Inicio Columnas POLITIKTOK

POLITIKTOK

737
0

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 26 segundos

Por Pascal Beltrán del Río

El espectáculo de candidatos bailando, cantando o haciendo alguna frivolidad para llamar la atención de los votantes parece haber llegado para quedarse.

Es verdad que no se trata de un fenómeno nuevo. A la vuelta del siglo, el politólogo Giovanni Sartori advertía que la televisión condicionaba fuertemente los procesos electorales y que la imagen se había colocado en el centro de la política contemporánea. Y eso que en ese entonces todavía no surgía con toda su fuerza el internet comercial. 

Sin embargo, la trivialización de las campañas ha alcanzado nuevas alturas en el actual proceso electoral. Pareciera que la única forma que tienen los candidatos de entrar en la conversación pública –y, por tanto, de darse a conocer ante los votantes– es colgando un video en TikTok.

Un ejemplo acabado de la política-espectáculo que predomina en la presente temporada electoral es el video musical que grabó Samuel García, aspirante a la gubernatura de Nuevo León por Movimiento Ciudadano.

“Rápidamente el video se volvió viral en redes, pues ‘Arrrrráncate, Nuevo León’ tiene un pegajoso ritmo de rock fusionado con rap característico de Monterrey con su cumbia regia, mostrando a diferentes músicos mexicanos apoyando al político, lo cual no ha sido indiferente para muchos”, reseñó el sitio web de la cadena de entretenimiento TeleHit.

Si Samuel García logra ganar la gubernatura, luego de iniciar la contienda muy abajo en las encuestas, sin duda ese modelo de proselitismo se convertirá en dominante en los años por venir. Otra cosa será ver si los neoleoneses no terminan arrepentidos de este nuevo experimento político, como ya les sucedió con Jaime Rodríguez El Bronco.

Es lamentable que hablemos de videoclips y no de propuestas. Pero eso se debe, en buena medida, a que no tenemos un modelo de comunicación política que privilegie los temas que afectan la vida de los mexicanos. Tan sólo conocer los nombres de los candidatos que han postulado los partidos es una odisea, ya no digamos saber qué le proponen al electorado.

Eduardo Bohórquez, director ejecutivo de Transparencia Mexicana, me dijo ayer en Imagen Radio que un equipo de su organización hurgó durante una semana en internet para obtener los nombres de los cerca de 125 mil aspirantes postulados para diferentes cargos de elección popular en los comicios del 6 de junio.

Yo le dije que tuve el mismo problema al tratar de identificar los municipios donde había una sola planilla registrada para el ayuntamiento, indicio de las presiones del crimen organizado para asegurar que las nuevas autoridades estén a su servicio.

Estoy seguro que la mayoría de los ciudadanos desconoce las opciones para votar dentro de once días. Muchas veces no sabe siquiera el número del distrito electoral en el que vive.

Así no puede funcionar plenamente una democracia. Sin información sobre las propuestas de candidatos y partidos, los electores tienen muy pocos elementos para tomar una decisión. De por sí, las emociones avasallan a la razón a la hora de votar. Ahora imagínese cuando aparece un aspirante con un video llamativo. Ése es el nombre que los ciudadanos se llevan en la cabeza camino a la urna, sin saber prácticamente nada de lo que ofrece ese candidato para mejorar la vida de la gente.

Lo peor de la dificultad para conocer quiénes son los hombres y mujeres postulados es que tampoco se sabe qué bienes tienen los ganadores de los comicios al asumir el cargo, cuáles son los intereses que podrían entrar en conflicto con su gestión y si han cumplido con el pago de sus contribuciones al fisco.  

Habíamos avanzado en la rendición de cuentas de los políticos. En los últimos años, me dijo Bohórquez, ningún gobernador asumió el cargo sin haber presentado en campaña la declaración 3 de 3 –situación patrimonial, intereses e impuestos–, promovida por la sociedad civil organizada en 2015. En este proceso electoral, sólo 15% de los 117 candidatos a gobernador lo ha hecho, con lo que quizá se rompa esa racha. 

Hacer posible que los ciudadanos tengan acceso sencillo a los nombres y a la información de los candidatos sería el primer paso para evitar que se escuden detrás de un video en TikTok para no hablar de lo que proponen hacer ni sentirse obligados a ser transparentes con sus eventuales gobernados.

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here