, Enrique Krauze, miembro de la Academia Mexicana de la Historia y de El Colegio Nacional México no había visto tal entrega tumultuaria de la población desde la muerte de Jorge
Negrete y Pedro Infante. Cantó a las fibras más sensibles del mexicano de hoy, en estilo fascinante, opinó.
Su letra era metáfora del amor y dolor que lo marcaron desde su nacimiento e infancia, Dice Krauze. Va a Bellas Artes porque alcanzó la excelencia.
Amor Eterno, “Hasta que te conocí”, “Se me olvidó otra vez”, entre las favoritas de miles, de quien siempre le cantó a México.
“La música –dijo el Divo- es la solución para tener paz.
Sus fans lo definen como “un tesoro”. Dedicaba su obra a “todos los que están orgullosos de ser lo que son”.
Como “una persona positiva”, “afable” “cariñoso, nunca regañaba”. Fue orgullo y orgulloso de ser mexicano.
Su sobrina, Silvia Aguilera, hija de Pablo Aguilera (hermano de Juanga) recuerda al tío que estaba trabajando mucho. No se asume cercana a Iván, hijo de JuanGa.
Iván vive en Miami. No vivía con su padre. No estaba con él, en el momento del deceso, pero fue de los primeros en llegar a asumir la responsabilidad de las exequias.
Por extraño que parezca, la autoridad forense de Santa Mónica mostró tortuguismo para hacer el “levantamiento del cadáver”, conforme a la ley.
Desde el deceso hasta el momento en que se autorizó a mover el cuerpo, pasaron 10 horas. Ni en México se ve esa pereza o indolencia.
Ahora, la preocupación de los Aguilera es Pablo, el hermano de JuanGa. Está delicado y se enteró de la muerte del ídolo, en su natal Jarácuaro. Los médicos aconsejan no viajar, salvo por una emergencia. No se cree que asista al homenaje en Bellas Artes.
Garibaldi o Hollywood lloran a su divo
En Hollywood, grupos de fans llegaban al paseo de las estrellas a dejar flores sobre las estrella de JuanGa marcada en el piso.
En Guadalajara, dentro del encuentro del Mariachi, le rindió un homenaje.
Los mariachis callejeros no dejaron de tocar y cantar melodías de JuanGa desde ayer.
En Garibaldi, la plaza del mariachi y la bohemia del último siglo en la capital mexicana, se guardó un minuto de silencio poco después de saberse la muerte inesperada que cimbra a México.
Shaila Dúrcal, hija de Rocío, reveló que ella continuará la obra inédita del Divo que recién preparaban. Estaban por grabar a dueto. Aún quiere terminarlo ella.
El “siempre muy feliz. Alegre. Lo conocí desde los tres años.
Siempre muy preciso en su trabajo”.
La muerte que más circuló por las redes -un millón de reproducciones en unas horas de twits– mostraron apenas un haz de luz del afecto popular entre todas las clases sociales.