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* Ahora que está cercana la sucesión pendiente en el sindicato más grande de la capital, el que fuera líder del Único, José Medel Ibarra, quiere volver a pegarse a la ubre sindical para seguir robando a los trabajadores como cuando compró un equipo de fútbol de la tercera división para que jugara y se entretuviera su junior, Sergio Alonso Medel Garrido. No se sabe cómo es que Joel Ayala lo llamó para hacerse cargo del Directorio porque en el pasado lo traicionó, y hasta denunció por un presunto desvío de mil 200 millones de pesos al entonces Jefe de Gobierno y ahora presidente, Andrés Manuel López Obrador
Por Giuseppe Gatopardo
Especial para Expediente Ultra
Ahora que la presión sube de tono en el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, se confirma aquello de que es deporte de cínicos apostarle a la desmemoria. Y lo decimos en alusión clara y directa al ex líder de esta organización mayoritaria, José Medel Ibarra quién en todos estos años, se mantuvo al acecho buscando el momento oportuno de volver a pegarse a la ubre sindical.
“El Mil Máscaras”, como le dicen algunos de sus antes amigos fue nombrado hace poco más de un mes “asesor” del Directorio de la FSTSE y no se sabe bien a bien con qué fines lo mandó llamar Joel Ayala Almeida, porque si algo ha caracterizado a Pepe Medel es su falta de capacidad para enfrentar situaciones adversas.
Del Baúl de los Recuerdos del Único, recordemos al ex líder –que desde hace muchos años se ha dedicado a vender ropa y calzado a las autoridades, aprovechando su condición de dirigente–, que lo suyo no es para nada eso de la honestidad, como cuando en su gestión allá por el 2002, transó bien y bonito a las finanzas del Único para darle gusto a su junior, Sergio Alonso Medel Garrido de tener su propio equipo de fútbol.
Sus cercanos saben que Medel Ibarra se dice “Chiva” de corazón y entre sus frustraciones deportivas fue el querer brillar en la cancha pero como futbolista resultó bastante balín, por lo que cuando tuvo poder y millones de pesos a su alcance, en vez de dedicarse a ver por el bienestar de los miles de trabajadores, dio rienda suelta a sus caprichos personales y decidió comprarle a su junior –para se sintiera estrella—un franquicia de la tercera división.
Amoroso padre, pero no con su dinero.
Como quedó constancia en los recibos presentados ante el Ministerio Público por la entonces líder de la Sección 12, Ana María Pérez y acérrima enemiga de Medel, Sergio Alonso Medel Garrido dispuso de los fondos sindicales como si se trataran de los recursos de una empresa privada de su “papi”. En los recibos presentados a las autoridades, el hijo de Pepe pagaba hasta la nómina de los jugadores con las cuotas de los trabajadores buscando hacer negocio con dinero ajeno pues como se corroboró más tarde, el junior decidió llevarse la franquicia a Zitácuaro.
Para estimular el rendimiento de los jugadores, Sergio Alonso les llegó a ofrecer incluso plazas en el Único, cuando miles y miles de trabajadores hasta la fecha carecen de una chamba segura. Con el paso del tiempo, “El Mil Máscaras” trató de borrar este episodio y millonario desfalco que le fue perdonado por su sucesor, Enrique Haff Vázquez, pero ahora vale recordárselo para que la raza del Único le pida cuentas a este “asesor” que busca pasarse de listo y ya anda propalando la versión que será él quien designe al tan llevado y sobado “candidato de unidad”, como si los trabajadores no contaran o estuvieran pintados.
Hasta dónde se sabe José Medel no pidió parecer a nadie para usar el dinero de sus compañeros del Único para derrocharlo como si fuera millonario excéntrico; tampoco tomo parecer a su comité ni a sus líderes seccionales para enfrentarse en un lastimoso pleito callejero con Andrés Manuel López Obrador, en esos ayeres Jefe de Gobierno.
Además de tener pegada a su pecho la camiseta de “Chiva”, Medel siempre fue y ha sido priísta y llegó a ser asambleísta por ese partido lo que terminó por botarle la canica y hacerle sentir que podía enfrentarse de tú a tú con López Obrador, pero también al propio Joel Ayala a quien acusó en desplegados de aficiones a ciertas sustancias prohibidas, por órdenes directas de la dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo, a cuyos brazos se arrojó para traicionar al líder de la FSTSE.
Quienes lo conocen al dedillo saben que Medel no es fiel ni a su sombra, su Dios es el dinero y su credo la estulticia. En una palabra, es una persona de baja catadura moral y sin principios, acostumbrado a parasitar alrededor del Único.
Por eso llama la atención que Joel Ayala lo haya sumado al Directorio, aunque no se descarta que Pepe ya le haya ofrecido parte del botín del vestuario que piensa vender al gobierno capitalino, ya sea por medio de las empresas de sus socios o de la suya propia que lleva por nombre Serka y que publicita en su pasquín RS.
De acuerdo a la publicidad, la compañía del traficante de poder se ubica en la calle de Álvaro Obregón 43 de la Colonia Santa Anita en la Alcaldía de Iztacalco, sitio donde también se domicilia su Coalición de Trabajadores con la que volvió a meterse hasta la cocina del SUTGCDMX sin tener el apoyo de un solo trabajador. El ex dirigente está tan seguro de poder verle la cara a las bases y a todos en general que ni siquiera cuida las forma de balconearse en su conflicto de intereses.
El líder de la FSTSE debe recordar que Medel lo dejó plantado hace años cuando inauguró junto con el Jefe de Gobierno, López Obrador y el director de la OEM, Mario Vázquez Raña, una plaza en una calle contigua a las oficinas de la central.
El entonces asambleísta se sentía en todopoderoso para menospreciar a tales personajes y no está de más también sacar del Baúl de los Recuerdos del Único, la seguramente ya enmohecida denuncia que Medel Ibarra presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR), contra AMLO porque según él, el Jefe de Gobierno no había entregado mil 200 millones de pesos al ISSSTE como parte de las aportaciones de los trabajadores sindicalizados.
¿Se vale mamar y dar de topes, señor Medel? Es pregunta, que conste.
Y ya para no cansarle la retina, déjeme decirle que corre la versión en LA ESQUINA DEL MOVIMIENTO, que en fecha reciente se vio departiendo juntos y felices en la Cantina la Número Uno, a José Medel y a quien fuera su padre político, Rafael de Jesús Lozano Contreras, el mismo que le ganó la partida a Joel Ayala en el gobierno de Carlos Salinas para ser el mandamás de la FSTSE.
“La vida te da sorpresas, sorpresas te la vida”, como dice el filósofo de la salsa Rubén Blades.
