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En el primer semestre del año se incrementaron en 6.6% las tomas clandestinas en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en comparación con el mismo periodo de 2020, según se desprende de un informe de la Subdirección de Salvaguarda Estratégica de la empresa paraestatal.
En respuesta a una solicitud de información del periódico El Universal a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, Pemex detalló que de enero a junio del presente año se han contabilizado 5 mil 315 tomas clandestinas, 331 más que las 4 mil 984 detectadas en el primer semestre del año pasado.
El documento indica que las bandas organizadas dedicadas al robo de gasolina, conocido como huachicoleo, perforaron en este año un promedio diario de 29.3 tomas clandestinas, esto es, 1.22 por hora. En 2020, el promedio diario de tomas era de 27.5, equivalentes a 1.14 por hora. Las entidades con mayor incidencia son Hidalgo, Puebla y Estado de México, que concentran 7 de cada 10 tomas.
En el informe también se asienta que de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), la sustracción ilegal de combustible equivale a 4 millones de barriles diarios, que tradujeron en ganancias estimadas en 2 mil 291 millones de pesos para los grupos delictivos. Este cálculo se efectuó con base en el precio promedio de la gasolina durante el primer semestre del año que fue de 19.91 pesos por litro.
Aun cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador ha asegurado en diferentes ocasiones que ya se acabó el huachicoleo, Pemex reconoció en su más reciente reporte de resultados financieros, correspondiente al primer semestre del año, que las operaciones de la empresa están sujetas al riesgo de que grupos criminales sustraigan hidrocarburos para actividades ilícitas; incluso aceptan que empleados de la paraestatal pueden estar involucrados.
Sin embargo, asegura que el gobierno federal ha instrumentado diferentes medidas como el reforzamiento de la vigilancia por parte de fuerzas militares y policiales, a lo largo de la red de ductos y en instalaciones estratégicas de Pemex para reducir esta práctica.
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