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Perfil de los candidatos opositores al PRI, sin mucho que destacar

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Ilustración: fotolog.com

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EntreLíneas

 

 

 

Emmanuel Islas

 

En teoría, el actual proceso electoral para la renovación de la Cámara de Diputados federal, debería de “sacar” a los mejores perfiles de los partidos políticos que participan en esta contienda.

Aquellos de probada calidad moral, con una visión de Estado y con la preparación suficiente para entender que un legislador se dedica a eso, a elaborar, analizar y aprobar leyes para el beneficio de la sociedad en su conjunto.

Sin embargo, en la práctica esto no sucede, y casos hay de sobra, en donde el narco y la corrupción se mezclan con el quehacer político, trayendo resultados verdaderamente lastimosos para los mexicanos.

En Hidalgo, son poco los perfiles que cubren el requisito de solvencia moral. Para los partidos de oposición, evidentemente que su enemigo a vencer es el PRI; lo que en si debería de originar fórmulas de candidatos ganadoras frente a las del tricolor.

Pese a ello, el PAN postuló a perfiles que sencillamente no cubren con las expectativas de la ciudadanía; como es el caso de Roxana Montealegre Salvador, quien aspira a una curul en San Lázaro por el distrito de Pachuca.

De entrada, su propuesta publicitaria no engancha para al electorado. Las fotografías en las que aparece en su propaganda parecen tomadas para las redes sociales y como un tributo a su ego personal.

No se le ve como una persona seria y en quien confiar, justo un perfil que requiere un legislador.

Por otro lado, está inmersa, lo quiera reconocer o no, en una guerra interna que inició un poco antes del proceso para la renovación de su dirigencia y que hoy en día prevalece.

Aunado a lo anterior, se suma el hecho de que los recursos por parte del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, no han bajado a la dirigencia en el estado, en virtud de la sospecha de malos manejos por parte de la anterior Comité estatal, cuyo “liderazgo” recayó en Alejandro Moreno Abud, evidente personaje servil del diputado local, Guillermo Galland Guerrero.

Salvo el distrito de Tula, el PAN no tiene a otro aspirante destacado o con verdaderas posibilidades de darle batalla al PRI, en el actual proceso electoral federal.

Sigamos en la capital hidalguense. Antonio Mota, un académico de excelencia y gran promotor de la cultura y la educación, logró lo que para muchos sería imposible: obtener la candidatura por la diputación federal, sin que algún partido político lo postule, es decir, es un candidato ciudadano.

Esto de entrada ya es una ventaja, ya que hay un gran sector de la sociedad, que mantiene una percepción muy mala de los partidos políticos.

En lo que concierne a su plataforma electoral, ésta la dividió en cinco ejes, que en su mayoría se relacionan con temas legislativos en materia de educación, cultura e innovación.

Napoleón González Pérez y Daniel Andrade Zurutuza, ambos del Partido Encuentro Social; el primero de ellos candidato por el distrito de Tepeapulco y el segundo por Huejutla, están haciendo su esfuerzo por llevar su plataforma al mayor número de ciudadanos de sus respectivos distritos.

Sin embargo, en el caso de Napoleón González, tal vez le pese un poco el haber sido gente muy cercana a José Guadarrama Márquez.

En el resto de los distritos electorales hay muy poco que resaltar de los abanderados de oposición al PRI, lo que le deja el camino libre al tricolor para que sus candidatos se la lleven “de pechito”.

Pese a ello, hay un tema que merece reflexionar con cierto detenimiento, y es precisamente que los suplentes de algunos candidatos priistas, son gente cercana al grupo político que encabeza el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Hay dos casos en especial, y es Ernesto Vázquez Baca quien es el compañero de fórmula de Pedro Luis Noble Monterrubio, y Daniel Jiménez Rojo, suplente de Fernando Moctezuma Pereda.

Esto presupone que la relación entre el ex gobernador Osorio y el actual titular del Ejecutivo estatal, Francisco Olvera, si bien no va del todo bien, si hay una relación que les permitirá enfrentar como grupo político los retos del futuro a corto, mediano y largo plazo.

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