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*El líder moreno acepta sumar al PRD si deja a la “mafia del poder”
*Dice “vivo de mi trabajo”; y que cobra 20 mil dólares por conferencia
Joaquín Herrerra
CD de México, julio 14/ 2016 (agencia acento) Un Andrés Manuel López Obrador, totalmente cambiado, comentó hoy en radio que no es posible derogar la Reforma Educativa promovida por el Presidente Peña Nieto. Solo se podrá perfeccionar.
El dirigente de Morena, además reveló, en entrevista con Ciro Gómez Leyva, de Radio Fórmula, que aceptaría llevar en alianza al PRD si se separa de alianzas con partidos de y jura que no lo vuelve a hacer.
Además, reveló el vive de su trabajo y que este incluye conferencias como la que sostendrá próximamente (en el hotel Princess de Acapulco) próximamente y que le pagarán por ella 20 mil dólares.
El líder de Morena, cuyos spots son para jurar que en Morena “nosotros no mentimos, no robamos ni traicionamos al pueblo”, pareció el mismo que en otras etapas preelectorales, recurrió a mensajes muy semejantes a las parábolas de Cristo, hasta de amor al prójimo y ahora ya no alienta ni aplaude la violencia callejera, como la de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE.
Ahora aclara que no es factible la derogación de la Reforma Educativa, que sus aliados, los maestros disidentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, titular del contrato colectivo, que se resisten a respetar.
Coincidentemente, el PRD tiene prevista la designación de nueva dirigencia nacional este sábado próximo. Una de sus figuras elegibles es Alejandra Barrales, la que se considera la apuesta del Jefe de Gobierno de la capital, Miguel Ángel Mancera.
Barrales declaró hace días que sería positiva una alianza con AMLO para las presidenciales de 2018.
Esto sería una aparente contradicción a lo que se ha visto últimamente en Miguel Ángel Mancera, en abierto pleito con López Obrador, al grado de darse actos de sabotaje por morenistas a sus actos de gobierno.
Tanto el gobierno capitalino como Morena, se ven en disputa por el control político, que al parecer perdió el PRD que impulsó a Mancera (como lo hizo antes con Cuauhtémoc Cárdenas, a AMLO y Marcelo Ebrard, el apestado por el desastre de la Línea 12 del Metro).
AMLO insiste que no miente…pero
López Obrador ha sido hábil en cambiar su discurso, según reacciona la población, sobre todo cuando percibe errores.
Uno grave fue cuando en 2006, protestó contra el supuesto “robo” que sufrió en las presidenciales y partió en dos al entonces DF. Esto le valdría una merma en la votación para su partido, el PRD; del que fue líder moral tras “desaparecer” como tal a Cuauhtémoc Cárdenas.
Hoy que se repiten acciones de violencia a callejera (cierres de carreteras en cinco estados, quema de camiones, cercó a Oaxaca y provocó la suspensión de clases contra millones de niños en los estados más pobres y atrasados del país, especialmente en educación) parece superar lo que ocurrió en 2006.
En ese escenario, en que la CNTE se asume el brazo armado y de más violencia en Morena, AMLO parece buscar reducir esa línea de conducta en el magisterio que le es leal, con formas reprobadas por la población, aparece la imagen de AMLO conciliador.
Hasta pareciera defender a la posición de su eterno enemigo –lo ha derrotado en diversas batallas electorales- el Presidente Peña Nieto, diciendo que no puede abrogarse o derogarse la reforma educativa votada en el Congreso.
Comentó que solo puede mejorar sus fallas y que el gobierno podría reconocer que faltó hablar con los padres de familia para alentar cambios como los que contempla.
Pero, mientras negocian la radical sección 22 de Oaxaca con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, grupos de maestros persisten en asfixiar a Oaxaca con carreteras cerradas y caos que ahuyenta al turismo, que es la columna vertebral de su economía, y en temporada vacacional, así como el escenario de cuatro décadas: paro y cierres de escuelas con cientos de miles de niños sin clases.