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Se avecinan elecciones en Sinaloa
Por Joaquín Herrera / Fotos Especiales
A Doce meses de las elecciones, ya hay dos fuerzas que chocarán por Sinaloa; salvo sorpresa, son dos diputados: el más seguro, aunque no anunciado siquiera, es Manuel Clouthier; llegará a San Lázaro, como diputado independiente electo, de paso a Culiacán.
El otro tirador, amarrado como seguro candidato que lanzará el PRI, es David López Gutiérrez, ex Coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República. Doce meses de las elecciones, ya hay dos fuerzas que chocarán por Sinaloa; salvo sorpresa, son dos diputados: el más seguro, aunque no anunciado siquiera, es Manuel Clouthier; llegará a San Lázaro, como diputado independiente electo, de paso a Culiacán.
Y no sería un exceso decir, que Sinaloa está en etapa preelectoral de 2016: a estas alturas, doce meses antes de la cita ven las urnas, ya hay un precandidato in pectore de las élites del poder, y con su partido no enrachado precisamente pero con buen sitio a nivel nacional: logró 260 diputaciones de las 500 en juego; cinco de las nueve gubernaturas, después que en 2013, logró más de la mitad de votos en Sinaloa.
El futuro inmediato de un paisano de Pedro Infante -incluso criado como en finado artista, en Guamúchil- se ve muy luminoso: David López.
Ante la prensa estatal y nacional, había sido favorito, cercanísimo al poder estatal; ya hubo reconciliación de Malova con el alto poder. Sí, el que podría derribar el sueño de López.
Y a nivel federal, tiene el VoBo de su ex jefe, el Presidente. Velado o abierto –según simpatizantes o adversarios- el “destape” del priista, David López Gutiérrez, por el Presidente Peña, fue meses antes, y avizoraría el regreso del tricolor a Sinaloa (si de verdad la alianza PAN-PRD lo sacó), tras un sexenio gobernado bajo Mario López Valdés, MALOVA. Este es hoy un priista, de corazón, aunque fue abanderado de PAN y PRD para llegar al cargo.
Todo iba bien para David, pero vino la elección y cambió la óptica. Sobre todo por el triunfo contundente de Manuel Clouhtier, elegido diputado por el V distrito con sede en Culiacán. Manuel Clouthier Carrillo fue electo diputado independiente -declaró un patrimonio de 63.7 millones de pesos principalmente acciones de empresas- es el único del homólogo, su padre, Manuel de Jesús Clouthier, (aparentemente asesinado) heredó una fortuna monetaria, pero más de prestigio de su padre, candidato presidencial del PAN en 1988, Manuel Clouthier “Maquío”.
El ahora diputado electo renunció a Acción Nacional en febrero de 2012, después de que le negaran el registro como precandidato al Senado por criticar al entonces presidente, Felipe Calderón, por su equivocada lucha contra el narco.
David, popular, aunque desarraigado
Para buena parte de Sinaloa, Malova, nunca dejó realmente a su partido, el PRI. El despecho porque el tricolor no lo hizo su candidato, lo orilló y la jugó por la libre. Pero el poder de esa alianza efímero -casi de debut y despedida-, al menos en la entidad, se transformó y retomó a su partido de origen, el PRI, sin mencionarlo.
Mario López Valdez, Malova, provocó la primera alternancia del poder ejecutivo estatal, pero pronto se mostró más cerca de Peña que de los Chuchos (PRD) o de Gustavo Madero (PAN). Sinaloa está más priista que nunca y repleta de peñistas, para más señas. Bien dicen que el fracaso a veces tiene éxito. Esa derrota tricolor de ayer, lo vacunó. O eso parece.
El peñismo se ve en alcaldes, legisladores estatales o federales y funcionarios del gabinete estatales, que han figurado como operadores del clan que domina hoy desde Los Pinos.
Malova termina su sexenio aliancista comiendo de la mano del huésped de Los Pinos.
Si algo faltara, se puede ubicar el plus del arresto (que se veía “imposible” en la docena panista) a El Chapo, precisamente de Sinaloa, el partido de Peña parece llevar ventajas de varias aristas. Máxime si se recuerda que fue el primer presidente panista -Vicente Fox- quién se llevó la estrellita en la frente de haber sido quien “liberó” o dejó escapar al criminal más buscado del mundo después de Bin Laden. Eso, seguro que contó en 2015, al menos en Sinaloa. Pero ¿será suficiente para beneficiar a David López Gutiérrez, a pesar del efecto Clouthier?
segunda generación del Chilorio Power
El aspirante in pectore fue “destapado” en cuatro tiempos si tienen razón lo que dicen lo que saben sobre Sinaloa: las “palabras mayores” para el vocero del Presidente Peña, David López Gutiérrez, está “más cantado”, creen analistas.
Baste recordar las visitas del Presidente Peña a Sinaloa en junio, agosto y octubre de 2013 y la de abril de 2014. Peña Nieto y Malova, apapacharon pública e inusualmente a David.
El Jefe de Prensa ha servido desde los años 80, como parte del Cholorio Power al (negado) Grupo Atlacomulco. Es decir, pasó de un operador obvio del clan que se formó alrededor de su paisano y gobernador, Leopoldo Sánchez Celis. Su fama de matón y atrabiliario, lo convirtió en juna leyenda, como aliado de El Profe Hank; operador este mexiquense de Gustavo Díaz Ordaz, fue el “padre” del Grupo Sinaloa desde los años 60, bajo la bendición de Adolfo López Mateos. De ahí, la liga con Peña, quien se asume alumno post mortem del primer presidente del Grupo Atlacomulco que con él se transformó en el Grupo Peña.
De ese “establo” –en términos pugilistas- como dicen los politólogos, sobresalió un joven –apestado por las élites como ocurrió con López Mateos y hoy con Peña- Heriberto Galindo.
Este llegaría a las élites del poder con un repertorio de méritos propios: catedrático, diplomático y político. Ya en la capital, donde se logran los grandes ligues, fue parte del Chilorio Power de Sánchez Celis -parte del grupo que llevó al poder en los años 40 del siglo XX al primer gobernador independiente de la entidad, y forjó así su propio camino.
Tras años azarosos, llegó a director del CREA. Entre los jóvenes que reclutó y forjó, a la distancia, destaca Enrique Peña Nieto, quien encontró en esos años, su oportunidad para encontrar su destino. Sobresalió por su entrega para rescatar víctimas en el desastre del DF en el 85.
David es de esa generación. Ya hablaremos de su andar. Los nexos A nadie debe sorprender que ahora el Presidente exprese su beneplácito por el buen servicio que en los –estratégicos- últimos diez años de su carrera, haya tenido el apoyo de David y el Chilorio Power. Así, en los usos y costumbres de las élites del poder, un simple guiño, una palmada en el hombro, pero más palabras elogiosas en cuatro giras del Presidente a Sinaloa, son música a los oídos de muchos paisanos de David, aunque más para él.
Ocurrió en junio de 2013: Peña Nieto abanderó buques tanque por el 75 aniversario de Pemex y escogió “casualmente” a Mazatlán para hacerlo, un estado no precisamente petrolero. Fuera del protocolo trepó al presídium a David López y una salva pero de aplausos estalló para el responsable de Comunicación Social de Los Pinos. Quizá El Pecuni, como le dice el afecto popular, desde pocas de las turbas estudiantiles del histórico 1968 en el DF, David no lo esperaba.
La emoción lo traicionó y lo vimos cuando le saltó a los ojos y a todo el rostro enrojecido.
Ah, pero la historia se repitió dos meses después y en el mismo Mazatlán. Ahora el “motivo” -“inesperado”- fue la reunión de la Conago, Conferencia Nacional de Gobernadores. Fue un día de San David. Un diarista del terruño, explica que David fue para las élites que suelen convocarse a las visitas presidenciales, la estrella. Lo sumen así empresario, líderes obreros o alcaldes y legisladores locales. Y s les vio, narra el cronista estatal de un diario, buscando más que el saludo, la foto en el celular, como una parte de David para llevar.
Enrique Jackson –todo un historial político; figura haber sido regente sustituto del DF- estaba allí ante David, entre los primeros; Aarón Rivas Loaiza y tantos otros peñistas que Malova sumó a su gabinete; y el diputado actual, Jesús Antonio Valdés Palazuelos, uno de los estrategas para que Eruviel Ávila se levantara con la victoria en 2011, por dos votos a uno contra el perredista, Alejandro Encinas, igual que frente al panista, Luis Felipe Bravo Mena.
En Sinaloa el PRI -que gobierna en 14 de los 18 ayuntamientos, contra 4 de la alianza PRD-PAN-PT, se ha hecho un torbellino cada que va David al terruño: lideres o empresarios allí andaban en la última gira: Gloria Himelda Félix, Diva Hadamira Gastélum, Juan Habermann, Evelio Plata, Mario Aguilar, Fernando Quiroz, Diana Val, Sergio Esquer Peiro Francisco Frías, Francisco Córdova, Rafael Borbón, Roberto Cruz Manuel Pérez Muñoz, Carlos Mario Ortiz.
“No se pongan nerviosos”; o “no se hagan bolas”
Algo similar ha ocurrido en otros sexenios y lugares: ocurrió para con Aguascalientes en dos de sus nativos, que manejaron la comunicación social en el Camelot azteca: Rodolfo Landeros en los primeros años del sexenio (1976-82) con José López Portillo y Otto Granados Roldán, en el mandato de de Carlos Salinas (1988-94). Ambos gobernaron a su terruño, Aguascalientes. David vivió lo que en su momento fue la gloria del Güero Landeros y de Otto.
Y regresando al “destape”, de David. Vino una tercera ocasión: en octubre. Su supuesto enemigo (no declarado, claro; no vaya a ser) Malova, en Coscomate, Durango. Fue el encargado del alabo para David: tras florear a los visitantes que iban con Peña, otra cosa inusual, Malova comenzó a aplaudir cuando le tocó el turno de presentar a David. Pidió y puso la muestra “un aplauso para mi paisano, David López.”
En su quinta gira por la tierra de Salvador Alvarado, Pedro Infante, Ana Gabriel, o Jesús Malverde, adoración de los narcos, Manuel J. Clouthier, o Lola Beltrán, Heriberto Galindo y su pupilo, tienen los reflectores ahora que se reciclan escenarios de cada seis años.
El Presidente habló este último abril de David López, sonriendo y con la vista fija en Malova: “Creo que cada vez que viene (David López), señor gobernador, aquí los políticos sinaloenses se inquietan mucho, pero no hay razón para ello”. Subrayó que “no debe haber razón” para tal inquietud, porque David López “está en lo suyo” (es el responsable de Coordinación de Comunicación Social en Los Pinos). Ah, pero, sin querer queriendo, remarcó Peña, con la sonrisa más abierta: “Pero nunca mate esperanza alguna, mi queridísimo gobernador”. La carcajada de Peña fue contagio colectivo entre cientos de presentes.
Malova, nada perezoso, se puso al micrófono y se refirió al impulsor de las reformas. Y mencionó a algunos presentes y para suavizar, remachando que está en armonía dijo con la sonrisa a flor de piel, sobre David, que “no le fue muy bien conmigo en el golf, pero está pagando su cuota de paisanaje muy bien con Sinaloa”.
Si este no esta no es una alfombra roja para David, al menos se le parece…y mucho.
Claro, falta ver qué hará con él y su apoyo, ese tsunami llamado Manuel Clouthier Carrillo, que ha crecido desde niño en su natal Sinaloa y conoce las entrañas, o mejor dicho, las tripas del poder.