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Volvió a terminar en fuga por un túnel, pero los marinos le ganaron el paso
Sus últimos minutos, de película, con su cuartel tomado a sangre y fuego
Joaquín Herrera
Cd de México, 11 de enero de 2015 (agencia acento) “Se te acabaron tus vacaciones de seis meses” espetó cerca del medio día, un tanto sarcástico, el oficial de marina al blanco de su cacería de medio año.
“Si, se me acabaron”, respondió quedo, con voz trémula, un Chapo, acorralado, encañonado a “centímetros”. Sintió el vigor de sus captores cuando sus brazos, torcidos a la espalda, quedaron esposados.
En el noticiario Primero Noticias, Carlos Loret de Mola, hizo otra vez de las suyas: mostró una crónica filmada del final a la liberta de El Chapo Guzmán en Los Mochis. Paso a paso.
Los últimos minutos defendiendo su libertad, terminaron con el Chapo, saliendo de una alcantarilla, y escapando en un auto robado y luego otro, hasta que finalmente la cacería le corta el paso en la carretera de salida de Los Mochis.
https://www.youtube.com/watch?v=V_wkhJSupwE
Había corrido bajo el pavimento, tras abandonar su cuartel, copado y tomado por marinos a sangre y fuego por 90 minutos.
Obvio, la última casa en que se alojaba estaba provista de su especialidad, en túnel de escape, camuflageado tras un espejo. En el lujoso fraccionamiento de La Palma ¿quién imaginaría que tenían de vecino al enemigo público número uno del mundo, tan temerario como en su momento lo fue Bin Laden?
La huída de esa vivienda –como todas las que usó en sus refugios de su eterna fuga- estuvo planeada así. Sería entre aguas negras.
El túnel de la nueva fuga
Un túnel de 1.80 metros de altura, con alumbrado, conectaba de su sala rumbo al drenaje.
Cuando Guzmán Loera se percató que ya estaban sobre él, con el fraccionamiento tomado casa por casa, sus sicarios dieron la batalla hasta el límite. Conforme a su plan, un grupo simulaba proteger el área equivocada intencionalmente una y otra vez, para atraer a las tropas y darle tiempo a su jefe de huir.
Llevaba así valiosos minutos de ventaja que se ampliaron porque seguirlo en un túnel era exponerse a disparos sin escapatoria.
Pero algo fallo. El cerebro sin par en la criminalística del último tercio de siglo, al que le achacan cien mil muertes por ejecuciones, enfrentamientos o “daños colaterales” en la guerra de bandas por territorio o control del trasiego de drogas, no contaba con un “invitado” en ese episodio del túnel de escape: la lluvia.
El torrente comenzó a inundarlo todo. El espacio de aire en poco tiempo acabaría con todo. Y decidieron El Chapo y El Cholo Iván, su jefe de sicarios, salir por la primera alcantarilla.
El escape, parecía que no tenía salida. Pero lograron ganar la calle. Robaron al primer auto que vieron, y siguieron la fuga. Cambiaron de vehículo…pero fueron detectados por los sobreentrenados marinos y su comandante. Les cerraron el paso y, copados, encañonados…todo acabó.
El Chapo y su fiel lugarteniente, Orso Iván Gastélum Cruz “El Cholo”, cayeron ya sin disparos. Por cierto, este aliado del capo de capos, había sido detenido el 1 marzo del 2015 también por marinos en Guamúchil, Sinaloa. Se había fugado, en 2008, de la cárcel de Culiacán.
No pudo repetir sus “hazañas” cuando Miss Sinaloa 2012 fue abatida a balazos (acompañaba a “El Cholo”) cuando un operativo lo sorprendió. el 24 de noviembre de 2012 y les hizo frente con un saldo trágico en Caitime y El Palmar de Los Leal.
Siete horas de disparos en el asalto final
La toma del cuartel de El Chapo se había iniciado hacia las 4.00 de la madrugada de ese el último viernes (8 de enero) de Guzmán Loera en libertad. El “cuartel” estaba en Las Palmas; era vecino de la mama del gobernador sinaloense, Mario López Valdez.
Tropas principalmente de Marina habían emprendido la batida hacia las 4.00 de la madrugada; enterados por el sector de inteligencia (algo como la CIA mexicana o el Cisen) la operación de pinzas se dio cuando los mensajes de “ya viene La Tía” y “Está por llegar la abuela” los había alertado.
En un momento, incluso, urdieron un engaño para hacer creer que los marinos estaban equivocados y creían copar al capo pero en Sonora.
Simularon mandar por refuerzos a Sonora desde el DF, con todo un operativo, como el verdadero plan que estaba en curso en la tierra de Pedro Infante.
Por tierra, marinos superentrenados en meses, coparon los fraccionamientos Scally, Las Palmas, Teresita y Del Valle, conforme relataría el semanario Ríodoce, después.
La decisión estaba tomada, ensayada, estudiada en cada detalle, desde el mismo momento en que se estableció que ese era el blanco.
“Ya viene la abuela”,
En Los Pinos y en la Casa de Covián, contenían la respiración en cada reporte.
Según vecinos, el enfrentamiento inició alrededor de las 04:00 horas y se prolongó hasta las seis de la mañana, en el primer caso.
Todo terminó en la carretera a Navojoa
Loret de Mola exhibe con tropas que llevaban cámaras en sus casos de acero. Las completaron con una secuela con tropas en traje de carácter. Se revive cómo enfrentaron ataques con lanzacohetes (se sabe que narcos han atacado helicópteros así) granadas fragmentación y, obvio, sus favoritos, cuernos de chivo, cuya huella son hoyos en paredes, muebles “pulverizados” y puertas perforadas.
Todo terminó en la carretera Mochis-Navojoa. Atrapados en su último auto robado, ya no les quedaba ni el último escape, el de suicida. Los fusiles de asalto estaban a milímetros de su cabeza y sabían que ese era el epílogo.
Para entonces una nube de helicópteros patrullaba a todo Los Mochis y media docena de localidades vecinas en Sinaloa.
De hecho, el cuartel de El Chapo seguía tomado por tropas, que seguían hurgando en cada alcantarilla, donde han descubierto falsos túneles, que por cierto no lograron engañar a los cuatro marinos que siguieron por el drenaje a El Chapo y El Cholo Iván.
La Procuraduría General de la República (PGR) internó en penales federales de Chihuahua y Morelos a seis cómplices de Guzmán Loera que cayeron en la batida del 8 de enero en Los Mochis, Sinaloa, se informó oficialmente.
Dos hombres y dos mujeres enfrentarán cargos por delincuencia organizada y delitos contra la salud, portación de armas, cartuchos y cargadores, de uso exclusivo del Ejército, informó la PGR en un comunicado.
Los dos hombres durmieron ya en el Centro Federal de Readaptación Social de Ciudad Juárez, Chihuahua, mientras que las mujeres fueron llevadas al penal de Morelos.
Por ahora, el aura de imbatible de El Chapo quedó pulverizada y en Los Pinos y la Casa de Covián, levantaron la frente, como nunca.