Filomeno Mata, ejemplo de un periodismo honesto y crítico

Tiempo de lectura aprox: 5 minutos, 19 segundos

Opositor al tiránico Porfirio Díaz

Por Elvira Hernández Carballido / Fotos Históricas y Especiales

Cuando empecé a dar clases en la UNAM, hace ya 28 años, fui ayudante de la profesora Soledad Robina que daba la materia de curioso nombre: “Régimen, desarrollo y estructura de los medios de comunicación en México I y II”, que de manera sintética exponía la historia de la prensa, la radio y la tv en nuestro país. Temas que hasta la fecha me apasionan.

Curiosamente cuando les exponía la época del porfiriato les dada a conocer la manera tan difícil en que sobrevivían periodistas mexicanos ante la represión de la dictadura de Don Porfirio Díaz. Amenazados, sus imprentas clausuradas, censurados, encarcelados y asesinados. Pese a todo, el compromiso periodístico estaba latente y ninguno, aún muerto, dejaba la lucha, la denuncia, el compromiso por liberar al pueblo empobrecido, por terminar con las injusticas.

Y me encantaba decirles que había un periodista que por la noche escribía su texto crítico y valiente para publicarlo al otro día en su periódico que bautizó como el Diario del Hogar y para ahorrarle a la dictadura sus detenciones violentas, imprimía su diario, lo dejaba listo para ser repartido y se iba por iniciativa propia a la terrible cárcel de Belem donde se encerraba a los periodistas por el simple hecho de denunciar la situación del país.

Claro, era una exageración mía para que me pusieran atención, pero lo cierto es que ese hombre, llamado Filomeno Mata, nunca exageró su compromiso social y su don de denuncia. Siempre tuvo fe en la libertad y en la democracia, por eso se arriesgó a escribir lo que pensaba y lo que deseaba para ese México ya tan herido por la soberbia de Don Porfirio. Hoy recordamos a Don Filomeno Mata, periodista valiente, crítico y admirable.

Nació el 5 de julio de 1845 y murió el primero de julio de 1911, tenía 66 años. Desde pequeño reconoció su pasión periodística y colaboró en diversas publicaciones, hasta que decidió fundar su propio periódico el 16 de septiembre de 1881, primero su perfil editorial delataba una publicación que abordaría temas cotidianos, destinado al público femenino para orientarlo en cuestiones culinarias, incluso se mostraba cierta simpatía hacia el presidente Díaz. Pero la realidad fue más fuerte y provocó que Filomeno Mata reconociera los errores de ese hombre que se quería eternizar en la presidencia.

Escribió con argumentos fuertes y directos, los comentarios no gustaron a Don Porfirio y cada vez que podía mandaba a Filomeno a la cárcel. Pero el Diario del Hogar nunca dejó de circular, incluso dio la noticia de la muerte de su fundador y desde sus páginas le rindió un sentido homenaje. Perseguido sin piedad y las terribles condiciones en que soportó la humedad, el frío y la inmundicia de la cárcel de Belem mermaron mucho y cada vez más su salud.

Filomeno Mata fue un representante significativo de la generación de periodistas de inicio del siglo XX. Una generación de periodistas que se sentía relegada por un gobierno formado por gente mayor que era autoritaria e injusta, los motivos de orgullo del dictador fueron convertidos por estos jóvenes periodistas en motivos de crítica, se mostraban inconformes y rebeldes ante la cultura porfiriana, impugnaban directamente el criterio moral del régimen, y pese a la represión que de manera tenaz se ejerció contra ellos siempre encontraban la manera de seguir adelante:

¡Tenaces eran aquellos periodistas de principio de siglo! Por turno iban a la cárcel y por turno venían a suplir en las tareas de prensa a los que acababan de ser internados en Belén.

Filomeno Mata, ejemplo del verdadero periodismo comprometido con la denuncia social y pieza clave para despertar a un pueblo oprimido que en 1910 se levantó en armas para cambiar radicalmente la historia de México.

Diario del Hogar, siempre crítico

Fundado en 1881, Diario del Hogar tiene el objetivo de recuperar la vida cotidiana del México del siglo XIX, pero la realidad social fue la que exigió a Filomeno Mata dar un vuelco a su periódico y en 1888 se convirtió en uno de los espacios más críticos del periodismo nacional. Analítico, con un discurso argumentativo admirable, lograba transparentar la dictadura porfiriana:

Dos armas tiene a su disposición el poder para combatir a sus antagonistas: una es el terror; la otra se llama seducción. Con habilidad excesiva y con energía ha sabido manejarlas el Sr. General Porfirio Díaz quien no vaciló en recurrir a inhumanos fusilamientos ni tampoco desperdició nunca la oportunidad de atraer hacia sí, por medio de los halagos, a cuantos podían inspirarle temores, porque las guerras civiles los acostumbraron a ver en la revolución un oficio y el saqueo una ocupación lucrativa, los seduce hasta transformarlos en sumisos servidores a cambio de honrosos y productivos empleos, prestigio y riqueza.

Filomeno Mata trazó una línea editorial para su periódico donde los rasgos fuertes fueran la crítica, el compromiso de informar y denunciar a la vez, de dar voz a un pueblo que ya no quiere en el poder a Díaz y exige la alternancia, lamenta la situación de gran parte de la población que vive en extrema pobreza pero tienen la certeza de que esa situación cambiará en cuanto don Porifirio deje el poder.

Diario del Hogar y las mujeres

Filomeno Mata siempre dio espacio a las expresiones femeninas de la época. El espacio abierto por el Diario del Hogar a las reflexiones femeninas posiblemente motivó a un buen número de mujeres, por lo que es posible encontrar nombres femeninos en diversos ejemplares. María Plata escribió el 8 de junio de 1911 para sugerir un monumento en honor a los mártires que perecieron junto con Aquiles Serdán, “víctimas de la tiranía”. Por su parte, Reinalda Z. Viuda de Roca exigió al presidente Madero liberar a los presos de Tlatelolco, en tanto que la señora del Brigadier González envió una misiva para defender el honor militar de su marido.

Fue común también que escribieran grupos de mujeres para presentarse públicamente e informar sobre sus actividades o denunciar alguna situación en particular. Así podía leerse que club femenil “Sara P. de Madero” se comprometía a realizar diversas actividades filantrópicas Por su parte, Andrea Villarreal anunció la fundación del “Club Femenil Sufragista”.

Una carta que destacó por la posición demostrada fue la publicada bajo el título de “La significación de la mujer”, la autora no dio su nombre e inició su primer párrafo con un comentario sobre la certeza de que la condición femenina debe mejorar:

Que se ilustre a la mujer, esta es mi ambición constante; que se ilustre y ella sabrá buscar entonces en los goces del alma, en los encantos del entendimiento la compensación a la nulidad que le ha marcado el hombre como ser racional.

Que se ilustre y abandonen esas frivolidades que tanto encantan al egoísmo de los necios, frivolidades que lo divierten porque no encuentra en ellas amenaza ni competencia alguna a su poder.

Que se ilustre y libre ya de su entendimiento, de la imperiosa tutela masculina, podrá aplicar su sana y grandiosa razón a sus actos, todos que, aunados por su sentimiento, sin humillar por eso al hombre, tendrán a un efectivo bien social. No tema el hombre que se ilustre convenientemente a la mujer, porque ella sabrá entonces guiarse con la cordura y firme sensatez que inspira e impone seguramente, la conciencia plena de sus actos.

Filomeno y Diario del Hogar, sinónimos de periodismo crítico

Sin duda, hay una colaboración que delata la esencia y el compromiso de este periodista y de su periódico, los dos hechos uno cuando se desea ejemplificar el periodismo crítico en la historia de México:

Decálogo democrático: Primero. Amarás a la Patria, sobre todas las cosas. Segundo. No tomarás su nombre en vano ni violarás la protesta que en su nombre hicieres. Tercero. Santificarás sus festividades gloriosas. Cuarto. Honrarás a tus héroes y legítimos “mandatarios”, no opresores, como a tu padre y madre. Quinto. No matarás sino cuando quieras vengar la justicia o la traición. Sexto. No dejarás ultrajar ni a tu patria ni a tu bandera. Séptimo. No consentirás bajo ningún pretexto que te roben un solo palmo de territorio. Octavo. No “denunciarás” a los escritores independientes, para que se les castigue porque defienden los intereses y derechos con valor y energía. Noveno. No codiciarás las riquezas y canonjías de los retrógrados porque es de mal origen y solo las conservan para escarnecerte y vilipendiarte. Décimo. No enviarás tampoco la triste celebridad de tus enemigos. Estos diez mandamientos se cierran en dos: servir y amar a la patria con toda el alma y a tus hijos, es decir, a los verdaderos hijos del pueblo, como a ti mismo.

Filomeno Mata, el otro hombre nacido en julio, que debemos recordar por su periodismo combativo y comprometido, que pese a la persecución constante de Porfirio Díaz no dejó de publicar su periódico Diario del Hogar hasta el día de su muerte.