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Tras las elecciones,  la FEPADE  espera a Juan Ayala y los 42  líderes del Único

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Reyes Guerrero, prohibe la democracia en la sección 21

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*  Durante el pasado proceso electoral, el Presidente del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), Juan Ayala Rivero y buena parte de los  42 dirigentes seccionales, utilizaron cuantiosos recursos para promover el voto y apuntalar la campaña de Alejandra Barrales, coaccionando a los sindicalizados y amenazándolos con despidos; tales acciones de las que existen abundantes pruebas y testimonios, constituyen evidentes delitos electores que deberán sancionarse

 

Investigación Especial

de Expediente Ultra

En una de las más abiertas y evidentes intromisiones electorales de que se tenga memoria en la Ciudad de México, la dirigencia del Sindicato Único de Trabajadores del gobierno capitalino (SUTGCDMX), encabezada por Juan Ayala Rivero, se enfila tras los comicios del primero de julio  a enfrentar cargos  ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), por el uso faccioso de fondos públicos en favor de la campaña de la perredista Alejandra Barrales y la coacción a miles de trabajadores que fueron obligados por líderes seccionales a promover el voto a su favor, bajo la amenaza de enfrentar despidos y no ser basificados.

Mancera y sus líderes, autogoles electorales

Diversos medios de comunicación dieron cuenta de innumerables casos de represión ejercida por líderes  como Héctor Carreón Garcés, de la Sección 12 de Servicios Médicos, Hugo Alonso Ortíz de la Sección Uno de Limpia y Miguel Ángel Reyes Guerrero, líder de la Sección 21, éste último,  de acuerdo a una nota del Diario Reforma, repartió 2 mil 500 pesos en un bajopuente del Eje 7 Sur Emiliano Zapata y Calzada de Tlalpan,  a 400 educadoras relacionadas con el Programa del Adulto Mayor, con el objeto de convencer a las personas de la tercera edad a sufragar por la candidata de la coalición PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. La distorsión  de programas sociales con fines políticos y que representa un delito de carácter federal, de acuerdo a las leyes electorales vigentes.

Protegidos por las autoridades locales y actuando en la mayor de las impunidades, Carreón, Reyes y Alonso Ortíz,  entre algunos de los 42 dirigentes menores del Único que se sumaron a esta estructura electoral paralela, se dieron el lujo de lanzar de manera abierta incluso amenazas de muerte  en las redes sociales a sus opositores y manejar cuantiosos recursos, convencidos de que sus verdaderos jefes políticos, Miguel Ángel Reyes Vásquez, actual Jefe de Gabinete y ex Subsecretario de Capital y Desarrollo Humano, así como el encubierto operador, Héctor Serrano Cortés, los librarán de las responsabilidades penales por venir.

¿LÍDERES O GANGSTERS?

Hace precisamente un año, Carreón mandó golpear a enfermeras del Hospital de Iztapalapa por denunciar la existencia de un número indiscriminado de comisiones sindicales otorgadas a sus incondicionales o “rentadas” bajo el pago de la mitad del salario de los “beneficiados”. Pero no fue la única acción violenta en contra de quienes se han opuesto a su estilo gangsteril y fascista, según se comenta en la 12, hace un par de años  el hijo de una de sus opositoras, Cecilia Cárdenas, pagó las consecuencias de no haberse plegado a sus imposiciones.

El ex Jefe de Gobierno con el líder de la Uno y Miguel Ángel Vásquez, quien realmente manda en el sindicato

El muchacho, dicen, quedó inválido por la golpiza que presuntos golpeadores del dirigente le propinaron. Hasta la fecha nada ha hecho la procuraduría capitalina por atender este asunto y una docena más de denuncias que pesan  en contra de Carreón Garcés por lesiones y venta de plazas; en las tribus perredistas se comenta que fue el manto protector y cómplice de Héctor Serrano, siendo secretario de gobierno, después titular de la SEMOVI y fallido coordinador de la campaña presidencial de Mancera, el que lo ha librado de la cárcel.

En el programa campañeando de TV Azteca se difundió un video donde vestido con la camiseta de la Selección Nacional,  Carreón conminaba a los empleados de un nosocomio de la ciudad a apoyar de manera incondicional al gobierno local y a Barrales, prometiéndoles su basificación. Ante la inevitable prueba, la candidata Barrales negó a Carreón como San Pedro a Cristo; en el programa de Luis Cárdenas se aprestó a sancionar el hecho al decir que “a nadie se le puede condicionar su voto”.

Ya en videos subidos a las redes por el propio líder presumía en un desayuno celebrado en el Salón Atzin del Deportivo 18 de Marzo, haber recabado 15 mil credenciales de elector para sumarle igual número de votos a Alejandra Barrales. Una confesión de parte del monumental fraude electoral que implica el natural relevo de pruebas. Fotos subidas a las redes mostraron a todo lo largo de las campañas la afinidad y cercanía de personajes  como Carreón con la perredista. Imposible negar la turbia alianza.

BASIFICACIONES CON FINES ELECTORALES

La indignación de los sindicalizados ha sido mayúscula sobre las promesas incumplidas en torno a las basificaciones pues al paso de los meses terminaron por  enterarse que los lineamientos para otorgar las plazas definitivas, como la antigüedad, nunca se respetaron; de los diez mil puestos anunciados por el entonces Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera,  en su afán peregrino por ser candidato presidencial, la mayoría ya estaban asignadas a los incondicionales del reducido grupo de dirigentes que mantienen secuestrado al Único, junto con Juan Ayala.

Barrales se deslindó de Carreón

El resto fueron repartidas en apoyo a la estructura político-electoral de los delegados perredistas y que en la reciente campaña se convirtieron en  todo un ejército de promotores del voto pagados con recursos de las nóminas del gobierno de la ciudad. Una raya más al tigre de la delincuencia electoral. Pero para los trabajadores con derechos nada.

De hecho, en dos ocasiones cientos de afiliados al Único han sido obligados  a promover la candidatura de su líder –electo y reelecto hasta el 2020, por la decisión  únicamente de los 120 delegados al Consejo y no por los 110 mil agremiados–, haciendo labores desde la pega de cárteles hasta la entrega de despensas casa por casa como sucedió en 2015 cuando Juan Ayala  contendió por el distrito local XV de Iztacalco, bajo las siglas del Sol Azteca, perdiendo ante el candidato de Morena, Felipe de la Cruz.

Para el presidente del SUTGCDMX de nada le valieron las constantes zalamerías que prodigó en su sexenio a Mancera, a quien siempre ensalzó como el “amigo de los trabajadores” y “futuro presidente de México”, Ayala Rivero no consiguió ser candidato por la vía plurinominal y fue de nueva cuenta enviado a hacer talacha por el Distrito I local de otra delegación a la que apenas y conoce: la Gustavo A. Madero.

“¡EL SINDICATO SOY YO¡”

De hecho, los electores y colonos le bautizaron en la  pasada elección como  “El Candidato Desconocido” que debió ser cobijado con la estructura de la Pareja Imperial de esa demarcación, Nora Arias y Víctor Hugo Lobo. Los trabajadores del Único fueron enviados a terrenos agrestes y peligrosos como Cuautepec, en apoyo a su líder.

De los que ni siquiera alcanzaron nominación y soñaban con ella para destronar a Ayala Rivero, fueron Héctor Carreón –que en su momento presumió su amistad con el priísta y cacique de Cuajimalpa, Adrián Ruvalcaba–, y el líder de la Uno, Hugo Alonso Ortíz, utilizado únicamente como el acarreador mayoritario en los actos públicos y ahora de campaña como aconteció en el evento celebrado por Alejandra Barrales,  el pasado 25 de junio en la Avenida Reforma. En su portal de Facebook el dirigente de los trabajadores de limpia presumió los numerosos acarreados de su sección al acto de la perredista.

Quiénes se han atrevido  a protestar por ser obligados a acudir a los actos de campaña de Barrales  fueron amenazados con sanciones ejemplares no sólo por parte de Ayala sino del propio Miguel Ángel Vásquez Reyes, quien ha dicho de manera retadora y prepotente a propios y extraños, al estilo de Luis XIV, el Rey Sol: “¡El Sindicato, soy yo¡”.

Y en efecto, desde que Juan Ayala Rivero fue rescatado del ostracismo político por el entonces líder, José Medel Ibarra, en el cargo de Secretario de Prensa, Vásquez Reyes ya buscaba  adueñarse del control del Único desde su puesto como Director de Desarrollo de Personal, protegido nada menos que por René Bejarano, entonces Secretario de Gobierno.

Ayala y Vásquez Reyes se guardan de concitar su pasado y le apuestan a la desmemoria de los trabajadores para no hablar de sus turbios antecedentes y complicidades,  como cuando Ayala traicionó  a su entonces líder Medel, depuesto por Vásquez Reyes por orden expresa de Bejarano.

Ahora, los perredistas y sus corifeos  se la pasaron diciendo en la campaña que en su momento el gobierno del entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, le arrebató infinidad de prestaciones pero no dicen quién fue el operador de estas cuestiones que ni siquiera pasaron por el escritorio del tabasqueño. Nada más y nada menos que Vásquez Reyes, el mismo que ahora puso al servicio de Alejandra Barrales la estructura del Único.

De hecho, todos saben que quién manda en la organización sindical nunca ha sido Juan Ayala sino Miguel Ángel Vásquez, como en su momento le dictara órdenes quien fue su padrino para llegar al cargo, Justo Federico Escobedo Miramontes, el funcionario que convenció al entonces Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, de poner en el cargo a Ayala en sustitución del anodino Enrique Hanff. De hecho, uno de los ex colaboradores de Justo encontró refugio en la nómina del Único, Flavio Romero León, a quien Ayala Rivero tiene como un asesor de ornato, en una oficina de las calles de Sadi Carnot.

Quienes conocieron a Ayala Rivero a principios de la pasada década lo recuerdan como un tipo que más allá de querer ser servicial acababa siendo servil. Su trato con los reporteros a los que en su momento rendía pleitesía y colmaba de lisonjas, se volvió hostil cuando arribó al cargo, al grado de tener que recurrir a la compra de espacios en un periódico local para hacerse propaganda y evadir enfrentarse a los cuestionamientos de los medios nacionales e independientes.

TRIANGULACIONES SOSPECHOSAS

Ayala ha manejado de manera discrecional los recursos y el patrimonio sindical y se rumora que pasando por alto lo establecido en la ley que rige las adquisiciones del gobierno central, aceptó la entrega directa de recursos para la compra de vestuario como una forma de triangular recursos para las campañas del PRD  recién concluidas. Esto será fácil de comprobar mediante solicitudes de acceso a la información, lo que vendría a sumarse  como una prueba más del macro fraude electoral a favor de Alejandra Barrales y constituiría un quebranto  con recursos públicos.

Al desmoronarse las aspiraciones presidenciales de Miguel Ángel Mancera, el círculo cercano del ex jefe de gobierno y aspirante al Senado, no tuvieron otra alternativa que tratar de apuntalar la endeble campaña de Alejandra Barrales, señalada de innumerables actos de corrupción lo mismo que sus aliados sindicales.

Este selecto grupo de privilegiados que se enriquecieron al lado de funcionarios de primer nivel del ex Jefe de Gobierno, estaban conscientes del riesgo que corrían al echar a andar la gigantesca maquinaria del fraude para no perder el poder y seguir manejando el presupuesto de la cuidad, vía Alejandra Barrales, pero cautos enviaron como punta de lanza a los ambiciosos líderes que como Carreón o Reyes Guerrero, no midieron las consecuencias y se extralimitaron en su abierta prepotencia.

DELITOS ELECTORALES Y AMENAZAS QUE SE CUMPLEN

Éste último, por ejemplo, no sólo entregó  cuantiosos recursos en los bajopuentes a las trabajadoras sino además, desde el 2014 ha amenazado y hasta secuestrado a hijos de sus opositores que han buscado postularse como candidatos de la sección 21; hace apenas unas semanas, Miguel Ángel Reyes envío un amenazador audio al celular de Julio César Vázquez miembro de su comité,  cuyo único atrevimiento  fue manifestar su intención de participar en el proceso electoral interno a celebrase el próximo 16 de julio.

En un video subido a las redes donde responsabiliza a Guerrero de lo que le pueda pasar a su persona y su familia, Julio César Vázquez, deja en claro que su actual Secretario General es un tipo de cuidado. En el mensaje de audio enviado a su celular, se escucha a Miguel Ángel Reyes proferir la amenaza: “Ya te dije culero, el próximo secretario que se va a chingar a su puta madre (sic), pinche marrano metiche, hijo de tu puta madre, pero no eres de fierro, pinche ojete”.

Se les cayó la candidatura presidencial y ahora buscan hacer su partido

Parte del enojo de Guerrero se debe a que el precandidato a la 21 se negó a aceptar el millón de pesos que le ofreció su líder  para que abandonara sus aspiraciones, además de proponerle  un nuevo cargo en su comité. Sobra preguntar de dónde saca un líder seccional tales cantidades de dinero, sino de la abierta y autorizada corrupción por parte de Juan Ayala y los funcionarios del gobierno central.

Julio César tiene fundadas razones para sentir temor: en 2014, Guadalupe López intentó postularse a la Sección 21, formando una planilla, pero sucedió que al acudir a inscribirse en la Comisión de Elecciones del Único, recibió una llamada a su celular y cual si se tratara del modus operandi del crimen organizado, del otro lado de la línea le ordenaron declinar porque tenían secuestrado a su hijo.

EL BOMBERO ASESINADO

Otro sangriento episodio que ha quedado registrado en la pasada contienda electoral fue el asesinado del bombero Javier García Salinas, opositor del líder del Sindicato de Bomberos de la CDMX y candidato a diputado local por el PRD en la delegación Venustiano Carranza, Ismael Figueroa.

Según testimonios de amigos del hoy occiso, el aspirante a asambleísta lo amenazó muy al estilo de sus colegas del Único. El inspector del Heroico Cuerpo de Tragahumos fue arteramente asesinado al interior de una vinatería a la que corrió para tratar de escapar de sus perseguidores. Y tal como ha sucedido con las averiguaciones contra Carreón Garcés, las autoridades no han mostrado voluntad alguna para hacer justicia.

YA INCUBAN SU PARTIDO OBRERO

Calculando que el derrumbe electoral eche abajo sus negocios personales y los ponga no sólo en la antesala de la FEPADE y  fuera de todo escenario político, al interior del Único ya circula la versión de que los líderes seccionales están obligando a sus trabajadores a llenar formatos para recabar firmas y adeptos con miras a solicitar su registro como el  Partido Obrero, pues calculan que el PRD quedará como un cascarón inservible y sin credibilidad alguna ante los ciudadanos.

Las instrucciones han salido de los altos mandos del gobierno central donde uno de los funcionarios más preocupados porque no alcanzó diputación que le otorgue la protección del fuero, es precisamente Miguel Ángel Vásquez, quien junto con Carreón y otros dirigentes más podrían ser aspirantes, pero no a un cargo de elección, sino a una orden de aprehensión.

Cientos de trabajadores sólo esperan a que concluyan los cómputos finales para presentar sendas denuncias ante la FEPADE, porque pruebas hay y de sobra.  El velo de la corrupción y los abusos gangsteriles de los dirigente del Único  apenas y comenzará a descorrerse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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