Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 12 segundos
Víctorias “pírricas” del imberbe Anaya
Contrario a lo que pregona por todo el país su dirigente nacional, los
aspirantes de Acción Nacional que triunfaron en 7 estados, distan de ser
ejemplo de rectitud y honestidad; y en los casos de Antonio Gali y Miguel
Ángel Yunez, pueden repetir la desatada corrupción del sonorense, Guillermo
Padrés
( PRIMERA DE DE TRES PARTES )
Joaquín Herrera
Fotos Especiales
Una lectura para los panistas tras los resultados electorales del cinco de junio: El que ganó ayer, puede perder mañana. Nadie gana o pierde para siempre.
Millones de electores descubren, en un eternizado gatopardismo, que cambiaron para que todo siga igual, aunque los hubo que los gobernadores electos ya nos condujeron de Guatemala a “Guatepeor”.
Entre los doce procesos, abundan derrotas disfrazadas de victoria, al menos para las dos cabezas aliancistas, Ricardo Anaya (PAN) y Agustín Basave (PRD). De Aguascalientes a Zacatecas -siguiendo el alfabeto- vemos victorias que enmascaran una derrota:
En Aguascalientes, el gobernador electo, Martín Orozco, del PAN, resultó un “calavera”. Un vídeo subido en la red, lo exhibe declarando que tiene varias parejas y que no le reclaman nada porque “las tiene bien atendidas”. Abundarán pues “las primeras damas”, tras bambalinas, claro.
Y lo que para otras entidades sería algo como una carta de recomendación, no lo es para “Agüitas”, como dice el afecto a esta tierra de mujeres bellas. Orozco dice que le ayudó más la ley promulgada por el Presidente Peña, a favor de matrimonios gay, que fidelidad al PAN. Así, “Agüitas” no parece haber ganado.
Eso sí, el Yunke obtuvo su primera gubernatura en este 2016, mejor que Morena.
El Yunque -fundado en 1955 en León, Guanajuato– «para defender a la religión católica» de sus adversarios: «el comunismo, el pueblo judío y la masonería«. Para el periodista y escritor, Álvaro Delgado, este tipo de organizaciones están obsoletas, y habrán de desaparecer tras la reciente apertura del país a la democracia.
En Chihuahua, pierde Anaya
En Chihuahua, el “héroe azul”, es Javier Corral, probablemente el gobernador electo más respetable. Sin embargo, su triunfo, enmascara un triunfo para Ricardo Anaya, líder del PAN -el de los cientos de miles de spots contra la corrupción- derribó la soberbia del PRI pero gana perdiendo…Su aspiración a ser candidato presidencial no se refuerza con que Corral, su enemigo, llegue a la gubernatura.
Corral logró lo que nunca pudieron Basave ni Anaya. Juntaron bajo esta bandera para rescatar a Chihuahua, de manos de un trinquetero llamado César Duarte. Este superó a su vecino, el exgobernador panista, Guillermo Padres, perdonado del saqueo a Sonora, quien se robó una presa y dejó a miles sin agua.
En Chihuahua, senadores como Javier Corral Jurado, decían tener un “arsenal de pruebas” para inculpar al Gobernador de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez, por peculado, enriquecimiento ilícito, ejercicio abusivo de funciones y uso indebido de atribuciones y facultades. Jamás lo tocaron. ¿Y ahora, sí?
Que Duarte compró un banco con dinero mal habido y ni quien chiste.
Javier Corral más parece interesado en reforzar el plan maderista que encabeza Rafael Moreno Valle, para llegar a Los Pinos. El triunfo del gober electo del norte, eterno crítico de Anaya, no es una victoria del joven líder azul.
Corral logró atraer a sus mítines a Cuauhtémoc Cárdenas y a Guadalupe Acosta, emblemáticas figuras de “la izquierda”. Lo que habla mucho de este candidato ganador.
“Quitaremos al Cesar lo que no es de César»
Eso dice Javier Corral, con el síndrome Sin embargo, Chihuahua parece ganar con Corral. Un hombre duro, huérfano se hizo periodista a los doce; fue diputado local, dos veces federal y dos senador, de donde salta a la gubernatura.
“No tiene vuelta de hoja –dice a Luis Fierro, de El Universal-: estoy convencido de que para poder reconciliar a la diversidad política estatal, debemos pasar por el encarcelamiento de César Duarte” (gobernador de salida en septiembre).
El hombre que arrastró al triunfo también a nivel municipal de la capital estatal, Ciudad Juárez y Parral, entre otras, revela que se hace asesorar por ex gobernadores (priistas) y prometió al Presidente Peña, una relación tersa.
No difiere de lo que prometieron, una Claudia Pavlovich, contra el gobernador que “robó” una presa y triplicó la deuda en Sonora, Guillermo Padrés y ahora es “premiado” como operador electoral del PAN. Tampoco dista Corral de lo que dijo Jaime Rodríguez, El Bronco, en Nuevo León, hace un año. Que encarcelaría –“es una prioridad”- a Rodrigo Medina y sus cómplices. Hasta ahora, se sigue estudiando si su antecesor merece la prisión.
Durango, obra de Madero
En Durango, Ricardo Anaya parece saludar con sombrero ajeno; al menos al interior del PAN se sabe que fue Gustavo Madero –que sigue siendo el poder tras el trono sobre esta joven promesa, pues Anaya no se descarta para el 2018- quien negoció la alianza
PAN-PRD. La de hace seis años fracasó ante Jorge Herrera Calera, ahora gober de salida. A preguntas Rosas Aispuro dice que él no emprenderá ninguna cacería de brujas contra Herrera Calera.
Y México se pregunta si estará por repetir el camino de Mario López Valdez, Malova, que a poco de ganar por la alianza en Sinaloa hace diez años se pasó al PRI.
Por ahora nadie debe especular así. Echaría abajo el júbilo de PAN y PRD.
Incluso este gober electo en Durango dice que no vería mal incluir en su gabinete a panistas, perredistas, pero también a priistas, obvio, que se portaron bien.
