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HÉCTOR CARREÓN, EL CHOFER DE AMBULANCIA SIN COMISIÓN SINDICAL, QUE SE NIEGA A TRABAJAR

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El ex líder, en su lujoso auto con tableta en mano, ni siquiera entra a checar tarjeta

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*  El ex líder de la Sección 12 del SUTGCDMX y que ahora se ostenta como supuesto dirigente de SIMESA, dejó de tener comisión sindical desde el pasado mes de noviembre, pero no se presentó a trabajar en su puesto como chofer de ambulancia  en el Hospital Rubén Leñero en todo el mes de diciembre; desconectado de su nueva realidad, todavía se ha atrevido a pedir 44 comisiones sindicales a la Dirección de Personal, en cuya lista incluyó a dos funcionarios sindicales de la Doce que ya se desmarcaron de Carreón. Acumular más de seis faltas sin justificación es motivo de baja automática, por lo que existen las suficientes razones jurídicas para sancionar de una buena vez al llamado “Batifanfarrón”, que se enriqueció con la venta de plazas y otras corruptelas más

Por Giuseppe Gatopardo

Especial para Expediente Ultra

Todo el pasado mes de diciembre, los servicios de emergencia del Hospital Rubén Leñero constataron la ausencia del chofer de ambulancia, Héctor Carreón Garcés; el empleado que inexplicablemente goza de una categoría de Jefe de Servicios, debió presentarse a laborar sin excusa ni pretexto, pues la comisión sindical de la que gozó por más de 10 diez años, le fue revocada por el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), en noviembre, pero no obstante tal situación, el ex dirigente de la Sección 12 que ahora se ostenta sin toma de nota como líder de “chocolate” del Sindicato Mexicano de Salud (SIMESA), ni siquiera checó una sola vez su tarjeta, acumulando más de seis faltas injustificadas que son motivo de baja automática.

El chofer de ambulancia con categoría de Jefe de Servicios, nunca trabaja

Videos grabados por trabajadores sindicalizados del citado nosocomio que lo conocen a la perfección, evidencia que este sujeto de marras, ni siquiera ingresa al Rubén Leñero al menos para guardar las apariencias; apoyado con los codos sobre el toldo de su lujoso auto negro, con aires de “perdonavidas”, al conocido como “Batifanfarrón”, se le aprecia mirando despreocupado su tableta.

Este ex dirigente “parásito” que no trabaja y vive indebidamente de los impuestos que pagamos los ciudadanos de bien, insiste en mantenerse pegado a la ubre del presupuesto capitalino; su problema es que en el SUTGCDMX ya todos lo repelen y el sindicato pato llamado SIMESA, no tiene legalmente representación alguna ante las autoridades de la Ciudad.

En una palabra, se la acabaron sus asideras políticas de las que gozó en el sexenio de Miguel Ángel Mancera, donde se mantuvo impune a los delitos de agresiones, venta de comisiones y plazas, así como de una serie de triquiñuelas por compra de vestuario y hasta medicamentos en la Secretaría de Salud del gobierno capitalino, gracias a la patente de corzo que le otorgó el hipercorrupto Héctor Serrano, ex secretario de Gobierno. Tal manga ancha le permitió hacerse millonario, siendo un ejemplo de la corrupción que ya no tiene cabida en la 4T.

Valdría la pena que alguna alma caritativa le sugiera al “Batichiflado” acudir con el psiquiatra porque su estado mental ya denota un trastorno narcisista de la personalidad. En una palabra, ha perdido el sentido de la realidad. Y vea usted por qué:

Sucede que sin ser líder reconocido por ninguna autoridad laboral, tuvo el descaro de solicitar a la Dirección de Personal comisiones sindicales para 44 de sus incondicionales que, anclados al pasado,  ingenuamente le sigue creyendo. La petición para estos “aviadores” es anual y comprende el periodo de enero a diciembre del 2024. Nada más para que las autoridades se echen ese trompo a la uña.

Pero ojo, en la lista aparecen en primer lugar su esposa, Alma Angélica Villanueva Rodríguez, su hija, Esli Ingrid Carreón Villanueva, así como Marcela Chimal Rodríguez e, incluso, su padre Marco Polo Carreón Loyola y José Antonio Carmona Sandoval. Estos dos últimos, son parte del actual comité de la Sección 12 que dirige Benigno Martínez Escalante.

López Montecino con la facultad de dar la puntilla al corrupto Carreón Garcés

Y es aquí donde, para Carreón, la puerca torció el rabo, porque además de bordar en el vacío en su deschavetada petición, tanto Marco Polo, Secretario del Interior de la Doce; como Carmona Sandoval, titular de la cartera de Asuntos Técnicos, enviaron el pasado 3 de enero un escrito dirigido a Sergio Antonio López Montecino, Director General de Administración de Personal y Desarrollo Administrativo del GCMX, desmarcándose del ex líder.

En su escrito, pintaron claramente su raya al establecer: “Venimos a manifestar nuestra inconformidad tajante, ya que el C. Héctor Carreón Garcés, en ningún momento tomó nuestra opinión o parecer para supuestamente pertenecer al Sindicato Mexicano de Salud, ya que los suscritos no formamos parte de dicho sindicato, mucho menos hemos cedido nuestra voluntad para formar parte del mismo”.

Además de desconocer cualquier relación con la organización “Pato”, cuyo líder Ricardo Cruz Cotero llama a Carreón “hamponazo”,  su padre Marco Polo y José Antonio Carmona, se deslindaron en todos los sentidos del ex dirigente, reafirmando en su escrito que solo reconocen a Benigno Martínez Escalante como su representante sindical con toma de nota oficial,  en la Sección 12 del SUTGCDMX.

Carreón piensa seguramente que su amigo Pedro Haces y el compadre del líder de la CATEM, Ricardo Monreal, lo incluirán en su lista de negociaciones en la Ciudad de México, pero su enfermiza megalomanía lo está ubicando más que un aliado estratégico en una piedra en el zapato, incluso para el propio Cotero que ha percibido el rechazo generalizado en las dirigencias estatales de SIMESA, al pendenciero, corrupto e impresentable ex líder.

Su padre, Marco Polo Carreón y Arturo Carmona, se deslindan del ex dirigente

Del otro lado de la acera, el panorama también se le presenta sombrío al “Batifanfarrón”, pues en el Único todos lo ubican como un traidor a su organización y entre los dirigentes nadie se traga el cuento de que Héctor Carreón es el líder que arrastra multitudes sindicales, cuando sus incautos seguidores no pasan de cincuenta. Sin el cobijo del Único, su derrumbe es inminente.

La imagen captada por los sindicalizados del Rubén Leñero del chofer de ambulancia que se dice licenciado y hasta presume sus títulos –también marca patito–, de Doctor Honoris Causa, matando el tiempo a las afueras del nosocomio, sin entrar a trabajar, es elocuente: Carreón ya no es sino un trabajador como tantos otros que se niega a aceptar su nueva realidad.

Su tarjeta de asistencia lo dice todo: en todo diciembre no se presentó a laborar, acumulando más de seis faltan sin justificación. Las autoridades tienen los argumentos jurídicos para darlo de baja como trabajador activo. Y Sergio Antonio López Montecino que conoce bien sus marrullerías, está facultado para darle las últimas puntadas a la mortaja política del “Batichiflado”.

El apotegma de este año que empieza va dedicado a Ricardo Cruz Cotero: “No tiene la culpa el hampón, sino quien lo hace  su aliado”

Lo invitó, amable lector, a leernos en la próxima ESQUINA DEL MOVIMIENTO. ¡Feliz 2024¡…

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