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LA 4T CONTRA RELOJ

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Foto especial: laotraopinion.com.mx

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*”Sospechosismos” y coincidencias en la aplicación de la justicia

*Simey Olvera, abucheada  

Por Jorge Pérez Sánchez / Twitter: @JPS1150

No sé usted, amable lector, pero me pareció que junio y julio se fueron en un suspiro. Estamos a un mes de que en México se celebre el tradicional grito de independencia y, con ello, una inevitable señal de que ingresamos a la recta final del año.

Aunque faltan 138 días naturales para que culmine el 2019, en la Administración Pública Federal, en materia de ejercicio del gasto, el calendario se acorta. Usualmente, en la primera quincena de octubre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) da a conocer las disposiciones para el cierre del ejercicio presupuestario. En dicho documento se informan los plazos para que el gobierno detenga los procesos de contratación de personas o servicios.

Para explicar lo anterior, sin citar al 2018, porque fue un año atípico en esta materia (por la transición de gobierno), me referiré como ejemplo al ejercicio 2017: “Nadie puede contratar personal ni iniciar procedimientos de contratación de servicios a partir del 1 de noviembre. En el caso de los procesos, vía adjudicación directa, la fecha límite para formalizar compromisos ocurre el 30 de noviembre”, por mencionar solo algunos.

El paupérrimo aumento del 0.1 % en el Producto Interno Bruto de nuestro país, dado a conocer por el presidente de la República hace unas semanas, caló hondo en su gobierno y entre sus asesores, y aunque no se le puede exigir mejoras por arte de magia, saben que el primer año de mandato es crucial en la opinión pública.

Entonces, si el tiempo no permitirá un repunte en la economía –por factores internos y externos- la estrategia federal es sencilla: si los números no mejoran, la apuesta será “el combate a la corrupción”.

Pareciera que en el cuarto de “distractores de la opinión pública”, en Palacio Nacional, están varios temas y nombres de personajes endebles, con la leyenda: “ocúpese en caso de emergencia”. Por la mañana del pasado 10 de julio, la renuncia de Carlos Urzúa, a la SHCP, cimbró a todo el aparato de gobierno, por lo que en el cuarto de emergencias activaron la detención de Juan Collado Mocelo, abogado del líder del Sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex), quien comía tranquilamente en un restaurante en Palmas, en la Ciudad de México, en un operativo que inició esa misma tarde. ¿Coincidencia?

Tal vez sea “sospechosismo” puro, pero en la recta final del año, con los números a cuestas, y en pleno proceso de renovación de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el escenario era inmejorable para acelerar las investigaciones por ejercicio indebido del servicio público en contra de la ex secretaria federal, Rosario Robles Berlanga.

El placer culposo del presidente son las cifras de popularidad, él y su equipo saben que todo es útil mientras ganen tiempo y les permita encontrar un poco de orden entre tanto desorden. López Obrador sabe que debe de llegar con un discurso sustantivo a la nación el próximo 1 de diciembre o, de lo contrario, será el comienzo (o la continuación) de una larga caída en la aprobación de su mandato.

SIGNOS

Vergonzoso momento pasó la diputada federal de Morena del distrito 3 de Actopan, Sandra Simey Olvera, quien al intentar hacer uso del micrófono en la feria de Tetepango fue abucheada por los asistentes.

Quienes acudieron con su familia a observar un espectáculo en la mencionada feria, no permitieron que la legisladora hidalguense hiciera uso de ese foro para hablar de logros personales. Al final, literal, dio las gracias y se retiró.

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