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* El coordinador de los diputados de Morena asoma una total incapacidad para concertar con los partidos de oposición y a través del mayoriteo trata de imponer y plagiar cuanta iniciativa le viene en gana
SILOGISMOS
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Este columnista se pregunta si no habrá un alma caritativa que regale un poco de tiempo a los diputados locales de Morena, empezando por su coordinador Ricardo Baptista, para enseñarles el ABC de la técnica parlamentaria.
Es más, me adjudico el derecho que me concede la Constitución para que junto con la sociedad y los especialistas en el tema, propongamos en el Congreso de Hidalgo una iniciativa ciudadana que exija como requisito indispensable para protestar el cargo de legislador, tomar un curso elemental sobre el funcionamiento parlamentario, para ahorrarnos pifias, berrinches y toda suerte de calamidades que están ralentizando la labor legislativa, por parte de la bancada de Morena.
Haber abortado la sesión de este martes por falta de quorum que ellos propiciaron, resulta una burda estratagema que nadie se traga. Baptista es un personaje incapaz de conciliar y concertar. Y esto es sumamente grave porque es precisamente en los congresos de los estados, los recintos para el debate y confrontación de ideas. Ahí se congregan las diversas expresiones ciudadanas a través de los partidos políticos.
No se trata de imponer mayoriteos porque eso se huele a totalitarismo. Recordemos a estos morenos, aprendices de políticos, que tras una década de guerra sucia en que murieron decenas de guerrilleros identificados por su ideología de izquierda, se logró a finales de los años 70s, una Reforma Política que abrió en el Poder Legislativo federal los espacios camarales de expresión a estos grupos antes marginados, para que salieran de la clandestinidad.
Baptista fue a la radiodifusora de la Universidad Autónoma de Hidalgo a reiterar su sobada tesis de la injerencia del Poder Ejecutivo en la esfera legislativa. Se atrevió a afirmar que debe dejarse de lado la confrontación y hasta dejó su mano extendida y abierta –cuál si se tratará del ex presidente Díaz Ordaz tras la matanza de Tlatelolco, en 1968–.
No dé más vueltas en el Tiovivo de sus incapacidades, diputado Baptista, usted tiene de parlamentario lo que un servidor de astronauta. No se le da eso de conciliar y negociar, que son las herramientas necesarias para conducir en términos civilizados un Congreso.
Usted y su bancada piensan que la mayoría otorgada por el voto ciudadano es para hacer destrozos y vetar o plagiarse cuanta iniciativa les venga en gana. Y eso no es hacer política y menos legislar. Ya deje de obedecer a ciegas la línea que le marca su jefe político, Gerardo Sosa Castelán, quien le ordenó ir a los micrófonos de la radio universitaria para protegerlo de los cuestionamientos de la prensa.
Y de verdad. Pida ayuda o búsquela. Hágase orientar para al menos sobrellevar la función legislativa a su cargo. Rectificar es de sabio, ya lo dijo AMLO, su presidente. Los hidalguenses no tienen por qué pagar su novatada.
Póngase a trabajar que para eso le pagan los hidalguenses con sus impuestos.