Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 20 segundos
* Tras su abrumadora derrota electoral en los comicios de junio pasado, los partidos de la fallida alianza, ahora luchan por sobrevivir solos pero sin abandonar sus viejos vicios al permitir que los grupos políticos de siempre y sus peores representantes, tomen las riendas de siglas que parecen ir inexorablemente a la extinción; muchos de sus líderes y ex alcaldes están en la mira de Contraloría del Estado y otros, más en la cárcel como el ex edil de Tula, Manuel Hernández Badillo
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Devastada en los pasados comicios del 2 de junio, la oposición en Hidalgo se empecina en darse por propia mano, el tiro de gracia; los hasta hace unos meses aliados PRI, PAN o PRD, ahora buscan renacer de sus cenizas pero lejos de ser un prospecto de Ave Fénix, que busque remontar el vuelo con renovados cuadros, insisten en anclarse en desgastados liderazgos que comparten el común denominador de los intereses creados y la corrupción.
Citemos algunos ejemplos:
El pasado 3 de noviembre el Partido Acción Nacional celebró la sesión extraordinaria de su Consejo Estatal, donde fue electa como nueva dirigente la ex alcaldesa de Nicolás de Flores, Marcela Isidro García, en sustitución de la ahora diputada, Claudia Lilia Luna, con 62 votos de 81 a su favor.
El asunto es que los consejeros que le brindaron su apoyo ni siquiera estaban enterados del caudal de puntos negativos que arrastra la nueva líder pues durante su gestión se dieron por realizadas diversas obras que como pudo constatar personal de la Contraloría del Estado, ni siquiera se iniciaron en tiempo y forma.
En el ejercicio fiscal correspondiente al 2023, hay una obra de un valor aproximado a los 800 mil pesos, pagada presuntamente a una empresa de las confianzas de la ahora líder estatal del blanquiazul, que no fue ejecutada.
Y apenas en agosto pasado, antes de concluir su periodo, ella y su Director de Obras, Erick Pérez Hernández, fueron denunciados ante el órgano fiscalizador por una obra no ejecutada que apareció en el sistema estatal como concluida, en el pueblo de El Bocua.
De acuerdo a la información reportada por el ayuntamiento de la edil panista, la obra de pavimentación hidráulica del Barrio Yedhay, había iniciado el 18 de diciembre del 2023 y se había concluido el 15 de marzo de este año, pero ¡oh, sorpresa¡, cuando se presentó un inspector de la Contraloría del Estado a verificar su realización, que tuvo un costo de 589 mil 909 pesos, sucedió que no había tal obra y así lo estableció el funcionario en su informe.
Miembros de la asamblea ciudadana, señalaron además nunca haber sido consultados para la obra de pavimentación hidráulica, y dejaron entrever que tal anomalía no es exclusiva de su comunidad pues una investigación más a detalle permitiría saber cuántas obras irregulares se dieron de la misma manera, empleando recursos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal (FAISM).
La ex alcaldesa ha dicho que tiene las manos limpias, pero hay ciudadanos del municipio de Nicolás Flores que aseguran lo contrario pues en su administración no quedó aclarada la extraña muerte de una persona de nombre Gabriel Ramírez Hernández , quien presuntamente fue brutalmente golpeado por policías municipales y llevado al área de retención primaria o galera, ubicada en el Palacio Municipal.
Mientras hubo testigos de la brutalidad policiaca contra el occiso, la versión oficial de la panista fue que la muerte de Gabriel Ramírez se debió a causa del agravamiento de una úlcera, por el consumo de bebidas embriagantes. Y que su cuerpo fue localizado sin vida a unas cuadras del ayuntamiento. Lo que Marcela Isidro no pudo explicar como tampoco su jefe policiaco, fue el por qué cuando los familiares se presentaron a recuperar el cuerpo, este les fue entregado emplayado en plástico, por lo que ni siquiera fue posible su reconocimiento, como tampoco una autopsia que confirmara la versión de las autoridades. Los habitantes siguen manteniendo la sospechosa de que su deceso fue por motivos de una venganza política porque el occiso era un permanente crítico a la gestión de la hoy líder de Acción Nacional en el Estado.
Elegir a una ex alcaldesa con tan malos antecedentes y en la lista de probables infractores al presupuesto del Estado, habla de que el PAN pudo haber hecho la peor elección en su historia, pues no se descarta que la Contraloría la llame a cuentas.
EL PERMANENTE SECUESTRO DEL PRD
Pero si en el PAN las cosas están de cabeza, en el PRD la situación no dista mucho del colapso, pues no hay que olvidar que en la pasada elección, el Sol Azteca apenas y rebasó con unas décimas el 3 por ciento de la votación, lo que le permitió conservar su registro pero solo como partido estatal.
El líder estatal perredista, Jorge Luis Pérez Viveros, anunció que se hará una renovación a fondo de sus estatutos luego de salvarse la picota y conservar su registro. De acuerdo al dirigente, su partido irá por una depuración de su actual padrón de militantes de 72 mil personas, muchas de las cuales, aceptó el dirigente, traicionaron a sus siglas por lo que deberán hacer una depuración a fondo, buscando hacer un trabajo en territorio, más cercano a la gente y sin alianzas que, a su decir, resultaron contraproducentes.
Como buenos deseos es válida la postura de Pérez Viveros, pero en el fondo el PRD en Hidalgo sigue siendo manejado acorde a los intereses de un puñado de vivales como lo es la dupla que desde hace varios trienios se viene intercambiando la alcaldía de Mineral del Chico como lo son Fernando Baltazar Monsalvo y Alfredo Hernández Morales, mismos que han empleado como su eterno “asesor” –aviador—a Héctor Chávez Ruiz, ex dirigente que ahora curiosamente solo intercambió su cargo por el de Secretario de Comunicación Política y Prensa, del supuestamente renovado comité estatal y cuyos cabios se dieron en septiembre pasado.
Chávez Ruiz ha cobrado desde hace varios trienios en el ayuntamiento de Mineral del Chico y su influencia a nivel estatal sigue intacta pues se le considera el poder tras el trono al tener el apoyo del municipio de Mineral del Chico, uno de los pocos bastiones que mantiene bajo su férula el agonizante PRD hidalguense, pues como se recordará quién apuntaba a ser el nuevo líder moral del Sol Azteca, el destituido alcalde de Tula, Manuel Hernández Badillo, terminó siendo acusado de probables desvíos por 60 millones de pesos, por adjudicaciones directas, motivo por el cual se le impuso la prisión cautelar en el Cereso de Pachuca.
De acuerdo a las indagatorias, el ex edil autorizó en el 2021 a nombre del ayuntamiento, la adjudicación directa de por lo menos tres contratos con un gasto superior a los 66 millones; el político resultó un verdadero fiasco para los tulenses que le otorgaron su voto y dejó en claro que el PRD, lejos de ser una opción política viable, no ha sido más que un trampolín para acceder a presupuestos y negocios chuecos.
Un PRD etiquetado como una pandilla de bandoleros y secuestrado por los mismos de siempre, parece más condenado a desaparecer que a renacer.
Y del arrasado PRI ya ni qué comentar; el actual dirigente marco Antonio Mendoza Bustamante no es más que un alma en pena porque fue el antes poderoso tricolor, el partido que salió más raspado con la fallida alianza electoral. En su sede estatal no se paran ni las moscas y ya no pelean por entrar por ver quién será el último en cerrar la puerta.
La oposición está en crisis y en una franca debacle en Hidalgo, pero los carroñeros que se pelean los despojos no quieren entender que disputan un cadáver político, imposible de volverlo a la vida.