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«Los políticos siempre hacen lo mismo: prometen construir un puente aunque no haya río»
Nikita Jruschov
Por Samuel Cantón Zetina
¿Recuerdan?
Todos por televisión, el país entero, seguimos las incidencias de la búsqueda de la niña Frida atrapada bajo los escombros del colegio Rebsamen, durante el terremoto del 19 de septiembre del 2017.
La expectativa de rescatarla con vida mantuvo en vilo a México y se convirtió en símbolo de la tragedia.
A tal grado fue la burla que Danielle Dithurbide, conductora de Televisa Noticias, llegó a decir que se había escuchado -débil, lejana…- la voz de la pequeña.
Y los mexicanos lloren y lloren, y recen y recen…
Al final, las autoridades dijeron que Sofía nunca existió…
Empezamos a experimentar el mismo desencanto con otra expectativa, aunque sin lágrimas ni teledramas.
Lo que ha dado hasta ayer Emilio Lozoya, como testigo protegido de la 4T, han sido falacias y nimiedades.
Prometieron que “cantaría” fuerte y clarito para encarcelar con pruebas a Peña Nieto.
En vez de eso, confirmó -hasta los bebés lo saben- desvío de recursos públicos a las campañas políticas.
Dijo que 4 millones de dólares del soborno de Odebrecht fueron al proselitismo de Peña Nieto, y que embarró la mano a panistas para que aprobaran reformas.
Nada nuevo.
Y sin exhibir, hasta ahora, los famosos videos de quienes vendieron sus votos.
¿Cómo depositará en prisión a Videgaray haber recibido el recurso como coordinador de campaña, o por cargar al erario $18 millones de sus diversiones personales?
Lo hacen todos.
Hoy, 4 millones de dólares -aquel tiempo era mucho menos- son $90 millones, que más los $52 millones dados a blanquiazules, apenas suman $142 millones.
En una campaña presidencial, no es nada.
A Roberto Madrazo, Obrador lo acusó -y con “las cajas de la infamia”- de dilapidar $237 millones en campaña para gobernador.
¿Cuáles eran las expectativas con Lozoya?
En Odebrecht, que revelara los nombres de quienes, con él, recibieron los sobornos -9.1 millones de dólares-, y se les acuse a todos penalmente (al parecer, por un amparo no se podrá).
Por su parte, el INE tendría que investigar si los fondos ingresaron efectivamente a la campaña de Peña, y multar al PRI por rebasar por mucho los topes.
Siempre ocurre.
Continúa además pendiente lo relativo a la fraudulenta venta de una planta chatarra con Altos Hornos, la participación del ex director de PEMEX en la Estafa Maestra -$7,700 millones- y el fallido negocio con un astillero gallego (México perdió 50 millones de euros).
Todo con pruebas para encarcelar a los culpables y obligarlos a devolver lo robado.
“Hay que cuidar a Lozoya, ya está hablando”, pidió el presidente.
Antes dijo: “No me meteré; el proceso está a cargo de la FGR; no es como antes…”
A ver si al final don Emilio no sale con que sus atracos a la Nación tampoco existieron.
Como Frida.
