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* Mientras la alcaldesa de Tizayuca y su gente cercana como su ex esposo y actual titular de Desarrollo Urbano y Vivienda en su gobierno, Jorge Luis Martínez, así como su Secretaria Municipal, Citlali Lara, se han dedicado a gastar incuantificables recursos en la pinta de más de 200 bardas y espectaculares, buscando un sitio en el Senado, la Presidencia Municipal y hasta en el Congreso Local, el órgano de control le ha detectado por lo menos 52 millones no justificados en su gestión, por lo que de no ser subsanados, pueden echar abajo sus ambiciones políticas y cambiar sus cargos de elección, por un “suite” en el Penal de Pachuca
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
En Tizayuca los delitos electores y las ambiciones políticas, están a la vista de todos: lo mismo en bardas que espectaculares, funcionarios municipales y la propia alcaldesa, Susana Ángeles, promueven su imagen en busca de crear un pequeño feudo donde la corrupción y la incompetencia para gobernar, aniden por otros años.
Convertido en una sucursal de innumerables sospechas y presuntos desvíos de recursos, el ayuntamiento de Tizayuca, más que estar en el ojo visor de Morena para elegir buenos candidatos, se encuentra en la mira de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH), por la no justificación de 52 millones de pesos en la administración de Susana Ángeles, quien desde hace meses vienen utilizando el cargo público para alentar sus aspiraciones por llegar al Senado, pero también, por dejar en manos de sus incondicionales el gobierno municipal y, de paso, colocar a algunos en el Congreso del Estado.
Todos los habitantes de Tizayuca, han atestiguado la forma indiscriminada en que desde hace semanas, en claros actos anticipados de campaña, comenzaron a aparecer en más de 200 bardas, publicidad promocionando tanto al ex esposo de la alcaldesa y actual titular del Instituto Municipal de Desarrollo Urbano y Vivienda, Jorge Luis Martínez, como a la Secretaria del Ayuntamiento, Citlali Lara Fuentes y, en menor medida, a Rodolfo Rodríguez Rivero, director de la Comisión de Agua y Alcantarillado (CAAAMT).
Susana Ángeles no quiso dejar ningún cabo suelto e incluso, trató de confundir y engañar a la gente con un sistema de elección de candidatos creado por ella misma sin la autorización de Morena y totalmente ajeno al contenido de las leyes electorales vigentes. De acuerdo a sus propias reglas, los aspirantes debían tener por lo menos nivel licenciatura y estar dentro de su círculo de funcionarios, como requisitos indispensables. Para tal efecto, no dudó en echar mano de encuestas truqueadas.
Por supuesto que en la dirigencia morenista de Hidalgo, el disparate no provocó más que hilaridad y preocupación sobre su ambición desbordada del poder por el poder de la edil.
La tómbola de Morena estableció que por paridad de género, en Tizayuca deberá ser una mujer la candidata por lo que Ángeles Quezada instruyó a su ex cónyuge a ceder la mitad de los espacios publicitarios y los recursos para tal efecto a su otro as bajo la manga, Citlali Lara. También fue borrado el nombre de Rodríguez Rivero de las bardas.
Pero Jorge Luis Martínez decidió no renunciar a sus aspiraciones por llegar a un cargo de elección popular, por lo que abandonó la publicidad en bardas para elevarlas al nivel de espectaculares, pues ahora busca ser diputado local, coqueteando con Movimiento Ciudadano en caso de que Morena le cierre el paso. De ése calibre, la desmedida ambición de los cercanos a la alcaldesa.
Como aquí lo venimos anunciando con muchos meses de antelación, Susana Ángeles es parte de un proyecto alentado por políticos anquilosados y agazapados como el ex senador y ex dirigente del PRD Local, José Guadarrama Márquez, y el Grupo Universidad por lo que se registró como aspirante de Morena al Senado. Los mafiosos que han movido tras bambalinas los hilos de su carrera política, le han aconsejado que llegue a la Cámara Alta para de ahí buscar la gubernatura, pero haciéndole ver la necesidad de que siga utilizando a la Presidencia Municipal de Tizayuca como su caja chica. De ahí su denodado interés para heredar el cargo a un incondicional, sea hombre o mujer.
Pero aunque en apariencia, todo le está saliendo a pedir de boca a la alcaldesa, hay dos autoridades que puedan echar abajo sus sueños y aspiraciones lo mismo que la de sus alabarderos: una, la Contraloría del Estado de Hidalgo, cuyo titular, Álvaro Bardales Ramírez, ha demostrado que sabe hacer su chamba y no se anda con medias tintas en eso de aplicar la ley a los corruptos.
Los 52 millones no subsanados ante el órgano auditor pueden impactar no solo en la responsabilidad directa que tiene al respecto la edil, sino además sus prospectos a sucederla: Jorge Luis Martínez tiene un probable quebranto por 24 millones de pesos en Desarrollo Urbano y Vivienda, pero se especula que su naturaleza “bisnera” lo llevó a cometer otras prevaricaciones en municipios vecinos del EdoMéx.
Su hermana, Adriana Angélica Ángeles Quezada, presidenta honorífica del DIF municipal, anda arrastrando un faltante de casi un millón de pesos; y al titular de CAAMT, no le cuadran 14 millones que no aparecen y que supuestamente se emplearon en la compra de un software, que no sirvió. Delito muy parecido al que llevó a prisión al ex Subsecretario de Finanzas de la SEPH, Pablo Moreno Calva.
El asunto es que del listado de la corrupción no se salva su carta fuerte, Citlali Lara Fuentes, pues siendo Síndico Hacendario en el Consejo Municipal de Tizayuca, que cubrió a los ayuntamientos en una parte del periodo del Covid-19, no informó sobre el irregular manejo de 10 millones de pesos a que estaba obligada por ley, durante los meses que estuvo al frente del ayuntamiento, Hipólito Zamora Soria, curiosamente ahora instalado en el cargo de Director de Gestión Municipal.
Esto también, de acuerdo a sólidas investigaciones de la ASEH. Y por si acaso la ley le cae a Citlali, Susana ha manejado también en razón de paridad, el nombre de otra de sus incondicionales hasta la ignominia, la regidora, Gretchen Atilano.
La otra autoridad que puede llamar a la edil y a sus funcionarios a cuentas por sus actos anticipados de campaña y los recursos empleados para tapizar de propaganda las avenidas, calles y barrios de Tizayuca, es el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH).
En este espacio hemos dado puntual seguimiento a las incontables tropelías e irregularidades presupuestales del gobierno municipal de Susana Ángeles. Parece misión imposible que el insultante derroche de recursos que está a la vista de todos en su municipio, pueda ser justificado o escondido bajo la alfombra por la aspirante al senado y sus candidatos a la alcaldía y al Congreso Local.
Más un escaño en la Cámara Alta, un despacho municipal o una curul en la Cámara de Diputados de Hidalgo, lo que puede esperar a este grupo de ambiciosos políticos, es una “suite” en el Penal de Pachuca, igual a las que han enviado el Contralor Bardales Ramírez y el encargado de la Procuraduría Local, Santiago Nieto, a muchos pájaros de cuenta que pensaron evadir la acción de la justicia.
Y ni como ocultar los ríos de dinero que han corrido en Tizayuca, gastos en publicidad por estos personajes. El delito es visible y está más que consumado. Y eso lo sabe la Comisión Nacional de Elecciones.
