Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 19 segundos
* Miles de comerciantes son víctimas de extorsiones por los delincuentes mientras el Jefe de Gobierno insiste, una y otra vez, en afirmar que la metrópoli es segura
Por La Redacción
Especial de Expediente Ultra
Mientras la delincuencia encuentra en la extorsión a miles de comerciantes de la Ciudad de México una forma cómoda de allegarse cuantiosos recursos ilícitos, el aspirante presidencial, Miguel Ángel Mancera y sus funcionarios ya se sueñan en 2018, despachando en Los Pinos.
Por las redes sociales desesperados ciudadanos propietarios de misceláneas, restaurantes, panaderías y un sinfín de giros más suben a diario los recados que dejan en sus manos los emisarios de los “cárteles”, donde los invitan a llamar a determinados números para que les indiquen el sistema de pagos que los librará de no ser molestados y hasta asesinados.
El modus operandi que aplican en las colonias de la capital es siempre similar dejando un número de celular para que las víctimas del “cobro de piso”, abonen a los mafiosos cantidades que van de los mil hasta los cinco mil pesos o más, dependiendo el giro y las ventas del negocio.
Aunque en algunos casos se trata de “imitadores” que se cobijan en las siglas de organizaciones criminales como la Familia Michoacana, lo cierto es que no les resta peligrosidad a estos delincuentes que portan armas de grueso calibre, ante la indiferencia de los cuerpos de inteligencia y seguridad.
Muchos afectados denuncian en las redes el temor de avisar a las autoridades pues muchos mandos de la policía capitalina y de la procuraduría trabajan en común acuerdo, acrecentado el terror en una metrópoli devorada por una creciente ola de inseguridad y violencia que insiste en negar el desubicado Jefe de Gobierno. Cámaras de videovigilancia han captado a algunos de ellos pero nada se hace en su contra.
En el renglón de la seguridad, la Ciudad de México está peor que hace seis años cuando apareció a la escena pública el entonces procurador como el “candidato” ciudadano que mantendría la paz en el antiguo Distrito Federal. Ahora, la delincuencia organizada ha comenzado a operar a sus anchas y las encuestas colocan a la baja a Mancera con 70 por ciento de la desaprobación de una sociedad que se encuentra a merced del hampa sin autoridades que la protejan.