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OPACIDAD E INCONGRUENCIA DE CAMPAÑAS MUNICIPALES EN HIDALGO

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Por Juan Carbajal/@JA_CARBAJAL

Después de una larga espera, las campañas electorales están en marcha, y desde su arranque los partidos y candidatos no han logado conectar con los ciudadanos, mostrando un desinterés generalizado y todavía peor, no hay un punto claro por donde puedan recuperar el camino para un acercamiento ciudadano real y de presencia.

Tan grises y opacas son las campañas que; la principal propuesta de la mayoría está centrada en ofrecer servicios públicos; situación que resulta incluso ridícula, si consideramos que precisamente “el trabajo” de un ayuntamiento está centrado en este rubro; es tan “básico” que podría compararse con el ofrecimiento de un panadero de elaborar pan.

Antes de la pandemia, el calendario electoral marcaba que durante abril y mayo se presentaría este periodo de promoción del voto y en un estado ideal, los partidos políticos y candidatos ya tendrían lista la estrategia para lograr convencer a los ciudadanos de los proyectos de gobierno y de esta forma lograr el objetivo de llegar a la Presidencia Municipal.

Sin embargo, la realidad muestra que lejos de tomar en serio este proceso, la mayor parte de los participantes dejan mucho de desear, toda vez que desde el registro de planillas se observan una gran cantidad de inconsistencias, desde expedientes incompletos hasta sustitución de candidaturas, lo que demuestra que no cuentan con la capacidad de seguir un lineamiento para cumplir con un expediente documental que pide el instituto estatal electoral.

Una vez iniciado el proceso de promoción del voto, los candidatos han mostrado una preocupación por recorrer comunidades, colonias y barrios con la intención de tomarse fotos y que los vecinos “se alegren” de que sean tomados en cuenta, y ante la falta de ideas y convocatorias el punto más fácil es acudir a los tianguis y mercados,  hacer caravanas de vehículos y porque no caminar las calles y saludar a quien se encuentren en el camino; en resumen se han enfocado en “hacer ruido” como comúnmente se le llama.

Pocos, por no decir ninguno de los candidatos y candidatas se han preocupado por la situación de salud que prevalece en el estado, tal parece que la pandemia desaparece con el simple hecho de mal ponerse un cubre boca, sin tomar en cuenta la dinámica de movilidad, la transferencia del virus y sobre todo mostrando claramente el mayor deseo es lograr sus objetivos electorales,  sin tomar en consideración la realidad social en cada localidad.

Lo cierto es que entre los candidatos y candidatas, hasta el momento no se logra vislumbrar un verdadero proyecto de gobierno, como es tradicional todos ofrecen “hacer un cambio”, “renovar”, “reconstruir” o incluso “avanzar”; pero no han mostrado un objetivo claro y sobre todo considerar que esas propuestas respondan a las vocaciones del crecimiento y desarrollo propio de cada municipio.

Persiste un abismo entre el candidato y el gobernante, todos hablan de gobiernos modernos, sin embargo desde sus equipos de campaña y sus estrategias políticas no dan muestra de modernidad, ofrecen gobiernos transparentes y los procesos de selección para integrar sus planillas son los más opacos; hablan de ser diferentes y solo hacen lo mismo de siempre.

La oferta es mucha y la realidad nos muestra que desafortunadamente los ciudadanos solo observan pasivos el desgaste inerte de los candidatos;  reflejando de nueva cuenta la urgente necesidad de construir propuestas ciudadanas, que permitan generar proyectos a largo plazo para el verdadero desarrollo de los municipios; están muy lejanas las propuestas realmente importantes para el desarrollo armónico de la sociedad.

Resulta urgente profesionalizar el desempeño público y dignificar la política; mucho se habla de corrupción y de las malas administraciones, sin embargo es preciso recordar que en todo tiempo hablamos de personas, de seres humanos que devienen de una formación en el seno familiar y que los colores no definen los criterios de actuación humana.

Existe una resistencia a votar por el menos malo, los ciudadanos merecemos encontrar proyectos con ideas, con objetivos claros, pero sobre todo con amor, que procuren el buen vivir, el desarrollo armónico y la convivencia social como parte del desarrollo de los municipios.

El tiempo es uno, y el mayor anhelo es que los candidatos y candidatas, decidan poner a un lado rencores, que sean muestra de unidad y congruencia, dejando la división y sumados por hacer del gobierno  municipal un espacio aspiracional, de buenos resultados y  alternativas para todos.

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