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*Al asumir el mando del PRI, anuncia destituciones a funcionarios
*Lupa a priistas de los tres niveles de gobierno; chicote anticorrupción
Joaquim Herrera
CD de México, julio 13 (agencia acento) Enrique Ochoa, nuevo amo del PRI, demanda a gobernadores de Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua, sin mencionarlos por su nombre que renuncien porque no cumplieron su encargo. Se suma al clamor de millones de voces en el país.
Anunció el nuevo jerarca tricolor desde fiscalización y la obligación de rendirle cuentas a su partido, hasta destitución de funcionarios corruptos en los tres niveles de gobierno de figuras que haya propuesto este partido de ocho décadas.
Su nuevo dirigente habló al tomar las riendas del partido y advierte que el PRI debe ser “garante” contra la corrupción.
Remarcó antes, en entrevista con Adela Micha, en Radio Imagen, que “tenemos que ser responsables de aquellos gobernantes que no cumplieron, incluso pedir su destitución”.
Habló a propósito del recurso de inconstitucionalidad con que se ataja al intento de blindaje para los gobernadores de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo, Javier y César Duarte, así como Roberto Borge, ante la Suprema Corte. Esto desbarrancó la trampa que se cocinó en los congreso estatales que mostraron ser títere y titiriteros de la ley, al menos en esas entidades.
El hombre fuerte del Revolucionario Institucional, al que han tildado de neófito y desconocido, puso el dedo en la llaga al anunciar una “limpieza” de la casa, como el buen juez
Habló fuerte el líder tricolor y destapó la cloaca en un ambiente presucesorio, a 24 meses de elegirse Presidente y Congreso de la República, ante las élites del poder:
Las quijadas apretadas y cejas levantadas marcaban a los gobernadores tricolores (salvo Javier Duarte, de Veracruz y Roberto Borge, de Quintana Roo) que incluyó al chihuahuense, César Duarte, entre los tres que están en la mira de la ley.
Ellos ya habían recibido un “mensaje” desde Los Pinos, cuando el Presidente ordenó a la PGR atajarles sus intenciones de blindarse contra un inminente juicio, al venir el revelo de su mandato.
Los saqueos al erario, endeudamiento desmedido y abusos de poder, evidenciaron su menosprecio por la ley que prevé cárcel contra estos delitos y provocaron un derrumbe a su partido, el que aún así, mantiene la mayor fuerza electoral del país.
La norma anticorrupción –que es el clamor general de la población y que asumen los priistas como la razón de su debacle reciente en las elecciones de 2016- ahora se alerta que apunta sobre todo funcionario de los tres niveles de gobierno, conforme al mensaje del nuevo amo tricolor.
La sede del PRI rebosaba de legisladores, alcaldes, funcionarios y líderes que acudieron al ceremonial de cada relevo en el CEN, como ahora que Enrique Ochoa sucede a Manlio Fabio Beltrones.
Analizar errores, urgente
Ochoa dice que se deben analizar errores cometidos en elecciones. Anuncia que en los primeros 100 días de su cargo recorrerá los 31 estados para reunirse con gobernadores priistas, así como militantes de la agrupación tricolor.
Asimismo, calificó de destacada la trayectoria política y de liderazgo del anterior líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones.
Ochoa apuntó que él “solito” se animó a buscar la dirigencia del partido, pues “los priistas necesitan una oportunidad de cambiar el partido”.
Agregó que la agrupación tricolor debe estar muy atenta al mensaje que dieron los ciudadanos en las pasadas elecciones, donde el PRI perdió las gubernaturas de Chihuahua, Veracruz, Quintana Roo, Tamaulipas y Durango.
