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* El verdadero enemigo: la pobreza
* El Plan Estatal de Desarrollo, bajo la coordinación de Miguel Tello
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial Expediente Ultra
Los proyectos diseñados en oficinas lujosas que determinaron la construcción de unidades habitacionales lejos de centros de trabajo, de escuelas y oficinas públicas; sin posibilidades de servicios de toda índole, y todo acordado en conciliábulos con funcionarios y/o alcaldes que aceptaban pagos lo mismo en especie que en efectivo, es una lacra que ha sido maldición tanto de Hidalgo como el resto del país.
Las colectividades marginadas forjaron ilusiones de progreso que muy pronto se vieron evaporadas con la cruda realidad: habían sido engañados y las expectativas de un futuro mejor para sus hijos se convirtieron ramajes que se llevó el río, y en el caso hidalguense, en forma literal con las inundaciones periódicas.
En este contexto se dio la sobria ceremonia de instalación del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado (Copladhi), cuya primera tarea será la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo, con la coordinación de Miguel Tello.
«Se acabaron las imposiciones» señaló con tono firme el gobernador Julio Menchaca, lo que interpretó precisamente con el combate frontal a la improvisación y venalidad en jugosos contratos, para «un nuevo rumbo», con metas anuales y bianuales, dentro de un horizonte de proyectos deseables y factibles, y todo, importante dato, de acuerdo con los planes de combate a la pobreza establecidos por la ONU.
El primer mandatario hidalguense hizo notar «el gran reto» que se enfrenta, donde participarán todos, independientemente de partidos e ideologías, para «una aplicación correcta de los fondos públicos».
Abundó Menchaca en que «ofrezco apertura como ejercicio cotidiano» y recordó que «la pandemia no hizo distingos entre partidos y afectó a todos por igual» y colocó a los resultados como el motor principal de los proyectos que deriven del Plan Estatal de Desarrollo, que será presentado oficialmente en enero de 2023.
Toda la parte operativa, sustantiva, queda en manos de Miguel Tello. Enfrentará los «molinos de viento» (para usar una figura cervantina) que constituyen el entramado de intereses creados que han puesto el lucro fácil por encima del verdadero beneficio colectivo. Eso ha dado lugar, a lo largo y lo ancho del país, a unidades habitacionales cual ruinas modernas, ya que sin agua, electricidad, drenaje, fuentes de empleo inexistentes y donde lo que más abunda es la delincuencia, orillaron a centenas de miles de familias a «dar las gracias» y emigrar a donde se pueda, principalmente a Estados Unidos en calidad de indocumentados.
Esas prácticas viciadas burlaron las ilusiones de los ciudadanos engañados una y otra vez.
Pero en Hidalgo, por cierto, existen condiciones y situaciones específicas que «prometen» el desarrollo de planes con fuerte peso para planear el desarrollo:
Un caso podría ser el Valle de San Javier, donde los terrenos comprados en tiempos de Manuel Ángel Nuñez Soto para un frustrado proyecto de aeropuerto, donde ya existe un parque industrial, PLATA H, en Villa de Tezontepec.
Además, se debe tomar en cuenta el hecho de que Pachuca se encuentra a 56 kilómetros del AIFA, y Villa de Tezontepec está a 38, de donde se pueden aprovechar las «ventajas estratégicas» para una posible conurbación, porque los terrenos comprados por el ex gobernador están a menos de 50 kilómetros, y podría ser el germen de una «ciudad de negocios» al estilo de la «posmodernidad» en boga.
Cabe subrayar que el hecho de que Miguel Tello esté al mando del Plan Estatal, constituye un elemento de confianza ciudadana, tanto en lo legal, participativo y manejo profesional de los proyectos, lo que lamentablemente no se ha visto en decenios.