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El infierno carcelario en México, antítesis de los postulados de equidad y justicia del derecho

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MOTÍN EN PENAL MEXICANO SE SALDA CON 48 LESIONADOS (Foto especial)

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*  El derecho penal en México va en decadencia ya que produce prisioneros en centros de exterminio llamados cárceles, donde inclusive confina a niños abandonados por sus padres en pestilentes mazmorras bajo castigos draconianos

 

Por José Luis Aguirre Huerta *

Especial para Expediente Ultra

El derecho propala palabras talismán como equidad y justicia, bien común, paz y tranquilidad social, todas estas son fórmulas retóricas con contenidos vacios que tratan de establecer procesos ideológicos de dominación y control, tal es el caso del derecho penal decadente que produce prisioneros en centros de exterminio llamados cárceles, donde inclusive confina a niños abandonados por sus padres en pestilentes mazmorras bajo castigos draconianos.

Quien por primera vez se asoma al campo del derecho, presencia a un mundo de crímenes horrendos, a las peores crueldades humanas, en donde el derecho penal poco o nada tiene que hacer porque propala un sistema de readaptación social o resocialización del delincuente que solamente queda en el discurso, igualmente predica una reparación del daño a favor del ofendido que tampoco cumple o rara vez lo hace.

Sin embargo, las agencias y corporaciones del sistema penal han cometido los peores crímenes de la humanidad que todos los individuos que delinquieron sin el paraguas protector de los estados, tal es el caso de la inquisición europea o española despojando de sus bienes a los acusados y condenándolos a la hoguera, de la GESTAPO Nazi en los centros de exterminio, de la KGB soviética en Siberia, de las policías de todas las dictaduras del mundo, la dirección General de Seguridad, desapareciendo guerrilleros en el océano acapulqueño para alimentación de los escualos, en fin, las policías de seguridad nacional latinoamericanas, los escuadrones de la muerte, han operado con mayor crueldad violando y secuestrando, los militares y marinos en Ciudad Juárez han violado y secuestrado a jovencitas, tomado como botín incontables propiedades, extorsionado, torturado, apuntalado políticas económicas que devaluaron sin piedad los ahorros de poblaciones enteras, se encargaron inclusive de amenazar y matar a testigos, fusilar a múltiples ladronzuelos sin proceso alguno, aterrorizan a poblaciones enteras y todo esto se hizo en nombre de la Ley, del Derecho y del orden.

Cuando nos asomamos al mundo del derecho, ingresamos al espectáculo de la crueldad, de la arbitrariedad, un derecho penal que se construye para no permitir que los pobres roben a los ricos, un derecho civil, mercantil y laboral instituido para otorgar impunidad a los ricos y permitir que roben a los pobres.

Infelices mujeres destinadas al infierno carcelario, al lado de sus pequeños hijos, por delitos a las que fueron inducidas normalmente por sus parejas sentimentales, un cúmulo del comercio de la carne y la prostitución dentro de los muros carcelarios y la clara visión de la extorsión cotidiana por parte de las autoridades penitenciarias a todos los presidiarios.

La construcción de un botín de guerra a favor del Estado, de los bienes de los prisioneros, inculpados de pertenecer a la delincuencia organizada, la tortura como modelo de investigación policiaca, con mujeres violadas en campos de concentración, bajo el paso de electricidad por las vaginas, las desapariciones forzadas, confinación y asesinato de enfermos mentales, la castración y la lobotomía.

Dicho sea de paso el Estado y su modelo de derecho penal, no saben qué hacer con los niños, los adolescentes, y los enfermos mentales que han incidido en el delito o bien utilizan la castración y en su caso el confinamiento a campos de exterminio.

En el nombre del Derecho, se ha implementado la venta de impunidad, para la liberación de zonas de tolerancia en el crimen, la prostitución ajena y la venta de influencias.

Todo lo anterior en nombre del Derecho, la Ley, la Justicia, la Paz y la Tranquilidad social.

El panorama observado nos permite presenciar al derecho y a la ley no como una ciencia sino como un engendro de la historia humana, bajo un sistema en donde apenas se descuidan los controles de derechos fundamentales, el Estado pasa a ser el peor de los criminales (ver el caso de San Salvador Atenco, Atlaocholoaya, los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, las niñas violadas en Ciudad Juárez por militares, etcétera).

El poder jurídico apuntala a la esclavitud de los trabajadores, somete a las mujeres pobres a la prostitución, y a los niños de la clase marginal al abandono, a los viejos al archivo del olvido, reprime la prensa, defiende los privilegios y castiga a todos los pobres.

No debemos pasar por alto que los progresos de la dignidad humana, se han obtenido en una lucha contra el poder, el Derecho y la Ley, cabe preguntarse cómo es posible que alguien se dedique científicamente a cultivar el discurso del derecho, pretendiendo mostrarlo como un objeto legitimo y racional, tal engendro monstruoso (el derecho y la ley) asume su verdadera función de control y dominación, para legitimar el ejercicio del poder en la clase reinante; por ende el derecho y la ley se presenta ante nuestros ojos como una ciencia asquerosa.

La expresión anteriormente connotada la precisó uno de los más grandes penalistas de todos los tiempos Francesco Carrara, llamándolo schifosa scienza. Cuya función es legitimar al poder punitivo sin poderlo contener ni reducir.

Enmascarar a un Estado totalitario, es el propósito del sistema de análisis, ya lo dijo el salvador, el jefe de los militares, Cienfuegos debe esperar la población para militarizar las calles,  los soldados deben salir de los cuarteles para restablecer el orden y la civilidad en los ciudadanos.

Esto es un discurso que entraña la simplicidad del reparto de fuertes intereses económicos que permean con la participación de los militares, en el manejo de la llamada seguridad pública y más aún el establecimiento de un Estado fascista, todo en nombre de la Ley y el Derecho.

Es menester señalar que el aparato en comento, propone resolver los conflictos sociales y en la constatación objetiva pública, solo los agrava. Es decir, no resuelve ningún conflicto, ni el problema de la víctima de un delito, ni el de la resocialización del delincuente.

Cabe precisar que los niños marginales circundantes en el andamiaje del derecho penal, sufren el deterioro de sus vidas, sin aparecer un horizonte de futuro promisorio, ejemplo palpable se constata con el derrumbe arbitrario orquestado por el mercader Elías, propietario del poder judicial capitalino, quien por que sí, hizo derrumbar las instalaciones de obrero mundial de la Ciudad Mancera en donde permanecían prisioneros los hijos del abandono social, edificación propiedad de la Secretaría de Gobernación, donde nada tenía que hacer el togado en comento, pero su poder injerencista le permitió derrumbar, sin mayor cuento esas edificaciones, para trasladar a mazmorras pestilentes a esos niños convocados al exterminio; así es el poder punitivo del Estado.

El escenario de la Ley y el Derecho también nos permite desfilar ante nuestros ojos a los trabajadores esclavos oaxacalifornianos de San Quintín, quienes en su calidad de campesinos jornaleros de los dueños de la agricultura tomatera de Baja California, han sido privados del derecho por lo menos de beber agua dulce.

Pero nos consta que estamos viviendo la modernidad del siglo XXI, con avances tecnológicos de punta los cuales se revierten en perjuicio de los derechos de la gran masa de explotados y marginales.

 

*  Abogado de Profesión

Presidente de la Barra Interamericana de Derechos Humanos

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