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* En uno más de sus disparates políticos, y tras perder un amparo que lo inhabilita en su calidad de trabajador de la SEDESA, el ex líder de la Doce del SUTGCDMX, decide romper con su antigua organización para sumarse a la CATEM, pues según trascienden versiones, propala la idea de que Ricardo Monreal, una de las corcholatas de Morena, ya negoció con el presidente su candidatura el gobierno de la CDMX, y tiene su promesa de hacerlo el nuevo Secretario de Salud de la capital, o al menos diputado y de ribete, ayudarlo a constituir un nuevo sindicato para pelearle al Único las afiliaciones al IMSS-BIENESTAR, organismo ante el cual, por cierto, deberá explicar por qué siendo camillero, ha venido cobrando como Jefe de Departamento
Por Guiuseppe Gatopardo
Especial para Expediente Ultra
El pasado viernes siete de julio, un juzgado desechó en definitiva el amparo solicitado por el ex dirigente de la Sección 12 del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), Héctor Carreón Garcés, en contra de su inhabilitación como trabajador de la Secretaría de Salud Capitalina (SEDESA), tras abrirse en su contra diversas carpetas de investigación, muchas de las cuales siguen vigentes por el delito de venta de plazas, entre otros cargos.
Como se recordará, en el verano del 2022 el también conocido como “Batifanfarrón”, buscó contender por la dirigencia de la Rama Médica pero con los problemas legales y ordenes de aprehensión pisándole los talones, tuvo que bajarse de su pretendida candidatura por la Planilla Plata y negociar con Benigno Martínez. Éste último, en un acto de madurez política y en busca de la unidad, aceptó incluir en su comité a carreonistas como Arturo Carmona, y a Marco Polo Carreón Loyola, padre de ahora desertor del grupo político que lo cobijó en el Único.
Proclive a exaltar su enfermizo protagonismo, Carreón ya venía anunciando su deserción al grupo político-sindical que tantos desplantes y excesos le aguantó. El desquiciado ex líder pensó que Benigno Martínez sería fácilmente manipulable y en cuestión de un corto tiempo, sería él quien dirigiría a trasmano la Sección, pero pasaron las semanas que se volvieron meses y su fuerza fue diluyéndose lo mismo que el apoyo de sus supuestos e incondicionales seguidores.
“El Beny” como le llaman coloquialmente sus compañeros al nuevo dirigente, terminó convenciendo y coptando con su trabajo a los carreonistas, dejando a su padre, Marco Polo, como mera figura decorativa en su comité.
Ya sin fuerza alguna ni capacidad de negociación con las autoridades, Carreón se agazapó como ponzoñosa alimaña esperando el momento oportuno para mostrar el cobre; todavía hace unas semanas durante un evento celebrado en la Sala de Armas de la Madgalena Mixhuca donde la aún Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, recibió el apoyo y reconocimiento de los trabajadores del Único, el ex dirigente logró colarse en las primeras filas con la falsa esperanza de hacerse presente ante la ahora aspirante a la candidatura presidencial de Morena.
A Carreón Garcés se le vio con un gesto de derrota pero sonrió cuando se acercó a saludarlo un viejo conocido suyo, un coyotito lamesuelas cercano a Héctor Serrano, Secretario de Gobierno en el sexenio de Miguel Ángel Mancera, que le llevó con el entonces poderoso funcionario, quien a cambio de su respectivo moche le permitió toda suerte de negocios sucios como la venta de comisiones, plazas y hasta su intermediación con los proveedores de vestuario que a cambio hasta le prestaban sus yates. Ambos pillos se abrazaron como en los buenos tiempos, pero para su desgracia la Dra. Sheinbaum ni siquiera volteó a verlos.
Tenemos entendido que previo a su último descalabró en los juzgados, Héctor Carreón ya se había ido por la libre con un viejo conocido suyo que en el 2021 buscó usarlo como anzuelo para engatusar a muchos líderes del Único para sumarse a su engendro electoral, llamado Fuerza por México. Auspiciado y alentado por el entonces líder del Senado, Ricardo Monreal –hoy enlistada corcholata de Morena que no despunta en las encuestas–, y el impresentable Pedro Haces, líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), el partido en ciernes resultó un rotundo fracaso y Carreón se quedó con las ganas de llegar a diputado local.
Pero ahora que el híbrido “Batiguasón”, se sabe marginado en el Único, echó mano a su Plan “B”. Nos dicen nuestras fuentes que ya pasó a sumarse al Comité de la CATEM en la CDMX y de acuerdo al proyecto que alienta con Haces, formará un nuevo Sindicato de Salud para tratar de pelearle afiliaciones al Único, en el nuevo organismo IMSS-Bienestar.
Boquiflojo como es su costumbre, Carreón ha propalado que eso es lo menos que le ha ofrecido su también “amigo” Ricardo Monreal, pues asegura que la rezagada corcholata ya negoció con el presidente ser el candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno en el 2024 y le ha prometido que ser el futuro Secretario de Salud de la CDMX, pero de no darse esta opción, al menos lo hará diputado y le pondrá en charola de plata el manejo del nuevo sindicato.
De risa ajena el disparate del egocéntrico personaje porque lo que debería hacer es encomendarse a la corte celestial para que en las auditorías que practicará el IMSS-Bienestar al personal de los diversos hospitales capitalinos, no le caigan en la maroma de haber ejercido un cargo como Jefe de Servicio –y seguir cobrando por el mismo–, cuando no reúne el perfil académico y menos profesional para el mismo, pues su puesto de origen es el de camillero. El usufructuar tal nivel se llama FRAUDE, uno de los tantos que ha cometido en su vida, pero ahora la nueva normatividad lo puede hacer responder, por la vía judicial, al devengar un sueldo de manera ilegítima.
“Lo del agua al agua”, dicta el sabio refrán popular y Carreón se ajusta al nivel de podredumbre moral y política al sumarse a la CATEM, organización gansteril caracterizada por ganar contratos a base de agresiones y balazos como el reciente hecho sucedido en el Tren Maya.
Y así como en el 2018 insultó a Claudia Sheinbaum, entonces candidata de Morena a la CDMX, y al aspirante a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, ahora seguramente retornará a sus viejas diatribas contra Morena, en apoyo al proyecto de Monreal y Haces, más que por convicción, por su necesidad a tener en forma alguna, la impunidad de que gozó hace años y que le impidió ir a la cárcel por sus incontables fechorías.
La ley no lo amparó como tampoco las bases de la Doce que ahora apoyan a su nuevo líder y lo han exiliado a su merecido ostracismo.
Nos vemos, estimado lector, en nuestra próxima ESQUINA DEL MOVIMIENTO.
