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Por Samuel Cantón Zetina/@SamuelCanton
Era mejor suspender las concentraciones y endurecer controles. Lo enseñan experiencias de países como China y Corea del Sur, o Italia y España.
Sin titubeos, los primeros aislaron a millones de personas, e improvisaron hospitales -en días- como el llamado gigante asiático.
No iban a evitar el contagio -en 100 días fue pandemia-, pero sí que el mal “saliera” de los epicentros y multiplicara víctimas.
Y desde un principio se propusieron relentizar el avance del virus, comprendiendo que si los afectados llegaban por cientos o miles a los hospitales, éstos colapsarían.
Italia y España, en cambio, atacaron el problema hasta que los infectados se apilaron, y no pensaron -sobre todo el primero- que su capacidad sanitaria sería rápidamente rebasada.
Tampoco aquí tenemos siquiera la cantidad de test necesaria para detectar el Covid-19.
De allí surgieron campañas para concientizar a la población sobre la importancia de permanecer en casa, y cancelar las reuniones de más de mil almas.
México dio la impresión de esperar para mitigar, aunque ya se metió en la dinámica de China y Corea.
“Sana distancia” es la versión azteca del “Quédate en casa” con que Europa pide a la gente no salir de sus hogares.
De acuerdo al semanario británico The Economist, aguantar para atenuar se debió a que México no cuenta con recursos para enfrentar la crisis, dado que “quemó” la mitad de sus fondos de emergencia en liquidaciones del aeropuerto de Texcoco.
En Tabasco, la decisión de suspender el beis y la Feria se antoja prudente, al igual que la de nombrar vocera para el tema a la titular de Salud, Silvia Roldán.
Y DE MAÑANA…
¿A QUIÉN se protege en el caso de la venta de medicamentos contaminados? (uno de los 7 muertos ingresó para un simple cambio de catéter) ¿Quién es y donde está José Roche Pérez, el proveedor “pirata” que con domicilio fiscal falso en Villahermosa, vendió la heparina sódica a Pemex? Octavio Romero se juega la gubernatura…
