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«Cuando estés en duda, di la verdad»
Mark Twain
Por samuel Cantón zetina
Se entiende que la universidad “tocó fondo” -arrastra un déficit de $600 millones, aparte de un crédito fiscal por $680 millones con Hacienda, que ya amenaza con “congelarle” cuentas.
Y también -el mismo rector lo denunció- que hubo corrupción en el periodo anterior: de José Manuel Piña Gutiérrez, y que éste no lo impidió.
Él Alma Máter tabasqueña figura entre las instituciones educativas, junto con el ITS Comalcalco y la UPCH por la que tanto peleó Obrador, involucradas en “La Estafa Maestra” (ordeña de recursos públicos a través del subarrendamiento de empresas fantasmas).
Del mismo modo, es comprensible que pretenda reducirse el porcentaje de aguinaldo de los trabajadores y catedráticos -de 90 días iría a la mitad-, porque no hay recursos para cumplir con los compromisos de fin de año.
No violaría la ley, porque ésta contempla como obligatoria únicamente la entrega de 45 días. El resto fueron negociaciones registradas en los Contratos Colectivos.
Narváez no tiene ni para pagar octubre.
El presidente Obrador ya descartó la posibilidad de que se rescate a la UJAT (28 mil alumnos), y Adán advirtió que tampoco le dará aportaciones extraordinarias en diciembre.
Tabasco y la Federación aportan cada uno el 50% del presupuesto de la universidad.
Su nómina es de alrededor de 4,600 catedráticos y administrativos.
El argumento principal de Narváez, para justificar el nuevo tabulador salarial que ya aprobó el Consejo Universitario, es que se eliminarán dobles sueldos y prestaciones.
“Ahora, quien preste sus servicios a la Universidad sabrá con certeza cuánto ganará, y de ahí no pasará”.
Dijo tener identificados a los docentes de tiempo completo que laboran en la burocracia, entre ellos funcionarios y diputados, que no cumplen -ni Flash podría- con sus horas mínimas obligatorias (40 semanales).
“Son más de 250”.
De acuerdo a una publicación del periodista Jacinto López, la lista de “aviadores” la encabeza ¡la propia secretaria de Educación!: Egla Cornelio Landero, que además de su sueldo como funcionaria de $108 mil mensuales, percibe en la UJAT $44,490 -sin cumplir- como profesora investigadora de carrera de tiempo completo.
Dado el panorama, y la negativa del Sindicato de Trabajadores Administrativos y de Intendencia, Narváez amenazó con irse: «Estoy dispuesto a sacrificar todo por la Universidad; tampoco soy un suicida, pero si no encuentro el acompañamiento, la solidaridad, ya tomaré una decisión; nadie está obligado a lo imposible…”
Si no cede la base trabajadora -advirtió- “entonces se pagará hasta donde alcance…”
Y no cede el STAIUJAT.
Su secretario general, Lorenzo Román Arias, aseguró que no negociará prestaciones ganadas “peso a peso” en 46 años; que no se puede pasar a los trabajadores la factura por el déficit presupuestal: “No tenemos la culpa de lo que se hayan robado los funcionarios” (exigió se audite a ex rectores), y pidió que la UJAT publique su lista de “aviadores”.
«Lo que tiene que hacer es reducir los altos salarios de los funcionarios, los bonos, los aguinaldos; eso se debe eliminar; iniciemos por ahí…”, sostuvo Arias.
A propósito de la presunta existencia de privilegiados, el rector tendrá que aclarar si es verdad que subió a $80 mil, de $36 mil, el salario mensual del abogado general, Rodolfo Campos Montejo, de su mismo establo político, e incrementó en 100% los de casi todos sus empleados de confianza.
Lo que no se entiende del ex secretario de Educación es que planteó de manera muy corta la necesidad de economizar, y con ese frágil soporte, todavía amenazó con renunciar si los sindicatos no aprueban los recortes.
Podría entenderse, el ultimátum de dimitir, si la iniciativa hubiera contemplado todas las vertientes de donde se puede y debe ahorrar dinero.
Pero no lo abarcó, y en esas condiciones, su amago resulta precipitado y frívolo.
No combate la totalidad de injusticias ni favoritismos en la universidad.
¿Qué le faltó?
Deja intacto, además, el esquema de “amiguismo” y recomendaciones que al cabo de varios sexenios llenó de gente mediocre e innecesaria a la UJAT.
Los últimos 4 o 5 gobernadores acomodaron ahí a un sinfín de incondicionales.
Sin perfil, sin capacidad, sin méritos, la inmensa mayoría de ellos.
Todos disfrutan de las prestaciones que da la institución (mito o verdad, se dice que superan a las de la UNAM, sembrada en el lugar 100 de las mejores del mundo por el QS World University Rankings 2021, arriba de las españolas y portuguesas).
En este espacio se sugirió que desaparezca la carrera de Comunicación.
¿Para qué conservarla, si aunque es cierto lo que dijo Gabriel García Márquez -reportero en sus inicios- que “aunque se sufra como perro, no hay mejor oficio que el periodismo”, no tiene más futuro que el desempleo y el desprecio?
Tampoco tienen sentido las licenciaturas en Gestión y Promoción de la Cultura, y la de Desarrollo Cultural, además de un canal de televisión que existiendo TVT, evidentemente no requiere, y le genera desembolsos así sean mínimos.
¿Irá a fondo Guillermo? ¿Abandonará su sueño?